Escuche que llamaban a la puerta, no quise salir sabía que era la policía y que venía por mí, una vez más trate de escapar por la ventana pero esas voces dentro de mí no me lo permitían, el dolor de cabeza era insoportable, me sentía tan mareado tropezaba con todo, pise una pelota que tenía en mi habitación y caí por la ventana.
Desperté con los brazos amarrados a la espalda en una habitación oscura, fría y húmeda, parecía que estaba en prisión pero no había nada ahí, solo una enorme puerta de metal, no entraba luz de ningún tipo, las voces empezaron a molestar de nuevo:
-Ya no podrás salir de aquí nunca, esta será tu nueva casa…
-Estaremos aquí haciéndote sufrir y no podrás hacer nada para detenernos…
Intentaba ignorar esas voces pero por más que lo hacía me era más difícil, me sentía agotado, empezaba a ver de nuevo a las personas que asesine, me rodeaban, de nuevo no hacían nada, solo me miraban fijamente, ahora se empezaban a alejar hasta llegar a las paredes, la puerta estaba libre, me acerque y la golpee con todas mis fuerzas pero no pasaba nada, me regrese a donde estaba y mire a todos lentamente hasta que parecían estar dentro de un espejo, se alejaron aún más y empezaba a ver mi rostro en las paredes que ahora eran grandes espejos, ahí de mis ojos salía sangre y mi piel se cuarteaba y se caía a pedazos. Empecé a romper los espejos y mis manos empezaban a sangrar, la puerta se abrió y Salí corriendo de ahí, había un pasillo que entre más corría se alargaba, parecía infinito, las voces seguían ahí:
-No podrás escapar de aquí, no importa que hagas…
-Esta será tu prisión para siempre…
Intentaba ignorar esas voces y seguir corriendo para salir de ese lugar, me empezaba a calmar y el pasillo parecía estar terminando, cuando al fin deje de escuchas esas voces pude llegar al final, habían dos caminos uno a la izquierda y otro a la derecha, decidí tomar el de la derecha y avance, habían varias puertas a los lados pero parecían a otras habitaciones iguales a la que estaba pues todas las puertas eran de metal, al final había unas escaleras que llevaban a una puerta de madera, abrí la puerta y había una habitación muy grande, parecía un vestíbulo, no había nadie así que salir por la puerta, me encontraba en la calle pero estaba vacía, nunca había visto que pasara esto, todos los días había mucha gente pero esa vez no, camine por todas partes y no encontraba ningún rastro de personas, estaba confundido y sin saber qué hacer, camine en dirección hacia el parque y estaba un hombre parado con una revista:
-Disculpe ¿sabe a dónde fue toda la gente?, he caminado por todas partes y hasta ahora es la única persona a la que he visto…
Aquel hombre no me respondía, seguía inmóvil, lo intentaba mover pero no pasaba nada, me asuste un poco y seguí caminando por el parque, empezaba a haces calor así que me senté bajo un árbol, poco a poco me fui quedando dormido hasta que sentí gotas de agua en la cara. Abrí los ojos y me di cuenta de que me encontraba afuera de mi casa, tenía lastimada la pierna por la caída, intente levantarme pero fue inútil me acerque a un árbol para cubrirme de la lluvia, estaba muy mojado ya que solo llevaba la bata del hospital y no me cubría casi nada. Estuve sentado debajo del árbol aproximadamente dos horas hasta que se detuvo la lluvia, intente levantarme y por fin lo había logrado aunque aún me dolía la pierna, me dirigí hacia adentro para cambiarme de ropa, la televisión estaba prendida en un canal diferente, los policías habían estado ahí por mucho tiempo, subí a mi habitación y la puerta estaba llena de esa cinta amarilla que ocupan los policías cuando hay un crimen, la rompí y entre, el cuerpo de aquel hombre aún seguía en la cama, trate de ignorar eso pero por más que trataba no podía, tenía un olor horrible, estaba empezando a descomponerse, parecía llevar días ahí pero era imposible pues yo había caído por la ventana apenas esa mañana, termine de vestirme y salí a la calle y me dirigí al parque, sentía que algo extraño pasaba ahí. Una vez en el parque camine por todos lados, no sabía lo que buscaba pero sí que lo hacía, busque en los árboles, en las bancas, en la fuente en el centro del parque, hasta que a un lado de un bote de basura encontré un periódico de hace años, en este había una noticia de un homicida sin encontrar, todas sus víctimas eran las mismas que había asesinado yo pero esos asesinatos no tenían años sino semanas, leí cada párrafo de la noticia y aunque no se tenía un sospechoso del crimen si había una descripción algo completa, muchas de esas cosas apuntaban a la mayoría de las personas por aquí, casi todos vestían igual, pantalón de mezclilla azules, playera blanca, zapatos negros, quizá por eso nadie investigaba nada o quizá habían encerrado a alguien inocente.
Editado: 15.08.2019