Se subió al avión exactamente a las 2:30. Nadie entendería ni sabría porque sabía yo eso , pero lo sabía. Tal vez fue porque quise detener el tiempo lo más que pude para evitar que se fuera ,que luo de haber estado mirando al reloj cada minuto, la hora en laque se embarcó quedó grabada en mi cabeza.
Demás está decir que en el momento en el que él me rodeó la cintura con sus brazos, volví a llorar como si no hubiese un mañana. Mientras intentaba consolarme , me entregó un pequeño sobre , generando en mí una mirada de confusión.
-Tan solo tómalo-dijo pasando su brazo por mi espalda.
-Okay...¿Pero un cd?
-¿Qué tiene?- ahora era su turno de lucir confundido.
-Por dios ¿quien usa cds en pleno 2019? Es el siglo XXI .Modernizate.
-No me dejarás en paz ni en nuestro último momento juntos,verdad?
-Me conoces tan bien-dije besándolo.
Mi arrebato lo tomó desprevenido haciéndolo tambalearse hacia atrás. Para cuando se recuperó no tardó en tomar la delantera en el asunto ,tomando sus labios entre los míos,demostrándo a su manera que este amor no estaba acabado. De hecho estaba muy lejos de eso.
-Si fuese otro lugar y otro momento, te llevaría al baño para darte algo para que me recuerdes mejor.
-Que atrevido eres!-intenté sonar ofendida.
-Sabes que lo quieres.
-Sabes que si.Pero se que que cuando menos lo esperemos , volveremos a estar juntos.
-Además hay muchos medios para divertirse.
-¿Como cuáles?
-Los teléfonos son muy útiles en ese sentido.
Esta vez mi sorpresa fue completamente genuina.
-No te tenía como uno de esos.
Ian intentó actuar como un niño inocente ,pero su inocencia se evaporó en un segundo-
¿Qué quieres que te diga? Soy una caja de sorpresas.
La chillona voz anunció por los parlantes que había legado la hora de que su avión partiera.
-Ahora debo irme,pero pronto nos veremos de nuevo. Recuerda, esta vez es tu turno de visitarme.
-No te librarás de mi tan fácil.
-No quiero que eso ocurra ni en un millón de años-dijo acercándose a mí y besándome en la frente.
-Te amo-dijo mietras tomaba sus cosas y se alejaba.
-Yo tambien.
-Nos vemos pronto-fue lo último que dijo antes de desaparecer.
Esa promesa fue lo único que evitó que mi corazón se rompiera aún más.Como no me encantaba la idea de regresar a casa y encontrarla vacía, decidí parar en el Starbucks y ordenar el café más grande y cargado posible.
Mi teléfono sonó en mi bolsillo.
-Ya volvi .Xoxo, J-
Al menos ya no estaría sola. El aparato volvió a sonar.
-Y tienes mucho que contarme.
Genial, ahora sabía todo.
-Estoy en Starbucks, ¿te llevo algo?
-Lo mismo de siempre.Yo hornearé los brownies.
-Será una charla larga.
-No tienes idea cuanto.
Pagué mi café y mi llevé dos lattes XXL, ganandome una mirada curiosa por parte de la cajera que pensaba que tenía algún tipo raro de adicción al café. No se equivocaba.
Me subí al auto y saqué de mi bolso el pequeño sobre que Ian me había entregado. Lo coloqué en el estéreo y al sacar el cd , un pequeño papel cayó en mi falda.
-Hice un compilado de todas las canciones que escuchamos y algunas que te recordarán a mi.Espero que te gusten.
Inmediatamente le escribí un mensaje , que eguro leería al llegar a casa.
-Nadie había hecho algo tan dulce por mí. Lo escucharé todas las noches. Te amo. XOXO.A.