Capítulo 4

MI MISIÓN EN RUSIA
 

Calculando fríamente el tiempo que paso, fueron casi 4 meses, nunca tarde tanto en completar una misión, obviamente los Namikaze no me dijeron nada, debieron ver las noticias hace meses y entender que por ahora debía esconderme un tiempo. Sin embargo mi misión aun seguía en pie, ya tenía la ubicación de mi objetivo, me faltaban armas, además del pase al territorio de Victor Nikiforov, en el mundo bajo teníamos nuestras reglas pese a todo, entrar a los territorios de los mafiosos sin avisar, eran considerados como un robo a una propiedad en el mundo normal, así que si no quería a Nikiforov molesto conmigo, tenía que pedirle el pase, para entrar libremente a su territorio, llegar a mi objetivo y acabar con todo esto.

— debo reunirme primero con el antes que nada —mis maletas ya estaban hechas, había pedido permiso en el hospital, aunque tuve que sobornar un poco a mis propios jefes y al rector de la universidad, para que no digan nada, para mi supervisor que trabajaba para la división de testigos protegidos, la historia era que yo quería vacaciones en la hermosa ciudad de Moscú, por eso había gastado así la fortuna de mis padres, que ellos movieron sin complicaciones, así que no habían problemas, mi excusa era perfecta, aunque había una pequeña piedrita que me seguía molestando.

Me acerque a la ventana que daba a la calle de mi departamento y desde esta altura que era el quinto piso, pude ver a Itachi bajar de su auto, se dio cuenta que lo estaba mirando y me saludo con la mano, yo también lo salude y dejé de verlo, me senté en mi sofá y seguí meditando mi plan con el. En primer lugar ya no lo necesitaba, Zetsu consiguió tener otro infiltrado en la policía especial, ahora Zetsu o sus asistentes podrán llamarme y avisarme si surgía algún cambio, así que Itachi ya no era necesario para mi, en segundo lugar llegué a apreciar a Itachi, no lo llamaría amor, pero cariño si hay, en tercer lugar es que parece que Itachi sin querer se enamoro, puedo verlo en su mirada, en sus gestos, en la manera en la que me sonríe, durante este tiempo me estuvo cortejando y yo acepte ese cortejo, así que en parte creo que es culpa mía y por último en cuarto lugar, las cosas parecían ponerse serias, incluso para mi corazón, yo enserió analice todo, si me casara con Itachi, el seguiría siendo un policía especial, podría protegerme solo y aveces protegerlo, incluso si tenemos hijos, puedo cuidarlos de sus enemigos y los míos. Se que tiene un hermano que aun va al colegio, puedo ayudarlo con tutorias, soy inteligente, no me molestaría vivir todos juntos, lo aceptaría tal cual es, pero el problema era el futuro incierto, si Itachi alguna vez se enteraba de mi verdadera identidad, no sabría que hacer, aunque tenga una identidad falsa y no haya dejado pistas de mi, la posibilidad aun seguía ahi ¿que tal si en ese momento estoy embarazado? El podría entregarme y al final me quitarían a mi bebé, además de que el mismo me abandonaría, rompiendo la marca, era un escenario horrible, algo que podría pasar si el llegaba a enterarse.

— ¿lo dejo o sigo con el? —en ese momento escuche el timbre de mi departamento, fui a abrir y el estaba ahí, sonriendome, aunque parece nervioso— bienvenido Itachi, pasa —me hice a un lado y el entro.

— me da gusto verte, estaba trabajando y me avisaron que salías de viaje hoy 

— si, me avisaron también hace unas horas, al fin mi supervisor aprobó que viaje un poco, un tiempo a solas es lo que necesito —el solo asintió y se sentó en uno de mis sofás, yo de inmediato fui a buscar al refrigerador una lata de soda, se la pase y el sonrió agradecido, por lo que Zetsu me dijo, el solía salir después de un arduo entrenamiento en la policía especial, parece que esos días en los que salía después de entrenar venía a buscarme para relajarse— iba a avisar, aunque me dijiste que no te llame hasta que pasen las 18:00, por eso esperaba a que el reloj marque esa hora —eso era sencillo de explicar, desde que Itachi empezó con su cortejo más abiertamente, me dio horarios para llamarle o mandarle mensajes, incluso habían días donde no podía contactarme con él, yo sabía porque era, el iba a misiones de vez en cuando, aveces estaba constantemente con sus compañeros quienes no debían saber nada de mi aun, aveces interrogaba gente peligrosa, así que entiendo que me protegía, pero el debe tener una idea diferente, debe creer que yo dudo de él por esos horarios extraños, usaría esas dudas a mi favor.

— siento una vez más ponerte esos horarios... —el otra vez se disculpo, debe ser muy frustante para el, tener que ocultarme que es un policía de la fuerza especial, aunque claro, tenía sus razones, el creía que yo sabía que era un policía pero normal, de esos que patrullan o aveces ayudan en algunos casos o arrestos— de hecho antes de que te vayas quería hablarte de eso...

— claro, dime 

— bueno... aunque es sospechoso esta situación, no te estoy engañando ni nada, es solo que... hay varias personas que me odian por mi trabajo, esas personas son muy peligrosas y si se enteraran que tengo a alguien especial como tu o se enteran de mi hermano, el daño seria terrible...

— ¿pandilleros? —ante esa pregunta el me miro confundido— yo bueno, creo que puedo defenderme de ellos... escuche que los policías como tu aveces los acosaban pandilleros o personas a quienes les diste multas —el simplemente se río, enserió soy buen actor.

— no Deidara, no jajajajaja... yo bueno... no soy la clase de policía que crees —ahora entendía la razón de su nerviosismo, el iba a confesarme quien era, desde este punto entiendo que el planea poner las cosas más serias— Deidara —como estaba sentado a su lado el tomo mis manos, las acaricio y luego me dio un beso en los inudillos de cada mano— porfavor no me odies por mentirte....

— jamás podría odiarte 

— yo bueno... soy un policía de la fuerza especial de las Naciones Unidas, aunque en las noticias también nos llaman el escuadrón Akatsuki —bien, esta era una situación donde debía decidir ¿que hago? Bueno, la oportunidad estaba aquí, aunque mi corazón dolía ante la sola idea.