Salí del instituto y camine por la banqueta bajo la sombra de los árboles, saque mi teléfono y mis audiófonos y seguí mi camino mientras escuchaba la voz de Rory Kim, una de sus canciones sonaba a un volumen considerable, aun escuchaba el sonido de los autos cuando pasaban a mi lado. Una que otra lagrima salió de repente, pero el quite rápido con la manga de mi suéter.
Camine a paso lento durante casi media hora, mi casa no quedaba tan cerca del instituto, así que me sentía cansada. Pero hoy me sentía más cansada que de costumbre, al entrar me encontré con mamá que estaba lavando las verduras para la comida, se sorprendió al verme entrar.
—¿Por qué llegaste tan temprano cariño? —dijo acercándose a mí.
—El profe de la última clase no pudo ir así que salimos antes.
Puse mi mochila en el suelo recargada a la isla y me senté en uno de los bancos al frente de la misma, mientras veía como mamá seguía con lo suyo.
—¿Comiste algo?
—No, no tenía mucha hambre, al salir me vine para acá —tome mi teléfono y apague la música. —tengo sueño, así que no quería quédame más rato allá sin nada que hacer.
—Si quieres ve a dormir un poco, la comida aún no está lista, tardara un poco más, en cuanto esté lista te aviso —dijo con una sonrisa y sin más salí de la cocina a paso rápido para después subir las escaleras.
Entre a mi habitación, dejé la mochila en el pequeño sofá y me acosté en la cama, vi todo a mi alrededor, no sé cómo sentirme ahora, es de esas veces en las que sabes que has cometido un error y no sabes donde esconderte o como solucionarlo.
Me levante y fui hacia mi pequeño escritorio, tome un libro y regrese a la cama para comenzar a leer el libro, me acomode de tal forma que después de un rato, la lectura me estaba durmiendo, deje el libro a un lado para así quedarme dormida. Me olvide de todo, la lectura siempre me ha ayudado a relajarme, por eso es por lo que he leído tantos libros, aunque a veces esos libros me hacen desear una vida casi imposible, como es esa de encontrar el amor perfecto que dura mucho tiempo. He escrito algunas cosas en mi lista del chico ideal, pero es evidente que jamás lo encontraría.
He encontrado en los libros una salida, a nuestra edad es complicado describir la clase de problemas que tenemos, todo es en torno a no encajar en los grupos sociales, eso es lo que más nos atormenta, además de las ilusiones que nos generamos en una relación, ya que esperamos que esas relaciones duren más tiempo del que en realidad lo hace la mayoría.
—T/N, ven a comer —había gritado mi nombre un par de veces más, me levante antes de que volviera a gritar, baje las escaleras aun adormilada.
—Ya estoy aquí —dije entrando a la cocina donde estaban mi mamá y mi papá ya en la mesa. —Hola Papá— dije sentándome a su lado.
—Hola cariño, ¿Cómo te fue hoy en la escuela?
—Bien, no tuve algunas clases por eso llegué temprano a casa —mientras hablaba con él, mi madre se unió a nosotros colocando una jarra con agua en el centro de la mesa.
—¿Dónde está Jin?
—Está en lo de un amigo, llego hace rato y se volvió a ir —dijo mamá antes de sentarse con nosotros.
Después de la pequeña charla todo quedo en silencio hasta terminar de comer, cuando terminamos de comer ayudé a limpiar y después volví a mi cuarto.
Revisé los pendientes que tenía para próximas clases y comencé a hacerlos poco a poco en medio de las distracciones que siempre me abordan, encendí mi computadora y puse una playlist para intentar concentrarme un poco más, cosa que difícilmente pasa conmigo. El tiempo paso tan rápido, casi una hora después ya había terminado algunas de las tareas más fáciles a lo que me levanté y decidí tomar un baño para relajarme y seguir con las tareas.
Tomé un short negro que llegaba casi a la mitad de mis muslos, una playera blanca y una sudadera gris y por último me puse mis Vans blancas. También peine mi cabello y lo deje suelto para que se secara de manera natural y regrese a mi escritorio a seguir con las tareas pendientes, ya eran casi las cinco de la tarde, me había distraído mucho.
Alguien tocó a la puerta —adelante —dije sin voltear a ver quién era, seguí con la mirada puesta en el libro y tratando de captar lo mejor posible la lectura, me centre de nuevo y olvide que alguien había entrado, después de unos cinco minutos su aroma llego a mí, poco a poco me gire para encontrarme con Tae sentado en el pequeño sofá observándome —¿Por qué te quedaste en silencio? —dije tratando de asimilar el susto que me dio verlo ahí tan tranquilo, había olvidado por completo que la tarea de Redacción era en parejas y que el vendría hoy.
—Perdón, pero no te quise molestar —dijo tratando de no reírse por mi expresión.
—Pero me asustaste, habla y di que estas aquí —me quité los lentes y los puse a un lado para descansar un poco de ellos.
—No fue mi intención —se levantó y se sentó en la silla a mi lado —¿Qué haces? —dijo observando el libro que tengo enfrente.
—Estaba haciendo la tarea de Historia —dije cerrando el libro — ¿Comenzamos? —tomé un libro que estaba cerca de Tae para hacer la tarea, mala idea, volvimos a quedar demasiado cerca para mi gusto, un poco incomoda regrese a mi lugar y abrí el libro buscando el tema que nos había tocado hacer.