Debo haber quedado como una estúpida , lo sabía. Como una cobarde , diría yo.Pero como se supone que debía reaccionar al tener frente a mí a una de las personas que mas quise y que más me rompió el corazón.
Me miré al espejo y vagamente pude reconocerme . Mi maquillaje estaba corrido,mis mejillas estaban más rosadas que de costumbre y mi labio estaba hinchado porque lo había mordido furiosamente para contener mis lágrimas.
La habitación comenzaba a girar y podía sentir el gusto metálico de mi sangre en mi boca por el corte que mis dientes habían provocado.
Mis pensamientos fueron interrumpidos por fuertes golpes en la puerta.
-Amber, estas bien?-podia notar la preocupación en su voz.
Intenté sonar lo más calmada posible al hablar pero nada salió de mi boca.Sequé mis lagrimas, acomodé mi ropa y puse en mi cara la mejor sonrisa de “estoy bien”.
Abri la puerta y ahí estaba Ian con los ojos muy abiertos y la preocupación reflejada en su cara, demostrándome que no se creía ni un poco mi actuación.
-Ven aquí-dijo abriendo los brazos de par en par.
No lo soporté.Caí en sus brazos como una niña pequeña que había perdido a sus padres y los encontró por horas , de esa manera, con ese alivio me rendi ante su consuelo y rompi a llorar llenando de maquillaje su ropa.
-Sacalo todo-dijo masajeando mi espalda.
Las lágrimas parecían no tener fin, y es por eso que me tomó de la mano y nos dirigimos a la puerta.Al notar mi negativa solo dijo.
-Pasa con la cabeza gacha y no lo oigas.
Cuando pasamos al lado de él todo sucedió en cámara lenta. Kenton me tomó del brazo para preguntarme si estaba bien pero pude zafarme de su agarre justo a tiempo gracias a la obra de gracia de Ian.
Sus palabras fueron como una daga que se clavó en mi corazón. No entendía como después de tanto tiempo , de todo lo que había pasado , tenia el valor de hablarme.
Cuando llegamos al auto, sentí un gran alivio al saber que ya no lo vería más.
-No volveremos aquí-dijo leyéndome la mente y poniendo a andar el auto.
-Adonde vamos ahora?
-Al super.Por lo que veo necesitas mucha comida de consuelo.
-En eso no te equivocas-dije soltando una sonrisa triste.
-Pocas veces me equivoco.
-Debes pensar que estoy loca, apenas me conoces y ya me has visto quebrarme más veces que cualquier otra persona.
-No creo que estes loca-hizo una pausa-Solo pienso que tienes el corazón muy roto.
Suspiré mientras me acomodaba el pelo detrás de mi oreja.
-Tienes razón casi nunca te equivocas.
-Y cuando estes lista quiero escuchar esta historia.
-Lo prometo que la escucharas.
-Ahora vamos,debemos comprar un monton de cosas.
Entramos al gran supermercado y la música ambiental me hizo sonreir.
-Que pasa?-me miró intrigado.
-Nada solo me alegra no tener que escuchar la típica música de ascensor cuando realizo las compras del mes.
-Lo sé, conozco ese sentimiento.Ahora vamos que tenemos mucho que comprar.
El lugar estaba semi vacio por lo que encontrar lo que queríamos no era tarea difícil.
Cada uno fue por un pasillo distinto.Y mientras caminaba para reunirme con én en la góndola de las frutas y verduras pensaba en como me había acostumbrado a su presencia en casa.
Una mujer se acercó a nosotros y nos miró con ternura en su arrugado rostro.
-Disculpen mi atrevimiento,pero quiero sacarme una duda.
Un silnecio incomodo se apoderó de nosotros pero no duró, porque él me tomó desprevenida, me tomó de la cintura y beso mi mejilla.
-Sigan así ,hacen una linda pareja.Gracias por responder a mi pregunta-su risa se escuchó por el pasillo a medida que caminaba.
-Por qué hiciste eso?
-No quería desilusionarla.
-Pues no lo vuelvas a hacer .Nunca más-dije antes de marcharme del lugar.