Olvídate del Pasado

✨Capítulo 23 ✨

GINEBRA

La noche había pasado y cuando desperté Ares ya no se encontraba conmigo, no me sorprendió, después de todo suponía porque se habría ido. Salí de la tienda encontrándome con Ruth, que parecía no haber dormido absolutamente nada.

—¿Te encuentras bien? — Pregunté acercándome a ella. —Sí, creo que lo estoy, hemos arreglado las cosas con Cassiel anoche, él me ha explicado y se ha disculpado conmigo, pero no lo sé, me duele que nunca mencionará a esa chica y que ella sea muy importante para él, porque siento que soy la segunda opción. — Respondió ella tocándose sus manos.

Cuando oí lo que mi hermana me contaba, me angustió verla triste. — Ruth si te sientes así, solo habla con él y cuéntale como te estás sintiendo, yo creo que él te quiere. — Dije. — No estoy tan segura de eso, pero voy a intentar hablarlo con él, de todas formas sigo muy molesta. — Respondió mi hermana, caminando a la tienda de Cassiel.

Tome asiento en un pequeño tronco de madera que estaba alejado de las tiendas y comencé a peinarme el cabello, mientras ponía música en mi celular. El sonido de las aves, me hacía sentir algo tranquila, en paz. De hecho este lugar, era un lindo lugar, lleno de tranquilidad, que se había roto por la pelea que habían tenido Ruth y Cassiel la noche anterior, pero en cuanto a mi, yo trataba de disfrutar este viaje lo mejor posible, porque cuando volviéramos a la ciudad, debería enfrentar la realidad, una realidad en la que mi padre próximamente saldría de la cárcel. Debía hablar con Ruth respecto a eso y muchas cosas más que estaban pasando, ella merecía saber aquello.

—Hace mucho no tenemos una charla entre nosotros. — Mencionó Jade, haciéndome abrir mis ojos, para encontrarlo a unos metros apoyado contra un árbol. —Lo sé, siéntate. — Ordené a lo que él castaño obedeció sentándose en el suelo, cubierto de césped verde. — Tengo muchas cosas que contarte, que quiero contártelas cuando volvamos a la ciudad, de hecho quiero pasar un tiempo contigo, hay muchas cosas que no te he contado. —Dije viéndolo cortar césped de la tierra. — Mi padre va a salir de la cárcel este año Jade. —Informé obteniendo su total atención. — ¿Qué? ¿es enserio? — Preguntó acercándose más a mi, mirando hacía todos lados por si alguien podría escucharnos. — Si y no solo eso Jade, mi padre fue el que asesino a los padres de Ares, pero tengo que hablarlo con Ruth, tengo que contarle todo, porque ella no sabe nada respecto a lo que te estoy diciendo, yo no quería arruinarle su felicidad y quería esperar un poco más, pero ahora tengo que decírselo. — Respondí, mirando los ojos claros de mi mejor amigo, sentado frente a mi.

Él me observo unos segundos y asintió. — Hablaremos cuando lleguemos a la ciudad y tendrás que decirle esto a Ruth también. — Respondió Jade tirándome el césped entre sus manos. Asentí, para volver a quedar en silencio unos segundos.

— ¿Con Ares como van las cosas? — Preguntó. — No lo sé, es raro hablar de nosotros, ni si quiera sé si hay un nosotros o habrá, pero tengo miedo. —Admití a Jade, quien sonrió mirando el suelo. — Yo creo que a ese chico realmente le gustas y me agrada su forma de ser, pero es entendible que tengas miedo Gin, pasaste muchas cosas que te obligan a desconfiar por naturaleza de las personas. — Respondió observándome nuevamente. —Y más cuando el primer hombre que no tenía que fallarte lo hizo, pero tranquila que mientras más miedo tengas, más debes arriesgarte. — Aconsejó. — ¿Qué hay de ti Jade? — Pregunté tratando de desviar la atención hacía él, pero este se escogió de hombros y sonrió. — Sigo reservándome para alguien realmente especial. — Respondió. — Dices eso desde que te conozco, estas en una espera continua, tendrías que salir y conocer gente Jade, eres un lindo chico y con un enorme corazón, cualquier chica que tenga la suerte de tenerte va a amarte. — Aconseje, escuchando la suave risa de mi mejor amigo entrar por mis oídos.

Desde que conocía a Jade, siempre solía decirme eso, incluso estando con Emma, él solía decirme que su corazón lo guardaba para alguien realmente especial, pero hasta ahora pareciera nunca haberlo encontrado y me parecía triste quizás, no porque no tuviera novia, es que se estaba cerrando a conocer gente, se estaba negando a darse una nueva oportunidad en el amor, como yo.

—Rulos ¿estás ocupada? —Preguntó Ares a lo lejos. —Necesito ayuda para buscar leña para la fogata, ¿podrías ayudarme? — Mencionó, haciendo que Jade esté libre de mis consejos de Cupido por unos minutos.

Ayude toda la tarde a Ares con la leña para la última fogata que tendríamos en la noche, mientras hablábamos de cosas triviales y sin sentidos, que sin querer me hacían saber cada vez un poquito más de él. El sol se escondía para cuando nosotros habíamos terminado de hacer todo, y de buscar que comida comeríamos.




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