Después de eso simplemente desapareció aquella voz. Regresé hasta dónde me indicó y empecé a avanzar más, pero cada paso que daba se volvía más pesado que el anterior, todo se oscurecía más y más, habían más celdas con las puertas abiertas en las cuales también habían restos de esqueletos colgados, las paredes llenas de musgo y de un horrible olor. El agua cada vez se hacía más profunda tanto que me llegaba hasta el pecho, ya me era casi imposible avanzar. Pasaban los minutos y se me seguía haciendo difícil caminar, la oscuridad me rodeaba cada vez más, tuve que acercarme a la pared para seguir en dirección recta hacia la última habitación. Minutos después, escuché ruidos detrás de mí, por más que volteaba no veía nada, pero los ruidos se hacían cada vez más fuertes y agudos, como si algún animal chillara, quizá una rata, pero no había visto ninguna cuando llegue ahí. Seguí avanzando y de la nada algo se abalanzó sobre mí tirándome en el agua, poco a poco fui cerrando los ojos, creí que me ahogaría pero no fue así. Cuando abrí los ojos me encontraba en una habitación, quizá del castillo, estaba acostado en una gran cama de cobijas gruesas, la habitación era grande, colorida de un tono rojo con líneas blancas, el sol se asomaba y alumbraba todo, me sentía tranquilo. De repente entro una mujer joven con un vestido blanco y una rosa roja en las manos y me dijo:
-Debes despertar o morirás…
De repente empecé a ver burbujas saliendo de mi boca, me sentía dentro del agua y todo se oscurecía, se me dificultaba respirar, ahí me di cuenta de que seguía en el mismo lugar. Al llegar a la última puerta me di cuenta de que también se encontraba cerrada pero no con llave, simplemente había algo deteniéndola del otro lado y ninguno de mis intentos por abrirla funcionaba. Pensaba en rendirme, cuando en el suelo vi una varilla, con ella intentaría abrir la puerta y al quinto intento la abrí, entre a la habitación pero estaba muy oscura, esta vez ni el agua que me cubría podía verse, intenté buscar algún mueble para encontrar la llave pero no había nada, solo una gran roca que es la que detenía la puerta. Pasaron unos minutos y entonces decidí inspeccionar la roca para ver si encontraba algo, y así fue, debajo de la gran roca encontré la llave y de inmediato me dirigí a la salida, estando ahí se escuchó de nuevo esa voz oscura:
-Adelante, pasa y descubre tu destino…
Después de decir eso desapareció, abrí la puerta con un poco de dificultad, habían unas escaleras hacia arriba, al subir me encontré con una luz saliendo de un gran salón, estaba repleto de comida, a donde quiera que volteaba solo veía montañas de comida, pollo frito, cerdos asados, no podía creer lo que veía, pero en cada montón de comida había una nota “Si comes de esto alguna maldición tendrás” no te puse atención a esas notas y simplemente comencé a comer todo lo que encontraba. De la nada la misma voz me advirtió:
-Así que has comido de aquí, ¿no es así?, ahora has adquirido una gran maldición que te perseguirá por toda tu vida…
A lo cual después de decir eso desapareció, de la nada todo empezó a desaparecer, mi visión se oscureció, me sentí dentro de un sueño del cual despertaría en cualquier momento. Después de un rato de oscuridad apareció una luz frente a mi, intente abrir los ojos pero me costaba, cuando por fin lo logré me encontraba en mi casa, justo donde todo empezó, tenía en la mano mi arma, no sabía que estaba pasando, encendí la televisión para saber qué ocurría y me encontré con que una niña de 10 años se encontraba desaparecida. En ese momento no sabía que hacer, no sabía si había sido yo quién hizo todo eso o si fue alguien más. Busque en toda la casa para saber la verdad, no había ningún rastro de que algo hubiese pasado aquí, pero aún así me decidí a averiguar la verdad de todo. Me pareció extraño que después de todo lo que había pasado simplemente despertara en mi habitación como si nada hubiera sucedido, salí a la calle a buscar pistas de la desaparición de la niña. La calle estaba vacía, camine por varios minutos hasta llegar a un callejón, no recordaba haberlo visto antes, entre y me puse a revisar lo que había ahí, detrás de un contenedor de basura encontré el cuerpo sin vida de la niña y sin pensarlo avise a la policía. Cuando llegaron yo me encontraba tembloroso:
-¿Qué ha ocurrido aquí?...
Pregunto un policía a lo cual me sobresalte ya que estaba distraído, me miró fijamente parecía que me culpaba con la mirada, yo me quede en silencio por un rato pero al final le respondí:
Solo venia caminando por aquí y me pareció escuchar un ruido así que entre y así la encontré aquí…
Editado: 15.08.2019