Esta vez fui yo quien lo tomó por sorpresa y tardó unos segundos en responder. Pero cuando lo hizo fue de la manera en la que lo esperaba pe´gandome a su cuerpo y tomándome por la cintura en un fuerte esfuerzo por evitar que me fuera.
No nos separamos hasta que estuvimos dentro de la habitación y caí sobre su colchón.
Los dos nos reímos ante la escena que estábamos viviendo.
-Vaya cama te ha tocado-dije -Cuando Jess vuelva le pediré que me de esta a mí.
Poso su boca en mi cuello y dejó un beso entre la unión de mi oreja y mi cuello justo como el que me había dado más temprano en la fiesta. Esta vez no tuve ningún recado al dejar salir el sonido de satisfacción.
-Traquila gatita, si sigues así vas a despertar a los vecinos.
-Cállate y bésame-contesté intentando no sonar desesperada o tan desesperada.
-Sí señora.respondió con una sonrisa y se puso manos a la obra .
La ropa quedó esparcida por todas parte de la habitación. éramos como un par de adolescentes con las horomonas enloquecidas. Nuestros echos subían y bajaban a una velocidad alarmante.Podía jurar que escuchaba mis propios látidos.
-¿Te molestaría apagar la luz?
-Como quieras-contestó besando mi frente y levantándose
Cuando volvió a la cama sentí como esta se hundía bajo su pecho y escuché el inconfundible ruido del envoltorio rompiéndose.
La expectativa, la ansiedad y la locura que es´tabamos a punto de cometer habían elevado mi adrenalina al tope.
Le hice un lugar entre mis piernas y para el momento en el que lo tuve dentro de mí,me dejé ir.Por completo.
No sé cuantas veces lo hicimos, solo sé que para cuando la luna estaba en su máximo respnador , yo ya estaba durmiendo sobre su pecho con una gran sonrisa en mi cara. De alguna manera super que había querido que esto ocurriera desde el momento en el que Ian puso un pie en mi casa