Salimos del lugar y mi sonrisa era más grande que la de un niño en Navidad cuando obtiene lo que quiere.
-Y ahora si me lo permites , te llevaré a comer , porque al parecer tu estómago está reclamando algo y ambos sabemos que es.
-Me descubriste-admití con algo de culpa.
Recorrimos el lugar de comidas del aeropuerto intentando decidirnos por un menú. No podía ser cualquier. Era una ocasión especial y como tal debía ser única.
Pero la tarea se dificultó al no encontrar algo en común.
-Pastas -dijo Ian.
-Hamburguesas.
-Sushi.
-Tacos-contraataqué-
-Ya sé como resolveremos esto-
-¿Si? DIme.
-Jugaremos piedra,papel o tijera. Si gano yo comeremos lo que yo quiera y si ganas tú, comeremos lo que a tí se te de la gana.
-Nunca maduraremos así , lo sabes.
-Eso mataría nuestra esencia querida.Ahora juguemos.
Luego de 3 intentos y de que por una vez en mi vida la suerte se mostrara de mi lado, gané yo.
-Vamos por esos tacos-dije tomándolo de la mano mientras tarareaba por lo bajo "We Are The Champions" de Queen.
Nos sentamos en una de las mesas que daban a la pista de aterrizaje y ordenamos una súper dotación de nachos y tacos.
-Cuando vayas a visitarme , iremos a la pista de patinaje sobre hielo.
-¿Pero eso no se usa en el invierno?-lo miré confundida.
-No en mi ciudad-dijo mientras tomaba mi mano y se la llevaba a los labios para besarla sin quitar sus ojos de los míos.
Continúamos hablando mientras devorábamos la comida que teníamos en frente.
Sin embargo y a medida que pasaba el tiempo, tomaba consciencia de que esta sería nuestra última comida juntos y eso me dejó un sabor bastante amargo en la boca.