Nos subimos a un taxi que nos llevaría a su casa, y aún tengo grabada la cara del taxista cuando vió la cantidad de cosas que traíamos con nosotros.
-Caberá todo esto aquí?-preguntó preocupado.
-Si mi buen hombre-respondió despreocupadamente Jack-Si es necesario le pediré a uno de sus compañeros que nos ayude.
Enarqué una ceja al escuchar sus palabras.
-Qué?-me miró confundido.
-Tienes una idea de lo petulante que acabas de sonar diciendo eso.
-No fue mi intención.Lo siento-le dijo al hombre.
-No se preocupe, debo lidiar con cosas peores todos los días. Adonde quiere que los lleve.
-Dejenos en Coal Harbour , por favor.
-Hacia allí iremos entonces.
Mientras íbamos en el auto , miraba a los alrededores y no podía creer lo que mis ojos veían.
Esto no se comparaba para nada con el frenesí que era San Francisco, pero sin dudas me podía acostumbrar.
-Hemos llegado a destino-informó el taxista-Son 50 grandes.
-Tome-Jack sacó de su billetera 5 billetes de 10.
-Espera , déjame ayudarte.
-No hace falta, esta vez invito yo.
-Gracias.
Con cuidado fuimos bajando las cosas del auto y colocándolas en la puerta de su casa.
-Disculpa si está algo desordenada-abrió la puerta – No esperaba volver a casa con una esposa.
-Creo que nadie se lo hubiese imaginado-reí por lo bajo.
-No es un poco loco todo esto-me miró a los ojos.
-Loco es una palabra un poco chica, diría casi diminuta para describir lo que esto es.
Tomó mi mano entre las suyas.
-Mírame-al ver que no le hacía caso tomó mi mentón para obligarme a que lo mirara-No dejaré que te falte nada el tiempo que estés aquí, serás libre y te haré sentir como en casa.Sé lo difícil que debe ser para ti y aprecio mucho que hayas hecho esto por mí.
-Para qué estamos los amigos?
La palabra se oyó tan rara en mi boca,en mi voz, que decidí ignorarla por completo.
-Bienvenida a casa ,cielo.
Su casa tenía el doble del tamaño que la mía, habían ventanales por todos lados, una piscina grande en el patio con una parrilla.
-Espero que pronto me prepares algo en eso-la señalé.
-Mis chuletas son bastante famosas por aquí-dijo orgulloso.
-Tendré que verlo por mí misma.Pero ahora solo quiero descansar, deja que Milo se acostumbe al patio por ahora.En serio gracias por dejar que venga conmigo.
-Sé lo que significa para ti, nunca te hubiese separado de él,además tengo el presentimiento de que podré acostumbrarme a él-acarició su cabeza.-Puedes dormir en la habitación de huéspedes o en la mía.
-Contigo?
-No, con mi hermano gemelo malvado-rió-Claro que conmigo.
-Paso, por ahora-le guiñé el ojo-Por el momento tan solo dormiré en la otra.
-Cómo tu quieras.Que descanses.
-Nos vemos,Jack.
Mientras me dirigía a la habitación eché un último vistazo a la casa, creo que podría acostumbrarme a vivir aquí después de todo.