Omnia

XVIII

8 de noviembre del 2021

"I remember the smell of your skin
I remember everything
I remember all the moves
I remember you yeah
I remember the nights, you know I still do"

Bryan Adams

En el mundo hay cerca 8 mil millones de personas, al día mueren doscientas mil personas y al amor de mi vida le toco ese día, y al amor de mi vida le toco ese día. El funeral ha sido precioso, nadie en ningún momento ha dejado de llorar. Desde que se fue mi hermana se vino conmigo a vivir y se lo agradecí muchísimo. María y Julia se quedaron a cenar con sus respectivas parejas. Cenamos con anécdotas de todos nuestros años juntos, pero le prometí ser fuerte y nunca me perdonaría romper la última promesa que le hice.

Terminamos de cenar y recoger todo con la ayuda de María.

-¿Cómo estás?- me pregunta María.

-¿Quieres que te diga la verdad o que te mienta?-le conteste conteniéndome las ganas de llorar.

-La verdad mi vida- dijo dándome un beso en la mejilla.

-Mal, destrozada, derrotada, pero le prometí a Enzo que iba a ser fuerte y no pienso romper la promesa-dije abrazándola- quiero que ese hijo de puta pague por lo que ha hecho.

-Cariño quiero que seas siempre fuerte, y pase lo que pase, siempre voy a estar a tu lado.

-Te quiero muchísimo Mari.-

-Y yo a ti mi vida- nos abrazamos como si fuera el fin del mundo.

-Alma ¿puedes venir un momento?- me llamó Julia desde el salón.

-Voy, un momento.-dije secándome las lágrimas.

Salí de la cocina y vi que Álvaro tenía una carta en la mano y en la mesa una caja bastante grande.

-¿Qué es eso?-pregunté intrigada

-Dos días antes de que pasara lo de Enzo-comenzó Álvaro- me dijo que no iba a salir bien lo que había pasado, se esperaba lo peor, me encargo que llevase su alianza y que hiciese esto- era un medallón con la fecha de nuestra boda y las iniciales de los cinco, no me pude contener y empecé a llorar- también me dejo esta carta para ti, pero me dijo que la leyeses a solas y que cuando terminaras de leértela, me llamaras y vendría a darte otra cosa.-

-A nosotras- dijo Julia señalando a María- nos dijo que te cuidásemos como lo hacía él todos los días. Que él estaría todos los días pensando en ti donde quiera que esté- no me contuve y seguí llorando y abrazándolos.

Al rato se fueron y me ayudaron antes a dormir a las niñas. Les echaban de menos y no entendían porque su papi no volvería nunca más. Deshice la cama y cogí la carta y empecé a leer.

"Alma, el amor de mi vida, mi fiel compañera. Hemos pasado muchos momentos juntos, los mejores de mi vida. Quiero que sepas que me has marcado muchísimo que has hecho que me enamorará de ti, te propusiste el ganarme y lo hiciste, y con creces. Sí Álvaro te ha dado esto es porque lo que no quería que pasase, ha ocurrido. Me he ido para siempre, pero se con total seguridad que nos volveremos a encontrar. Quiero que siempre me recuerdes, que llores de felicidad por mí, como cuando Adrianna y Valeria querían que vieses con ellas Coco y no podías dejar de llorar, porque estabas feliz de que recordase a su padre. Quiero que recuerdes el día de nuestra boda, ibas preciosa con ese vestido y con la poquita barriga que se te notaba, cuando me dijiste que estabas embarazada. O nuestro reencuentro en la ventana, cuando me perdonaste por lo que te hice. Y se me olvidaba lo mejor, aquella patada en el parto de África o el esguince de muñeca del parto de las gemelas. Las tres son tu viva imagen y me hubiera encantado tener a nuestro cuarto hijo y ya sí que seriamos una familia numerosa- me salió una sonrisa en esa parte- Quiero que seas feliz aunque no sea conmigo. Acuérdate de la canción de Alejando Sanz que tanto te gusta que dice así: Pero eres mía, tan fuertemente mía. Que hasta me siento un ser injusto y egoísta. Pero quería decirte un hasta siempre y sin embargo he suplicado quédate siempre a mi lado. Los dos juntos contra el resto del mundo... Tú lo eres y serás TODO para mí. Nunca, nunca quiero que seas frágil, eres la mujer más maravillosa de este mundo, y siempre te voy a querer. Nunca lo olvides. Diles a las peques que las quiero. Y a ti te quiero más que a mi vida de aquí hasta el fin del mundo. 
Enzo"

Su letra era cansada, sin fuerzas, la más bonita. Necesitaba ser fuerte por él y toda mi familia. Lo quiero tanto que no sé qué será de mi vida sin él, pero no puedo derrumbarme. Al rato acabé dormida, con una de sus camisetas, necesitaba oler su aroma, tener algo de él con que me sintiese en casa.

A la mañana siguiente

Cuando llegue al salón me fije que todavía no había abierto la caja, asique decidí hacerme una taza de café para despertarme mejor.

Cuando me la tomé, regrese al salón y abrí la caja. Me quede asombrada de lo que había dentro había un rosa en la que ponía: ¿No serás tú la rosa más bella del jardín? Te quiero mucho. No será la última rosa que te llegara cuando yo ya no este, así que no te sorprendas si te llegan más.

No pude evitar llorar de la emoción, cada detalle que tenía el me hacía reír. Dentro también estaba la última foto que nos hicimos juntos con las niñas en la playa poco antes de volver de nuestras vacaciones cuando nació África. Las emociones las tenía a flor de piel y no paraba de llorar.

Cuando las niñas desayunaron llame a Julia y les dije que ya podían venir a casa para ver qué era lo otro que me tenía que dar Álvaro de Enzo.

Julia entro por la puerta y me dio un abrazo larguísimo y se fue con las niñas a la habitación dejándome con Álvaro.

-Alma-dijo abrazándome- Enzo me dejo dos cosas para ti, pero ayer no quería dártelas para que durmieras un poco, porque por lo que veo no has dormido mucho.-

-No la verdad es que no- contesté.

-Enzo me contó que se hizo un seguro de vida, en el cuál estabais incluidas las cuatro-dijo y tenía la cara de asombro ya que no sabía que tuviese uno- él quería que lo utilizases para contratar al mejor abogado, y también para las niñas y a para ti.




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