La primera semana dentro de la editorial se había pasado más rápido de lo que a mí me hubiese gustado.Apenas tuve tiempo de acomodarme que cuando quise darme cuenta ya estaba comenzando la segunda semana allí.
Y no era cualquier semana la que comenzaba, estábamos en vísperas de la semana de la moda, lo que indicaba que sería un frenesí de idas y venidas, y horas y horas de trabajo.
El timbre de mi intercomunicador sonó .
-Si?
-Soy Jade-anunció mi asistente-Necesito llevarte unas muestras para que veas y delegarte unas cuantas tareas.
-Pasa.Y trae café, por favor.
Mientras la esperaba revisaba los nuevos catálogos que habían llegado esta mañana, si íbamos a realizar una impresionante crítica sobre este evento debía hacerlo bien y me metería de lleno a hacerlo.
La puerta se abrió y Jade apareció detrás de ella con dos lattes de un tamaño descomunal y un ramo de azucenas.
-Y eso? Algún admirador secreto?-la miré fijamente viendo como sus mejillas adquirían un suave tono carmesí.
-Deja de mirarme así, sabes que me ruborizo por cualquier cosa-tapó su cara con la mano que tenía desocupada- Y no son para mí, son para ti.
-Para mí?
-No creo que haya ninguna otra Chloe Aiden por aquí.De quien son?
Sabía de quien eran , pero abrí la tarjeta porque necesitaba saber que había escrito.Era increíble que después de tantos años recordara que estas eran mis flores favoritas.
-Son de mi esposo-dije colocando la tarjeta en la mesa y las flores en un jarrón.
-Tienes esposo?-Jade no apartaba la mirada de mi.
-No te lo había dicho?
-Claro que no.Perdona mi cara pero no me lo veía venir.Me has dejado pasmada.
-Qué quieres que te diga?Soy como una caja de pandora.
-Espero que esté de acuerdo con que vayas al viejo continente por unos días.
-Qué yo qué?
-Mira tú quien es la sorprendida ahora-rió por lo bajo-El jefe quiere que vayas tú.Son órdenes de arriba.Lo siento.
-Y cuando debo partir?
No crean que no estaba entusiasmada por disfrutar los lujos que conllevaba un evento así, pero recién estaba acostumbrándome a la idea de estar en un solo lugar y con alguien a quien amaba y la idea de dejarlo me mataba.
-Mañana.
-Mañana?
-Mañana-repitió-Asi que te aconsejo que vayas a casa y comiences a empacar.
-Puedo llevarme esto?-tomé el café de la mesa.
-Claro.Y pásala en grande. No te preocupes-tomó mi mano al ver que la amargura reinaba en mi rostro-Las cosas seguirán igual de siempre para cuando hayas vuelto.
-Lo sé, pero lo voy a extrañar-y me sorprendió el cómo se quebró mi voz al decir esto-Lo amo , sabes?Tenemos mucha historia.
-Me imagino, no por algo decidió casarse contigo.Pero créeme si de verdad te ama y respeta la historia que tienen, seguirá aquí cuando regreses.
Quería confiar en sus palabras y casi lo hago , pero algo dentro mío sabía que las cosas iban a cambiar luego de este viaje y presentía que no en el buen sentido.