Mi mirada bajó y subió tan rápido como mi ritmo cardíaco y tenía que hacer algo para controlarlo.
¿Quería ir? ¿Debia ir? ¿Era correcto hacerlo? Esas y otras preguntas se pasaban por mi mente mientras los segundos corrían y se transformaban sin piedad en minutos y la cara de Ian iba cambiando a medida que los nervios lo consumían. Antes de pensarlo mejor,mi boca actuó antes que mi cerebro.
-Si-dije más segura de lo que estaba.
-¿Segura?
-Si-respondí.
Si seguía dándole vueltas al asunto diría que no,es por eso que decidí cortar el tema ahí.
La moza que obviamente conocía a lan , se acercó y nos preguntó que ordenaríamos.
-Dos de lo mismo de siempre.
-En marcha-dojo la mujer entrada en años que se alejaba rápidamente de nuestra mesa.
-¿Qué es "lo mismo de siempre"?
-Come y disfruta.
Cuando estuvimos de vuelta en el auto me dí cuenta de porque debía comer y disfrutar . Lo mismo de siempre fue una hamburguesa triple con papas y un batido de frutos rojos.
Cuando llegamos a casa aún estaba llena.
-Apenas puedo subir las escaleras.¿Qué me hiciste?-me quejé.
-Te alimenté-contestó muy a gusto-Ve a la cama , yo ya subo. Elige una película.
-Si señor.
Cuando el reloj marcó las 23 , estábamos en la cama viendo una película, él la veía en realidad, yo me había quedado dormida.
Fue el sol que entraba por la ventana lo que me despertó al otro día y el ataque de histeria me desbordó.
-¿Qué debo ponerme?¿Cómo me peino?¿Qué digo?-dije caminando por toda la habitación.
Ian me tomó del brazo y me obligó a mirarlo.
-Tranquilizate.Te amarán.
-¿Cómo estás tan seguro?
-Porque ellos aman todo aquello que me hace feliz y tu me haces extremadamente feliz.