Alejandro y Esmeralda

- ¡No! no tienes que explicarme nada, no veo necesario entender lo que esta pasando -Dije bajando las escaleras a toda prisa- Al corazón nunca le a servido la razón, el corazon no piensa -Repliqué desde la planta baja- No tienes porque esforzarte en explicarme nada -Dije cuando la ví bajar las escaleras-

- Siempre amaré tu libertad por mucho que eso duela... -Dijo nostalgica caminando hasta mi-

- Entiendo que quieras hablar... -Dije intentando calmarla...- Pero no se si este listo aún para eso y no se si despues de esto quiera saber de ti, vivir asi me hace daño. Yo ya no puedo seguir así -Dije minetras sentia como su mano se aferraba a la mia con la esperanza de que no me fuera- Suelta mi mano ya por favor, me tengo que ir, es por el bien de los dos...

- Si ya no sientes mas este amor, no tengo nada mas que decir -Dijo rendida soltando mi mano- No digas nada mas, te entiendo pero entiendeme a mi- Soltó sin mas mientras que en su rostro se reflejaba el esfuerzo que estaba haciendo para no llorar, aún la amaba, claro que si, era mi esposa, pero no podía seguir como sin nada sabiendo que me habia engañado con mi "Mejor Amigo", Si es que se le puede llamar así a la persona que se acostó con el amor de tu vida en tu propia casa- 

- Por favor no me detengas -Supliqué intentando controlar las ganas que tenía de correr y abrazarla- Siempre encuentro la manera de salir y de vivir aunque ahora no la tenga -Y era cierto, desde muy pequeño me las había tenido que arreglar solo para salir adelante y gracias a todo ese esfuerzo y dedicación estoy donde cualquier persona quisiera estar...- Pero no te preocupes te estare llamando querida, por el dinero no te preocupes tampoco, yo me encargare de hacerte llegar mensualmente una pension por los niños y otra para ti mientras consigues trabajo...

- ¡No! no vale la pena, para que me quieres llamar, si la persona de la que te enamoraste ya no esta, esta es la ultima escena de nuestro amor juntos -Respondío sin ganas- Entiendo que tal ves algún día quieras saber de mi, pero no lo merezco, no despues de lo que te hice, y como ya dijiste no mereces seguir asi, ni vivir asi, aunque tal vez yo siga pensando en tí -Respondío lo ultimo mirando al suelo avergonzada

- No te preocupes por los demas, preocupate por ti y nuestros hijos, cuidalos y cambia esa cara que no es tan malo como parece, tal vez con el tiempo las cosas entre nosotros se arreglen y volvamos a ser la pareja feliz que eramos hace unos años, pero por ahora prometeme que no dejaras de luchar por salir adelante. -Y sin mas me aleje caminando hasta la puerta, la abrí y desaparecí de la vida de Esmeralda por un largo tiempo... Oquizas para siempre-