El viaje en auto me permitió relajarme y volver a estresarme y relajarme de nuevo.
-Todo saldrá bien-repetía Ian mientras me tomaba una de las manos entre las suyas y agarraba el volante con la otra.
Fue alrededor del 5to "todo estara bien" cuando dijo:
-Ya llegamos.
Y al levantar mis manos la vista me maravilló por completo. Un gran portón gris nos daba la bienvenida y a este lo rodeaban dos grandes murales de hiedra. El contraste del verde y el gris lo hacía ver aún más majestuoso y elegante.
Dos autos estaban delante nuestro bloqueando nuestro paso.
-Cuando entremos no dejes que nada de lo que veas te intimide.
-Okay-respondí dubitativa sin saber que me iba a encontrar del otro lado.
Pero cuando cruzamo ese muro de metal, entendí porque había diocho aquello.
Una gran casa de 2 pisos varias habitaciones se ergía imponente delante nuestro.
-Bienvenida a mi humilde morada.
-Pff , humilde es poco-repliqué.
-Ya sabes el dicho, hazlo grande o no lo hagas-agregó nervioso rascándose la nuca.
-¿Te encuentras bien?-te noto nervioso.
-Si.Lo estoy-sonrió mirandome-Es un día importante para mí.
Tomé su mano entre las mías en un gesto para calmarlo.
Al llegar a la entrada,un valet nos recibió y por supuesto se llevó auto.
Una pareja anciana nos estaba esperando en la puerta.
-Mamá , papá ella es Amber Rose, Amber ellos son mis padres.
-Un gusto-dije estrechando las manos de ambos antes de que se alejaran.
-Ok esto no fue tan difícil-susurré en su oído.
El resto de la mañana no fue nada más que presentaciones, copas de champagne y comida.
En la mitad de la cuarta copa de la bebida burbuejante, una rubia en un vestido blanco se acercó a saludarnos.
-Soy Daisy-dijo mientras estrechaba mi mano.
-Daisy,ella es Amber-hizo una pausa-Mi novia.
Había algo que no me gustaba en su forma de hablar ni en su forma de pararse. Me daba mala espina.
-Si nos vamos a presentar con títulos, me presento de nuevo.Soy Daisy, su ex novia-hizo otra pausa.Y ex prometida.
El corazón se cayó a mis pies , pero Ian supo como hacer de la situación algo menos incómoda.
-Lo siento Daisy , debemos irnos -me tomó de la mano-Debemos hacer un anuncio.
-¿De qué hablas?-lo miré confundida.
En el camino hacia el gran balcon , tomó dos copas de lo que parecía ser vino blanco ,bebió una de un gran trago y se quedó con la otra en su mano libre.
-Un minuto por favor-dijo llamando la atención de todos desde donde estábamos-Como todos sabrán hoy no estoy solo,estoy acompañado de esta hermosa mujer-me pegó más a él.-La conocí e inmediatamente me enamoré de ella aunque creo que no lo notó pero me cautivó rápidamente,
Me mostró todas y cada una de sus facetas y en estos últimos días ha hecho que me diera cuenta de que no quiero nada más que pasar el resto de mis días con ella.
Mi corazón comenzó a acelerarse a medida que se apartaba de mí.
-Sé que esto es apresurado,no espero que diga que si y de hacerlo no espero que ocurra inmediatamente. Amber Rose Gordon Levitt-se puso de rodillas y sacó una pequeña caja de su bolsillo-¿Me harías el honor de sermi esposa en algún momento de nuestras vidas?
Fue el " en algún momento de nuestras vidas" lo que me convenció.
-Si y mil veces si-dije con mi voz quebrada y los ojos llorosos.
Todo era tan surreal,todos se acercaron a felicitarnos , en especial a mí,lo que lo hacía aún más especial.
-Acabas de hacerme el hombre más feliz del mundo-susurró a mi oído antes de besarme.
-Y tú la mujer más dichosa en este planeta-respondí devolviendole el beso.
-Debo ir a hablar con mi padre, no te muevas de aquí.
-No lo haré.
La gente seguía acercandose a mi,preguntandome como nos conocímos.Los minutos pasaban y Ian no volvía. Me acerqué a su hermana para saber si ella lo había visto.
-¿Sabes donde está Ian?
-Debe estar en la cocina.Es la segunda puerta a la derecha.
-Gracias-dije antes de ir al lugar al que me habían guíado.
La casa era aún más grande por dentro.Seguí las indicaciones dadas y no dude en entrar qunue de alguna manera hubiese querido no hacerlo.
La mujer de vestido blanco estaba besando a mi prometido.
- Ian -dije en un suspiro.
Fue mi voz la que lo hizo separarse de ella.
-Amber no es lo que crees.Yo no...
Pero no terminé de escuchar su explicación. Salí cegada del lugar corriendo tan rápido como pude. Mi vista estaba nublada y mi cerebro no lograba pensar correctamente.
Tan atormentada estaba que no ví ni escuché el auto que se acercó a toda velocidad hacía mi y me atropelló, dejadome tendida en el piso.
De repente todo se puso borroso y lo único que pude ver antes de que mis ojos se cerraran fue la mirada desesperada de Ian.
-No te vayas, no me dejes por favor-pero era tarde,no respondía por mi.