Caminé hasta mi habitaciín y cerré con seguro. Como si aquello evitara que Jessica pegara la oreja a la puerta para escuchar todo lo que hablábamos.
Apoyé el teléfono sobre mi oído y al principio solo pude escuchar un silencio que solo era interrumpido por su respiración agitada e irregular.
Demás estaba decir que él estaba igual de nervioso que yo ante este nuevo método de comunicación que usaríamos de ahora en adelante.
-Hola -dijo finalmente.
-Por fin-suspiré aliviada-Creía que habías perdido la voz y sería uno de esos momentos en los que tendría que tomar yo las riendas de la conversación.
-Por más que ame escucahrte hablar,yo tambien quiero ahcerlo.
-Entonces hazlo-dije haciendo movimientos raros con mis manos siendo consciente de que Ian no podría verme.
-Ya llegué acasa , sano y salvo-dijo sonriente del otro lado de la línea.
No me hacía falta ninguna videollamda para saber que estaba haciendo eso. Por algún extraño motivmo habíamos desarrollado una conexión que nos dejaba percibir los sentimientos del otro apun cuando estábamos alejados.
-Eso es un gran avance-dije uniendome a él dentro de esa burbuja de felicidad que solo nosotros sabíamos armar-CUéntame.¿Qué se siente estar ahí despues de tanto tiempo?
-¿Puedo serte honestp?-preguntó dubitativo.
-Me sentiría muy ofendida si no lo haces.
-Me siento muy solo aquí.
-Deberías haberte llevado a Misky contigo.
-Jaja,que graciosa eres.
-Puedo ser un encanto cuando me lo propongo-
-De eso no tengo ninguna duda. Me has hechizado Amber ¿dime que has hecho conmigo?
-Tomé un poco de tu pelo mientras dormías para hacer un pequeño ritual vudu para que te fijara en mí.
Hice una pausa a propósito.
-¿No te dije?Asi es como consigo a todas mis parejas.
-¿Esta es la parte en la que salgo corriendo?
-No, puedes quedarte tranquilo. Creo que mi carisma,mi amabilidad y mi belleza te cautivaron, que es por eso que ahora no puedes escapar de mí.
-Quiero que estes aquí-contestó casi rogando.
-Cuando menos lo esperes estaré allí.
-Acercate a la rosa que te compré.
-¿Para qué?-fruncí el ceño.
-Cuando el último ppetalo caiga, ese mismo día ,deberás tomar un avión y vendrás a visitarme.
.Vigilaré con mi alma esta rosa.
-Esa es mi chica.Ahora debo irme.Te amo.
-Yo también-dije con un hilo de voz.
Corté a regañadientes aquella llaada y me acerqué a la puerta.La detrabé y en cuanto lo hice, Jess cayó de narices al suelo.
-¿Disculpa?-la miré desde mi altura.
-No pude evitarlo.Son muy tiernos.Además te buscan en la puerta.