Once upon a time in a cafe (libro #1))

Capitulo 43: Emboscada

La vida tenía que continuar o no? Después de la tormenta sale el sol, detrás del arcoíris hay grandes cosas esperándonos . Todas esas eran frases hechas que me repetía cada mañana al levantarme de la cama para salir a trabajar y poner lo mejor de mí. 
Aún había una cosa que no podía hacer , pagar las cuotas de mi préstamos , es por eso que la que hacia eso era Maddie o Kenton. 
No podía verle la cara aún a William, lamentablemente me topé con ella un día mientras miraba el diario local . Había una nota que se encargaba de resaltar al joven empresario local que había ganado mucho en su firma. 
Claro nadie sabia que lo había hecho de la mano de una ilusa como yo.Sin mi nada de habría pasado.No es que me quería dar demasiada importancia , ni me creía la gran cosa. 
Las cosas en el trabajo por suerte estaban marchando bastante bien.Y solo faltaba unas dos o tres semanas para la inauguración de mi café. 
No podía creer que algo que parecía tan lejano estaba ya casi al alcance de mis manos. Por suerte mis padres habían reservado esta vez con tiempo los boletos de avión para venir a la gran apertura.  
Solo faltaba conseguir la habilitación y ya estaría todo listo,seria la dueña de mi gran sueño, de una cafetería hermosa y podría decirme al fin adiós a Starbucks. 
-Aquí tiene su latte y sus croissants-le dije a una señora que se encontraba en la mesa 9 . 
-Muchas gracias ,señorita-la escuché decir mientras me alejaba de allí lentamente. 
Debo haberme dado la vuelta demasiado rápido porque sentí un gran mareo, todo a mi alrededor estaba girando sin control. 
Tuve que sostenerme de una silla para no terminar en el piso.Jill fue a mi rescate. 
-Te encuentras bien? 
-Si, si,solo me mar… 
Sentí como mi desayuno subió por mi garganta  sin control. Esto no podía ser bueno, no podía estar pasándome esto ahora. 
-Disculpame-dije antes de desaparecer dentro del baño. 
Cerré la puerta y dejé que solo ocurriera.Adiós a mi desayuno.Y mi buen humor en el día de hoy. Tres golpes secos en la puerta me trajeron a la realidad de vuelta. 
-Oli, como estás? 
-Ya estoy mejor , no te preocupes. 
-Segura? 
-Si, debe haber sido que la leche que le puse a mi café esta mañana estaba en mal estado, solo eso. 
-Bien, te espero adelante. 
-Genial-dije en un murmullo. 
Me lavé la cara para seguir con mi tarea . Además no podía permitirme estar mal esta noche.Sería nuestra noche de chicas, íbamos a salir a una discoteca.Tendría que preparar mi estómago para tal acontecimiento. 
Cuando mi turno llegó a su fin, las cosas ya estaban todas preparadas, Maddie pasaría por mí en quince minutos e iremos al bar a tomar algo. 
-Nos vemos mañana? 
-Nos vemos, te encuentras mejor?-preguntó Ben. 
-Si cariño, estoy mejor.Solo me cayó mal el desayuno. 
-Me alegra saber eso-hizo una pausa-No, o sea no quiero decir que me alegra escuchar que te cayó mal el desayuno, digo que me alegra saber que estás mejor , todos estábamos muy preocupados ti. 
-Ya pasó-le ofrecí una sonrisa para tranquilizarlo. 
-Nos vemos este lunes.Diviertete. 
-Eso planeo hacer-le guiñe un ojo antes de salir. 
Si por algo se caracterizaba mi amiga era por su sobre puntualidad. Un ejemplo de eso ,es que había llegado aquí 15 minutos antes. 
-Lista-gritó por la ventanilla-Jill ya está en el bar.Y dice que hay muchas cosas lindas para ver. 
La miré sorprendida. 
-Qué? Estoy casada, no ciega. 
-No cambies nunca por favor. 
-No planeo hacerlo.Ahora súbete . La noche nos espera. 
Cuando llegamos al bar las luces y la música nos golpeaban con toda su furia, y nos daban ganas de ser otras personas en ese momento. 
Nos acercamos a la barra donde nuestra amiga nos esperaba. 
-Ya ordené por nosotras. 3 cervezas rubias y un gran bol de maní.Luego pasaremos a las grandes ligas. 
Y por grandes ligas se refería al vodka y tragos más pesados.Ella conocía de eso.Y por ese camino nos llevó. 
-Están listas?Debemos irnos a bailar,pongamos estos cuerpos en movimiento-dijo Maddie. 
-Claro que lo estamos –respondí-déjame ir al baño.Ya vuelvo. 
Mientras me hacia paso por el lugar , entre gente que gritaba , bailaba y disfrutaba alguien tomó mi brazo y me llevó a un pasillo . 
-No grites, soy yo-dijo una voz que lamentablemente para mí era demasiado conocida. 
-Qué haces aquí?Suéltame. 
-No, hasta que no hables conmigo. 
-Ya hablé todo lo que tenía que hablar contigo.Y además no tengo tiempo, debo irme con mis amigas. 
-Tus amigas se fueron. 
-Cómo lo sabes? 
-Porque ellas me enviaron un mensaje diciéndomelo-me mostró su teléfono. 
Esas arpías me engañaron, me habían emboscado. 
-Me temo que eres todo lo que te queda. 
 



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En el texto hay: diversion, romance, amor

Editado: 23.05.2020

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