Los Caballeros permanecen firmes frente a su enemigo, todos atentos a cualquier movimiento y esperando la orden de su líder para defender la Colmena y el Reino Onírico; hay una tensa calma en el ambiente y éste tambalea un poco cuando el ejército de Nyxia sale de la burbuja y se forma frente a ellos, la yegua es la última en salir y se posiciona a la cabeza de su ejército, mirando a sus enemigos con expresión presumida y confiada. Elyonar está a la cabeza del ejército y mira con ojos estrechos a la horda de Maras, Yosu se acerca a él para repasar nuevamente el plan de defensa, todo debe salir al pie de la letra si quieren proteger su hogar a los visitantes.
- Al parecer están todos. ¿Tu muchacho está listo? - Pregunta Elyonar calmadamente.
- Bastante listo, pareciera que hubiese estado esperando este día. La unidad uno y dos contendrán a la horda, mientras que la unidad tres y cuatro formarán una pinza y Raz se abrirá paso hasta llegar a Nyxia. - Repasa Yosu mientras su mirada permanece fija en la líder de los Maras.
- Que recuerde que no debe matarla, Yosu. Puede hacerle todo el daño que quiera, pero Nyxia debe permanecer viva; lo queramos o no, ella es un mal necesario. - Ordena Elyonar, Yosu asiente
- Honestamente, dudo que Raz pueda matarla aunque quisiera, él podrá ser muy poderoso, pero no es rival para Nyxia, solo la Reina es capaz de hacerle frente. - Dice Yosu con sinceridad.
- Lo sé, pero la Reina por alguna extraña razón está indispuesta, así que tendremos que limitarnos en repelerlos por nuestros propios medios. - Dice Elyonar con determinación, Yosu asiente y se retira a su puesto.
Después de unos largos y tensos segundos, Nyxia anuncia el inicio de la batalla con un terrible y distorsionado relincho, los Maras se unen a ella en el grito bélico y se lanzan al ataque; Elyonar desenvaina su espada y apunta hacia su enemigo, los Caballeros también se lanzan a la batalla en un grito de guerra y con sus espadas al frente; los Maras y los Caballeros se encuentran en una aparatosa colisión, varios Maras y Caballeros murieron al instante, otros están heridos y otros están enfrentándose en un duelo en el que cualquiera podría ganar. Nyxia permanece en el centro de la horda asistiendo a sus Maras otorgándoles poder extra, lanzando hechizos de oscuridad a los contrincantes; pero muchos Caballeros contrarrestan con hechizos de luz que fortalecen a las unidades y enceguecen a los Maras; sin embargo, los hechiceros Lampyrian se han dado cuenta que los hechizos de Nyxia no son tan fuertes, tal vez sea porque ella aún está débil por estar tanto tiempo encerrada o quizás haya algo más. Las unidades uno y dos están cumpliendo con su deber de retener a los Maras, hasta ahora no han logrado avanzar.
Cuando el momento es el preciso, Elyonar ordena el ataque de pinza de las unidades tres y cuatro; éstos aparecen sobre ellos con las espadas al frente, el ataque fue sorpresivo y muchos Maras han sido asesinados al instante; los Maras se enfurecen por haber sido engañados y combaten con más fuerza; de entre las unidades, Raz se abre paso ágilmente, cortando las cabezas de los enemigos con un solo movimiento de su espada, se acerca rápidamente a su objetivo; los Maras se dan cuenta de que el Caballero va directamente hacia Nyxia, todos se arremolinan alrededor de ella para protegerla, pero Raz es mucho más rápido que todos ellos y con la velocidad que lo precede acaba con decenas de bestias en segundos; a pesar de eso, los Maras siguen cubriendo a Nyxia, su prioridad ha cambiado y ahora deben detener a Raz; los Caballeros aprovechan y comienzan a castigar a los Maras por su descuido, poco a poco el número de Maras que protegen a Nyxia se va reduciendo gracias a los esfuerzos de Raz y los Caballeros combinados y pronto él llega a su presa y la yegua se sorprende al ver que su vida terminará en ese momento gracias al Caballero más veloz; pero, en el momento que Raz corta a Nyxia por la mitad, se da cuenta de que algo no está bien, la yegua parece ser hecha de magia y humo; ésta se desvanece en medio del aire dejando a Raz confundido.
La batalla a su alrededor aún continúa, pero un Mara moribundo se acerca a Raz riéndo con esfuerzo, Raz lo mira con desprecio y luego lo toma del cuello; el Mara sigue riéndose a pesar de que Raz le aprieta la tráquea, algo le huele muy mal en todo esto.
- ¡¿Dónde está Nyxia?! - Pregunta Raz muy enojado y tratando de no entrar en pánico, zarandea al Mara para que conteste ahora mismo.
- Son… unos tontos, Lampyrian. Dejar atrás… a unos niños… indefensos. - Contesta el Mara entre risas interrumpidas por el ahogamiento.
Raz cae en cuenta de lo que está ocurriendo, esta batalla es una trampa; Nyxia no está en la fortaleza sino que se dirige a la Colmena. Raz atraviesa el pecho del Mara con su espada y lo deja caer, luego sale volando en dirección a su líder quien está peleando con tres Maras al mismo tiempo; Raz lo ayuda acabando con uno y los otros dos se separan de ellos, los cuatro se miran fijamente y completamente ajenos a los que ocurre a su alrededor.
- ¿Llegaste a Nyxia? - Pregunta Elyonar sin dejar de mirar a sus contrincantes, Raz niega con su cabeza.