La mañana fue ordinaria, después de pedirle permiso a mis padres para salir con Mackenna todo fue igual que siempre, subí un rato a mi habitación a esperar que pasara el tiempo y se llega la hora en que tenía que comenzar a alistarme, al parecer no era nada elegante sino más casual. Por la mañana paso Mack a mi casa a dejarme algo de ropa para que usara el día de hoy, pero no parecía ropa de ella.
En la mesita de noche descansaba el libro, el cual aún faltaban bastantes paginas por leer, así que lo tome y me acomode en el sofá para seguirlo leyendo, pero unos golpes en la puerta me hicieron dejar el libro a un lado.
Mi papa entro a la habitación —Hola papá, ¿Qué pasa?
—Nada, solo quiero saber cómo estas —tomo la silla que estaba enfrente del escritorio y se sentó frete a mí.
—Supongo que bien —lo mire algo desconcertada —¿en serio esta todo bien?
—Sí —poso sus manos sobre sus rodillas —me preocupo por ti, esos es todo, has estado algo distraída últimamente, y quiero saber si te pasa algo.
—¿Distraída? —quise saber, pero mi padre solo asintió sin darme una respuesta clara, solo me dejo confundida —no sé a qué te refieres padre, pero estoy bien, si es porque no he salido mucho es porque no se ha dado la ocasión con los chicos, pero hoy saldré con Mack.
—Está bien cariño, no es eso, pero te dejo que sigas leyendo —se levantó, dejo la silla donde estaba antes y salió de mi habitación dejándome con su pregunta rondando por mi mente, tome el libro y seguí leyendo un rato más hasta que sonó mi teléfono indicado que debía comenzar a arreglarme.
Después de bañarme, tomé la ropa que estaba perfectamente doblada sobre la cama, era una blusa de cuello de tortuga, unos jeans negros y un suéter blanco, todo combinaba, después de cambiarme, me puse unos tennis que se acoplaran al outfit puesto que son de los que más tengo en mi armario y prefiero usarlos.
Mi teléfono sonó a mi lado, indicando un mensaje de mi mejor amiga
Paso por ti en 10 minutos
Perfect
Después de contestar a su mensaje, comencé a alizar mi cabello y a poner algo de maquillaje, pero no pude hacer la gran cosa, ya que yo no sé hacerlo, por eso prefiero esperar a mi mejor amiga, sin duda ella sabe hacerlo, siempre se ve muy bonita, con o sin maquillaje.
—Hola Ali —entro mi mejor amiga a mi habitación —¿te ayudo? —señalo el maquillaje que tenía en mis manos.
—Sí, por favor —le entregué lo que tenía y me senté en la orilla de la cama —he tratado de aprender, pero soy un caso perdido.
—Hay amiga —soltó una pequeña risa— muchas veces has dicho, “de la practica nace el maestro” y tu no lo usas, no se aprende de la noche a la mañana, como todo, lleva algo de tiempo.
—Ya sé, lo he intentado, pero no se me da.
Sus manos eran hábiles a la hora de aplicar cada uno de los productos, yo solo la miraba atenta a sus acciones, hasta que después de unos minutos termino. —Gracias —me mire en el espejo, no había colocado muchas cosa, era algo natural, sabe que no me gusta llevar mucho maquillaje.
—Está bien amiga, vamos —tome mi teléfono y salimos de la habitación.
—¡Ya me voy mamá! —grite desde la estancia recibiendo respuesta de mi madre, que al parecer estaba en la cocina.
—Está bien, se cuidan.
Afuera estaba el auto de los padres de Mackenna, quienes nos esperaban con una sonrisa.
—Hola Ali —dijo la madre de Mack en cuanto subimos al auto.
—Hola, buenas tardes.
—Hola, ya hace tiempo que no te vemos por casa —dijo el padre de Mack con una sonrisa.
—Hemos estado algo ocupadas papá, pero aquí está hoy con nosotros.
El padre de Mack condujo por unos minutos, las calles me eran familiares, iban en dirección a la casa donde realizaban fiestas y reuniones, había ido un par de veces, es una casa muy bonita y grande a las afueras. Al llegar había algunos autos estacionados, unos se me hacían conocidos, pero no le tome importancia, a lo mejor eran de los familiares y amigos de los padres de Mack.
Al entrar a la casa, había algunas personas que, en efecto, eran los familiares de Mack, la reunión era casual, cumpleaños de una de sus primas pequeñas. Era algo divertido, no es que me gusten las fiestas o algo así.
—¿Por qué querías que viniera? —me senté al lado de Mack en una de las bancas del jardín, donde había varios niños jugando y los demás familiares de ella.
—Sería aburrido si no estuvieras aquí, sería como cuando vas a una de las reuniones de tu familia y no estoy yo Daryane, te lo puedo asegurar.
—Tienes razón, no puedo negarlo —tome un poco de jugo y ella solo soltó una pequeña risa —oye, ¿y cómo vas con mi hermano? Me estas dejando de lado —fingí limpiar una lagrima, por lo que ella no puedo evitar reír.
—Todo bien, me ha dicho que es extraño paras más tiempo conviviendo con nosotros, sé que no soy tan unidos, cada uno se da su espacio y sin que me lo digas, siento que también está siendo extraño para ti.