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Ya iba hacia mi casa después de un largo día de trabajo, se escuchó un ruido muy fuerte detrás de mí, mire hacia atrás y no encontré nada, solo un silencio absoluto… al día siguiente se reportó un asesinato en la calle en donde me encontraba la noche anterior, justo a la misma hora. Lo extraño es que no había nada ahí, llegue a mi casa muy cansado y justo cuando entre a mi habitación, caí en la cama dormido, ese mismo día pase por la misma calle para ir a trabajar, en la escena en donde ocurrió el asesinato seguían los policías, una niña de 6 años fue la víctima, después de algunos días se dio a conocer la causa de su muerte, desconocida, no tenía marcas de golpes o balas o heridas de algún objeto pulso cortante, ¿Qué pudo haber sido? nadie supo nada, dejaron esa investigación abierta, pero poco a poco se iba el interés de descubrir que le había pasado a esa niña. A mí me intrigo un poco pues había pasado justo detrás de mí y yo no vi nada tan solo escuche un grito, me decidí a llevar un arma y cuando regrese a casa después del trabajo poder estar alerta por si sucede algo similar. 
Y así paso, al día siguiente del que ya tenía mi arma ocurrió otro asesinato, esta vez la víctima fue un niño de 8 años, la policía describe su muerte como muy dolorosa para un niño, tenía 8 balazos en todo el cuerpo, se me hizo extraño porque yo nunca utilice mi arma y esta vez no escuche nada y por consiguiente tampoco vi nada. Tampoco se encontraron huellas, las balas tampoco se hallaban en la escena del crimen, esto fue empeorando, mis fuerzas se iban cada vez más, ya no tenía la misma motivación que antes, me levantaba y ya no tenía ganas de regresar a trabajar, cuando salí de mi casa para ir a trabajar, sentí un cosquilleo en la nuca, cómo si alguien me siguiera, no hice caso y seguí caminando, después de 10 minutos un policía me detuvo, me pidió ir con el hacia otro lado, a lo cual accedí, pues si no lo hacía me podrían acusar de culpable, pues yo estuve en la escena del crimen justo cuando sucedió, pero cuando todo pasó, no veía nada ni a nadie. Llegamos a una casa, no había nadie por la calle, estaba completamente vacía, la casa era algo pequeña, de color verde, la pintura se comenzaba a caer, prácticamente estaba en una casa abandonada, pero no me quedaba nada que hacer, el policía me pregunto que porqué pasaba por esa calle y sin saber nada de lo ocurrido, se me hizo raro su pregunta pues yo no había dicho nada… después el oficial me miró a la cara y me repitió la pregunta, lo único que respondí fue que a esa hora salía de trabajar y que por esa calle estaba mi casa, no quedo conforme con mi respuesta, me dejó ir en observación, me dirigí a mi casa, me sentía agotado y sólo quería descansar, cuando llegue a mi casa no tuve fuerzas ni siquiera de cerrar con llave la puerta, cosa que hago aun estando dentro de casa, pues había tenido muchos traumas de robos y asesinatos en esta calle. Al día siguiente se encontró una mujer de aproximadamente 40 años de edad, está presentaba golpes, y una muerte lenta y muy dolorosa y al igual que en los otros casos, no se encontró culpable del asesinato, me sentí aún peor, ahora comenzaba a olvidar cosas que pasaban durante mi jornada. ¿Qué más pasaría? Claro, no lo sabía en ese momento, pero estaba sospechando de todo esto, porque eso me había pasado antes, cuando era tan solo un niño, recuerdo que, llegaba a casa muy cansado después de la escuela, un día cuando llegue, no había nadie en mi casa, después de un rato llegaron dos policías junto con mi madre, ella lloraba sin parar, uno de los policías decía: 
-Lo siento pero su hijo ha hecho esto… 
Claro que no sabía a qué se refería pues, no recordaba lo que había pasado, no sabía de qué hablaban. Mi madre les respondo llorando: 
-Sé que él tiene un problema pero, ¿No se puede hacer algo más?, no quiero que se valla de mi lado… 
Me sorprendí mucho y quise saber de qué se trataba pero al mismo tiempo no quería incomodar a nadie con mis preguntas. Al final de ese día un oficial se me acercó, hincándose me tomo del hombro y me dijo: 
-Descuida hijo, todo saldrá bien… 
¿Qué podía responder?, tan solo me quedé callado con la mirada hacia abajo, solo en mis pensamientos estaba una pregunta, ¿Qué fue lo que hice?, nunca lo supe. Mi madre después de un rato, se limpió los ojos y salió con los oficiales, pasaron 10 minutos cuando mi tía, que vivía cerca de mi casa, entro y me llevo por un helado para que olvidase todo eso que pasaba, después fuimos a su casa y me dijo que ella cuidaría de mi hasta que mi madre regresara, pues había ido a un viaje de negocios, claro que no fue a eso, sino a salvarme a mi estando ella en prisión en mi lugar. Cuando ella llegó, lloré tanto que pude recordar algo de lo que pasó. Hace algunos días atrás, estaba en la escuela con unos amigos en el patio, después se nos ocurrió subirnos al techo, después de eso no recuerdo nada, solo se que bajé y entre al salón.