Only Then

Capítulo XIV

No tengo un plan claro de lo que quiero hacer después de terminar el instituto, aún no he pensado que quiero hacer con mi vida, había pensado un par de carreras en las cuales podría intentar, y para mis opciones de universidad podría contemplar las de Enzo sin problema.

—No estaría mal, no tengo claro que es lo que quiero, así que si empiezo viendo más carreras podría elegir algo.

—Piénsalo bien pequeña, no te apresures a tomar alguna decisión, es algo que no se puede tomar a la ligera.

—Lo sé, no quiero cometer un error.

—No lo harás, en caso de que te equivoques, aun eres joven, y puedes buscar más alternativas.

Volteo para verme con una sonrisa y tomo mi mando dándole un suave apretón —gracias —hacen falta tus consejos —dije correspondiendo a su sonrisa, en la radio pude escuchar mi canción favorita.

—¿Puedo subirle? —voltee a verlo —esa es mi canción favorita.

—Claro que sí, ¿aun te sigue gustando Roy Kim?

Subí el volumen un poco —Sí, y esta canción ha sido mi favorita desde que salió, Only Then me recuerda muchas cosas —en parte me recordaba a Alex, y lo que me dijo esa tarde en mi habitación, había usado palabras similares, y eso me causo un revuelco en el corazón, “si ambos nos gustamos ¿Cuál es el problema?”.

—La escuché un par de veces, pero no le puse atención a la letra. Pero si es una buena canción, ¿iras al concierto? Es la próxima semana.

—No, se me había olvidado, he tenido muchas cosas en mente que lo olvide.

—No te preocupes, será para la próxima —dijo él en un intento por consolarme, pero sería en vano, muy pocas veces tienes la oportunidad de ir a ver a tu artista favorito —no pongas esa cara, ya verás que algún día lo escucharas en vivo.

—Sí tú lo dices —me concentre en la canción, era una mezcla de una declaración de amor y tristeza, pero aun así me encanta.

—Deja la tristeza para otro momento, mejor hoy hay que divertirnos, Mack me golpeara si bajas con esa carga de tristeza —dijo haciéndome reír, y es que Mack si lo haría.

—Cierto, bueno, ya hay que escuchar lo que queda de la canción —hacia algo de frio afuera, los árboles se mecían al compás del viento, es lo bonito de vivir aquí, aún se conserva la naturaleza, no en su mayoría, pero se puede seguir apreciando en comparación a otros lugares.

Después de unos minutos, llegamos al centro, donde el aire fresco se colaba entre los árboles del jardín, era un lugar con muchos árboles, que en primavera se encontraba lleno de aves por las tardes buscando la manera de acomodarse entre las ramas de los árboles al atardecer.

—Es igual a como lo recuerdo, bueno casi, hay algunos establecimientos nuevos —dijo Enzo viendo a su alrededor.

Lo tome del brazo —Vamos, claro que ha cambiado —caminamos hacia donde estaban los demás esperándonos.

—Bueno sí, yo me refería a un gran cambio considerable, es muy poco lo que ha cambiado.

—Sí, no lo niego, pero no te fuiste mucho tiempo, así que no iba a ser ese gran cambio que esperabas.

—¿Me llevaras la contraria?

—Solo un poco —reí —como en los viejos tiempos.

—Eres todo un caso.

Los chicos nos esperaban a unos metros de donde Enzo había estacionado su auto, miraban a su alrededor tratando de localizarnos hasta que Max señalo en nuestra dirección, haciendo que los demás comenzaran a caminar hacia nosotros.

—Vamos al café de la otra vez ¿les parece? —pregunto Mack cuando estuvo más cerca de nosotros.

Yo asentí —se me hace bien —respondió Enzo —no sé cuál es el café de la otra vez, pero vamos.

—Ay Enzo, siempre tan bromista —dijo Oyster haciéndonos reír por la forma en la que lo dijo.

—Ya vamos —nos dirigimos en dirección al café.

De vez en cuando Alex miraba en mi dirección, no entendía el porqué de su comportamiento, dijo que haría que las cosas fueran más fáciles, pero siento que ha sido todo lo contrario. Trataba de estar en la conversación, pero a la vez estaba distante. Al llegar al café, él se quedó un poco atrás y yo hice lo mismo, esperando que los demás estuvieran un poco lejos.

—¿Te pasa algo? —pregunte cuando los chicos estaban algo alejados.

—Sí, todo bien —dijo desviando la mirada —es mejor que vayamos con los demás.

—Espera —lo tome de la mano, haciendo que él se tensara ante mi tacto y yo igual —sabes que puedes confiar en mí, si sucede algo puedes decírmelo —solté su mano, estaba comenzando a ponerme nerviosa ante esa acción.

—Sí, ahora vamos —dijo con un intento de sonrisa, después comenzó a caminar y yo igual.

Después de unas horas, conversando sobre las aventuras de Enzo en Italia, la noche fue dedicada a él prácticamente, hablo sobre lo que fue para el adaptarse a un país diferente, la cultura, el idioma y las cosas que hacía para llamar la atención, algo que siempre le ha gustado, pero es del tipo de persona que es agradable no del que llega a caer mal o exagera para que las personas volteen a verlo.




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