5 de Abril del 2021
Tres meses después de nuestra boda, tres años juntos, dos niñas preciosas y otra en camino, sí otra niña más en la familia. Enzo no se va a aburrir con tantas niñas a su alrededor. De luna de miel nos fuimos a África, y como no las niñas las dejamos con María y Julia. Fue una de las mejores semanas. Tampoco pudimos hacer mucho ya que estoy embarazada de 5 meses.
A Enzo le encanto tanto que él decidió que el nombre de la niña fuera África, y a mí me encanto. Llevamos una semana buscando otro ático en Malasaña ya que María va a mudarse con su novio y Julia ha decidido quedarse en el ático con Álvaro. Ayer por fin encontramos uno con dos plantas, cuatro habitaciones, dos baños y una cocina-salón con barra americana. Está totalmente amueblado y no necesita reforma.
Las niñas a veces siguen durmiendo con nosotros, pero mi barriga cada vez está más grande. Para este verano no hemos hecho muchos planes ya que la peque nace entre julio y agosto, pero en junio nos iremos a Elche como todos los años.
Mañana empezamos la mudanza y no puedo estar más agobiada ya que no puedo hacer nada porque el médico me ha obligado a hacer reposo. Las gemelas cada día están más grandes, ya andan y chapurrean algunas palabras, me las como cada vez que me llaman con sus vocecillas. Enzo lleva toda la mañana desmontando cosas para la mudanza, ya que nuestra habitación y la de las gemelas no están amuebladas. Me da pena dejar los recuerdos más maravillosos aquí, como cuando nos reconciliamos en aquella ventana haciendo la escena de Romeo y Julieta, o cuando me emocione cuando pintó aquella frase en la habitación de las niñas. Enzo me ha prometido que va a volver a hacerlo en la habitación de las gemelas y en la de África también.
Llevo dos horas fuera de casa con las niñas en su carrito porque me estaba poniendo nerviosa. Las peques están jugando en el parque. Al rato mi móvil empieza a sonar pero es un número que no conozco. Decido colgar, pero me siguen llamando y decido cogerlo, descuelgo.
- ¿Sí?- pregunto.
- Hola Alma ¿te acuerdas de mí?- mi cara estaba blanca.
- ¿Qué quieres Abraham? Y lo más importante ¿cómo tienes mi número?- me estaba asustando.
- Quiero que vuelvas conmigo porque te sigo queriendo e hice muy mal esa noche hace tres años. Pero lo más importante vas a pagar por haberme metido en la cárcel y alguien de tu familia va a salir perdiendo. Por cierto tienes unas niñas preciosas.- dijo al final riéndose con malicia.
- No, por favor a mis niñas no. Te lo pido por favor.-dije sollozando.
- No a las niñas no les va a pasar nada, ni al bebé que vas a tener tampoco, pero tu marido puede que sí o cualquiera de tu dos amigas.-
- No por favor, ¿Qué quieres de mí?- dije llorando y menos mal que solo estábamos nosotras en el parque.
- Quiero que vuelvas conmigo.- dijo gritando desde el otro lado de la línea.
- No, nunca volvería con un psicópata como tú, en mi vida.-
- Te arrepentirás de tus palabras y sucederán cosas que no te gustarán nada y te harán mucho daño. Adiós Alma estate alerta.-
Y colgó, no podía reaccionar, y lo único que pude hacer fue llamar a Juls y a María.
- Juls, puedes venir al parque por favor, es muy importante.- dije llorando.
- Alma me estas asustando- dijo Julia.
- Por favor rápido, te necesito aquí y llama a María también.-
- Vale, salgo ya.
- Por favor rápido- dije sin dejar de llorar y le colgué.
A los diez minutos llegaron, los diez minutos más largos de toda mi vida. Me vieron y corrieron hacia mí para abrazarme.
- ¿Qué ha pasado Alma?- dijo María preocupada.
- De las ocho mil millones de personas que hay en el mundo, tiene que llamar la persona que más odio en este mundo y miedo le tengo.- dije con rabia.
- ¿Alma quién te ha llamado?- pregunto Juls.
- Abraham- dije susurrando. A Julia y María se les puso la cara blanca y con miedo.
- ¿Y qué te ha dicho?- pregunto María.
- Que quiere volver conmigo y que le perdone.-
- ¿Cómo?, no me creo que este haciendo esto.- dijo Julia.
- Y además me dijo que si no volvía con él iba a haber consecuencias que alguien que quería las iba a pagar.-dije sin poder dejar de llorar.
- Como le haga algo a las niñas no sale vivo.-dijo Julia enfadada.
- No no, me ha dicho que no les va a hacer nada y lo que más me extraña es como sabe que estoy embarazada, me estoy asustando un montón y lo peor es que creo que va a ir a por Enzo.-
- Mira vamos a hacer una cosa-dijo María- voy a ayudar a Enzo a terminar la mudanza con ayuda de Darío y me voy con vosotros un tiempo a vivir hasta que se calmen un poco las cosas.-
- Yo también me mudare con vosotros y ayudaré lo máximo posible y además necesitas hablar con Enzo de lo que ha pasado- dijo Julia.
Nos fuimos las cinco del parque, llegamos a casa y preparé la comida con ayuda de ellas. Enzo estaba en el otro piso y llegaría para comer. Las niñas terminaron de comer y se durmieron en el carrito. Al rato llego Enzo y comimos tranquilos. Cuando terminamos recogí la cocina y nos sentamos en el sofá, Juls se sentó a mi lado y María enfrente vigilando a las niñas.
- Chicas, se lo podéis contar vosotras por favor.- dije sin voz y empezando a sollozar.
- Enzo- empezó Julia- a Alma la ha llamado hoy su ex Abraham amenazándola de que si no vuelve con él, va a tener consecuencias graves, pero le ha prometido que a las niñas y lo que no comprendemos ninguna de las tres es como sabe que está embarazada.-concluyó Julia.
- A ese cabrón, te juro que lo mato,-dijo Enzo gritando- como te haga algo a ti,- dijo señalándome- a tus amigas o a las niñas, te juro que no sale vivo.-
- Tenemos que hacer algo al respecto, y que sepáis que os vamos a ayudar en lo máximo posible.- dijo María
- Gracias chicas- dijimos Enzo y yo al unísono.
Las chicas se fueron a sus casas para coger algo de ropa y Enzo y yo nos fuimos al ático nuevo ya que terminaron de montarlo todo. Terminamos de coger las cosas de las niñas y nuestras y nos fuimos.