El camino a casa se hizo más largo de lo normal sobretodo por los pensamientos que no paraban de martillar mi cerebro.Y la lluvia que caía no me hacía sentir mucho mejor. Si esto fuese una película, esta sería la típica escena en la que ruegas que el protagonista aparezca de repente y solucione todo arreglando los errores, salvando a la damisela en peligro y curando su corazón.
Pero esta era la vida real y yo no necesitaba nada de eso.
Coloque la llave en la cerradura y en cuanto puse un pie en la casa el dulce ronroneo de Misky me hizo sentir un poco mejor.
Dejpe las cosas en el sofá y subi directamente a mi habitación.
Solo quería recostarme y dejar que este trágico día acabara. Tomé mi celular.Tenía muchas ganas de llamar a Jess pero no quería arruinar su luna de miel .No tenía mucho tiempo libre con Kevin y sería bastante egoísta hacérselo usar en una charla absurda.
Ya era lo suficientemente adulta para resolver mis problemas por mi misma, verdad?Pero lo fuese o no en estos momentos lo único que quería hacer era cerrar los ojos y rogar que esto acabara de una vez.
Tomé mis auriculares que descansaban en mi mesita de luz.Coloqué la primer canción que apareció en la lista y me giré dándole la espalda a la puerta.Me abraze fuerte en un intento por reconformarme a mi misma y solo dejé que la música me llevara a otro lugar, uno mucho mejor.
No fui consciente de que alguien había abierto mi puerta hasta que sentí unos pasos acercarse a mi puerta.Una parte de mi rogaba que fuese Jess pero no lo era
-Amber estas ahí.
No me molesté en responderle.
-Vamos,se que estas ahí, tus cosas están en el sofá.Abre por favor-podia sentir la desesperación en su voz.
Deberia haber salido pero no lo hice.
-Amber lo siento-fue lo ultimo que oi antes de sumirme en un profundo sueño en el que me encontré corriendo en una carrera sin final y en algún momento apareció Kenton sonriendo diciéndome con arrogancia “ya no te quiero”.