Ya llevaba una semana viviendo aquí y aún no tenía la oportunidad de conocer a mi nuevo trabajo, ni mis compañeros.Al parecer el hecho de tener un cargo más alto e importante me daba la oportunidad de trabajar desde casa.
Lo cual era extremadamente práctico para mí, y no tenía ninguna queja al respecto.O tal vez tenía una.
Mi compañero rara vez salía de su estudio.Entendía que era un artista respetado por aquí y me daba algo de orgullo, pero me hubiese gustado verle la cara más seguido.
Me acerqué a la puerta de su “habitación especial” y golpeé la puerta suavemente.
-Necesitas algo?
-No-gruñó desde adentro-Pero si quieres puedes preparar unas hamburguesas.En el refrigerador está todo.
-Te gusta el picante?
-Pues claro.
-Tienes cerveza?
-Mm si.
-Okay ,señor monosilábico, te avisaré cuando la comida esté lista.
-Gracias.
-Eres imposible-dije antes de partir para la cocina.
Mientras buscaba las cosas para empezar a cocinar, alguien llamó a la puerta provocando que Milo saliera furioso a ladrarle.
-Shh bebé tranquilo.
Limpié mis manos en el delantal y acomodé el mechón de cabello que se había escapado de mi moño.
Una rubia que me sacaba dos cabezas entró como un huracán a la casa sin siquiera saludar.
-Jack,JACKSON-gritó.
-Hola-la miré con desdén-Jack está ocupado.
-Y tú eres? No me digas , eres su nueva empleada.Un gusto Roxxane Millaway.
Mi cara se desencajó al escucharla decirme eso.
-Disculpa , Roxxane. Yo no soy su nueva empleada-dije viendo por donde venía la mano-Soy su esposa-le mostré mi anillo-Un gusto,Chloe Aiden, editora de “Primadonna”.
Pude ver como la rabia invadía el rostro de la rubia que se encaminó a grandes pasos hasta el estudio de Jack.
-Cómo es posible que te vayas de aquí y regreses casado con una cualquiera.
-Disculpa?-la miré poniéndome entre los dos.
-Calmate Roxxane.Estás hablando de mi esposa ahora.
-Me engañaste-empujó al morocho que se tambaleó unos pasos hacia atrás.
-No te lo pienso repetir , no te engañe.Lo nuestro se había terminado hace rato. Tu habrás tenido otra impresión pero yo dejé las cosas bastante claras, mucho tiempo antes de irme.Asi que si no te molesta , voy a pedirte que te vayas de mi casa.
La rubia lo miró a él y luego me miró a mí antes de tomar su bolso que en el alboroto había caído al piso.
-Bien-bufó-Se merecen el uno al otro-dijo antes de desaparecer de la misma manera en la que apareció.Como un huracán.
Cuando la puerta se cerró de un golpe brusco, Jack se acercó a mí.
-Te encuentras bien?Lo siento mucho por eso.
-Estoy bien-di un paso para atrás-Pero te agradecería que no me toques-No cambias más Jack.Y la próxima vez , dile a los fantamas de tus ex que sean más educados.Nadie me llama cualquiera, NADIE-grité antes de salir hacia mi habitación y encerrarme allí.
Para el momento en que dejé que mi cabeza descansara en la almohada rogué que él no se atreviera a aparecer por aquí, porque nada bueno pasaría si lo hacía.