Salí hacia el balcón, estaba bastante frio afuera, pero me hizo concentrarme en otra cosa que no fuera Tae. Me senté en la silla de madera abrazando mir rodillas, tenía la vista fija en el piso, ¿Qué se puede hacer con un corazón roto?
—Hola —La voz de Joo Ri me asusto, sacándome de ese pensamiento confuso que estaba en mi mente —¿En qué piensas? —su voz era suave, aunque un poco preocupada.
—En todo y nada a la vez —mi voz sonó entrecortada — y en un tal vez.
Mack se sentó a mi lado —No te sientas mal, además creo que tienes tus razones para tomar la decisión, aunque si es algo cuestionable, pero entiendo quizás por qué no quisiste darle una oportunidad.
—¿En serio? —ella asintió ante mi pregunta —Tengo mil cosas en mente, tengo miedo.
—Con miedo no vas a llegar a ningún lado amiga, pero entiendo, nunca has estado en algo similar antes, si de verdad lo quieres, debes dejar el miedo de lado.
—Es extraño, que mi mejor amiga me esté diciendo que salga con su ex —ambas reímos.
—Ya hace bastante tiempo que solo nos vemos como amigos, y si puede parecer extraño, pero esto no iba por buen camino, no desde que empecé a hablar más con Jin—sus palabras me tomaron por sorpresa, no parecía que hubiese algo entre ellos.
—¿Qué? —mi cara reflejaba mi sorpresa o así lo sentí —¿Cómo paso?
—T/N, perdón por no contarte —bajo la mirada con las mejillas un poco rojas —solo que me dio algo de pena y no sabía cómo contarte lo que me pasaba con tu hermano.
—No te preocupes, te entiendo, hay cosas que no sabes cómo decir —le sonreí, sabia a la perfección como se siente querer decir las cosas, pero no atreverse a hacerlo.
Asintió y volvió a levantar la mirada —Gracias por entenderme T/N, eres la mejor —dijo para luego darme un pequeño abrazo.
La noche se hizo presente, no tenía nada que hacer, y no tenía ánimos para nada, algo que sin duda mis padres notaron a la hora de la cena, pero no se atrevieron a preguntar.
—¿Estas bien cariño? —mi madre me saco de mis pensamientos, yo solo asentí —No lo parece, llevas lavando el mismo vaso bastante tiempo, creo que ya está más que limpio.
—Oh, lo siento —enjuague el vaso de cualquier resto de jabón y lo deje a un lado —no me di cuenta.
Solo estábamos mi madre y yo en la cocina —Te hemos notado un poco rara durante la cena, algo triste.
—Es algo sin importancia, ya se me va a pasar —sonreí —No te preocupes mamá, no es nada malo.
—Sabes que puedes contarnos lo que sea cariño, sé que eres algo reservada, pero no temas a mostrar tus sentimientos, no le diré a nadie, pero escuche algo de tu conversación con Alex antes de que se fuera.
Mis mejillas comenzaron a arder —es extraño y complicado —fije mi vista en la esponja y el plato que tenía en las manos —aunque creo que yo lo estoy complicando.
—Solo piénsalo con calma, no le des tantas vueltas a lo mismo, eso es lo que complica todo.
—Lo pensaré —me sonrió y ella termino con lo poco que faltaba, yo subí a mi habitación, y no hice más que escuchar algo de música y pensar hasta quedarme dormida. Tenía la ventaja de que era viernes por la noche.