El frio en el jardín era más presente conforme pasaba el tiempo, la música inundaba mis oídos, la noche parecía ir más lenta, mi vista estaba fija en nuestras manos entrelazadas. Era una sensación extraña y linda. Cuando nos conocimos, cuando fuimos por un helado, cundo dejamos todo de lado… no hubiese pensado que ahora estuviésemos juntos viendo las luces juntos.
—Nunca pensé que se volvería realidad algo entre nosotros—dije viendo a las personas a unos metros de nosotros —parece un sueño.
—Ni yo pensé que fuese a pasar—me acerco a él —estoy feliz de que no sea solo un sueño.
Las palabras de Alex resonaban en mi cabeza, no había nada claro en el futuro, era algo incierto, pero es mejor que fuese así, a atormentarnos con algo que no era seguro. Estoy feliz, reviviendo los recuerdos de hace unas horas. Mi sonrisa no se ha borrado, ni siquiera he podido dormir con el temor a que sea un sueño y despertar en la realidad. Prefería seguir recordando una y otra vez ese abrazo.
La mañana se hizo presente, y mi madre entro a mi habitación para despertarme, abriendo las cortinas de par en par como si los rayos de sol tuviesen oportunidad de atravesar las nubes —Despierta Alina, ya casi es medio día.
—Mamá, déjame dormir otro ratito, todos los días me levantas muy temprano —me tape con las sabanas hasta la cabeza.
—No, te duermes muy tarde, deberías ir a dormir temprano.
—Pero dormí tarde porque fuimos a lo de Mack.
—Te creería, pero te conozco, mejor levántate y baja a comer algo.
Antes de bajar me metí a bañar, saldría después de medio día con mi mejor amiga, tenía que contarle lo sucedido, aunque me sigue pareciendo extraño salir con su ex. Ella no se ha cansado de decirme una y otra vez que no tiene ningún problema.
Tome mi teléfono después de vestirme y peinarme, baje encontrándome con Oyster y Mack en la sala viendo una serie y mi madre en la cocina —Hola chicos —los salude, iba a ir con ellos, pero mi madre me señalo la mesa.
—Buenos días, bella durmiente —dijo Mack haciéndonos reír.
—Buenos días —la salude con una sonrisa, con frecuencia me llamaba así. pero no deja de causarme gracia —¿iremos solo nosotras o también mi hermano? —ella se sentó a mi lado dejando a mi hermano viendo la serie.
—Podemos ir solo nosotras, así me cuentas todo con lujo de detalle.
—Sabía que vendrías temprano solo por eso.
—Me conoces bien —después de desayunar salimos rumbo al parque.
Hacia algo de frio a pesar de que el sol aparecía entre las nubes, había unas cuantas personas, parejas y niños, era algo agradable. el viento fresco me hacía sentir bien, aunque a Mack no le agrada mucho el invierno. Ella lo que más anhelaba era la llegada de la primavera.
—Ya, dime que paso anoche —Mack se sentó a mi lado en una de las bancas.
—Hablamos, aclaramos las cosas y vamos a intentarlo.
—Wuu esa sonrisa dice mucho. En serio te gusta. Me alegro mucho amiga, aunque no me creo que ahora tienes novio, siempre decías que querías uno de novela.
—Así es, mis expectativas las tenía demasiado altas, porque no quería enamorarme más de un imposible, además son lindos los personajes literarios.
—No te lo niego, aunque me cuesta algo imaginarlos, pero ya verás que con Alex todo ira muy bien. —Después de ir a la plaza y hablar de tantas cosas como si no nos hubiésemos visto en años, entramos a la heladería que estaba cerca a la librería —No sé por qué quieres un helado si está haciendo frio.
—Me gusta, vamos, regresemos antes de que mi madre empiece a llamar porque ya tardamos mucho —sin darle oportunidad a que contestara, mi teléfono comenzó a sonar en el bolso de mi chamarra. —Hola.
—Hola Ali, ¿quieres salir conmigo hoy? —La voz de Alex sonó un poco nerviosa al otro lado haciéndolo tierno.
—¿Quién es? —dijo Mack a mi lado en un susurro.
—Alex —conteste del mismo modo —Le pido permiso a mis padres y te aviso, pero lo más seguro es que sí.
—Bien, te espero.
—Va, adiós — termine la llamada después de que se despidiera y seguimos nuestro camino de regreso.
—Te vez muy feliz amiga, muy diferente a como te veías hace unas semanas antes de intentar algo con Max y después de eso.
—No podía evitar sentirme triste al saber que la persona que me gustaba y me había pedido una oportunidad estaba con alguien más, sé que fui yo quien lo alejo, pero me dolía verlo al lado de ella.
No era mucho de hablar de lo que sentía, pero con Mackenna todo era más fácil. Aunque seguía teniendo secretos que resultan tan tontos que no vale la pena contarlos, prefiero guardarlo para mí o algunos que simplemente los hablaría con el tiempo.
Al llegar a casa fui directo a la habitación de mis padres, mi madre estaba sentada leyendo un libro y mi padre de seguro trabajando, tenía la laptop en su regazo. —¿Qué pasa hija? —mi madre aparto la vista del libro.
—¿Me dan permiso de salir con Alex? —mi madre me miro con emoción lo que causo un leve sonrojo en mí.