Omega [moon Fighters 5.1]

Introducción

 

Un chasquido... Y el dolor recorrió su espina como si fuera un agudo latigazo, siempre era impredecible, pero en cada ocasión se tornaba en una cosa insoportable. Escasos segundos en su piel animal, desorientado, con la vista nublada y los sentidos oscurecidos. 

Los pasos se hicieron ecos a través de su mente, del silencio. Un sonido metálico y la cadena ya estaba asegurada junto con el collar, si forzaba una transformación regresiva, las agujas de metal le perforarían el cuello. No es como si quisiera hacerlo, ya no tenía forma de escapar. Era joven, pero demasiado débil, solo servía para una sola cosa, y no se sentía orgulloso de eso. 

—Está allí, entre los matorrales. Rastrea y atrapa. 

La cadena se soltó con otro chasquido. Harry avanzó un par de pasos, oscuridad absoluta, su corazón palpitaba con el ritmo del miedo que le escocía por dentro. Siempre tenía la esperanza de poder huir, pero sabía que había ojos vigilando, su dueño era el primero de ellos. 

Un niño de diez años era fácil de capturar. 

Igual que su presa, a la cual detectó casi de inmediato. El cazador debía ganarse su plato de comida, fue así como, activó todos sus sentidos y se convirtió en el fantasma, en el monstruo. Ella no lo sintió cuando rodeó el matorral, tampoco hizo mucho para salirse de su agarre, el monstruo había capturado una nueva presa para su dueño, y su corazón dolió por eso. 

Diez años no eran nada, su infancia..., su inocencia..., no existía. 

Y mientras arrastraba el cuerpo inconsciente de una loba omega, Harry deseó morir en ese instante, como cada vez, entre sus dientes tenía a la víctima número cincuenta y siete...

La culpa era demasiada... 

En piel animal no podía demostrar las emociones oscuras que le rodeaba para sofocarlo, por fuera era un depredador obediente a fuerzas, por el hambre que picaba en su estómago, por el dolor de sus huesos... Por dentro lloraba a gritos, en el exterior nada de eso se dejaba ver...

Y mientras sentía el pulso de su víctima, una pobre inocente que tuvo la mala suerte de extraviarse cerca del terreno privado de su dueño, sintió que no valía nada, que había nacido para convertirse en un monstruo que ya no quería sentir nada...

Si tan solo pudiera liberarse...

 

 




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