Me quede despierta mirando hacia la ventana, se asomaba la luz de la lampara de afuera, reflejado las ramas del gran árbol en la pared. Daría algo de miedo si no estuviese acostumbrada a este lugar. En vez de generarme ese sentimiento me entretenía hasta quedarme dormida, algo que hoy no podía por haber dormido toda la tarde.
Mi teléfono se ilumino, haciendo que girara a verlo rápidamente, ¿Sigues despierta?... Se podía leer en la pantalla, mi corazón se aceleró, no esperaba un mensaje de Tae. Quería leer el mansaje completo, pero no podía. Dejé el teléfono a un lado con la intención de dormirme y no contestar, pero conforme pasaban los segundos no pude evitarlo.
¿Sigues despierta?
No quiero incomodarte, pero no puedo dejar de pensar en ti.
Estoy cansado de verte feliz con él.
No es egoísmo, solo quiero ser yo quien este a tu lado.
Sus mensajes causaron que mi corazón comenzara a latir con fuerza, una emoción me embriago por completo, nunca había recibido este tipo de mensajes, y siendo de la persona que me ha gustado desde que lo conocí, solo hacían latir más mi corazón.
¿Sabes? También estas en mis pensamientos pero
Quiero aclarar en mi todo lo que pasa
Por favor dame algo de tiempo.
Había escrito una y otra vez cada mensaje, descartando las palabras que realmente quería decir, borrando varias veces lo que pasaba por mi mente, llegando a mandar unas simples palabras.
Respetare tu decisión
Pero no olvides lo que siento por ti
Después de ver ese último mensaje deje mi teléfono a un lado, sintiendo mi corazón doler, ¿Cómo es que tengo que aclarar lo que es evidente? Mi corazón sigue eligiendo a Taehyung, no quiero lastimar a Jimin, pero no es justo que siga alimentando vanas ilusiones, no es justo que rompa su corazón, pero tampoco es justo que este con el cuándo no siento lo mismo. No debí aceptar tan precipitadamente a Jimin, no merece que lo lastimé así.
Me quede despierta un rato más hasta que el sueño me volvió a vencer, las horas fueron pasando sin que tuviese la noción real del tiempo, haberme quedado dormida toda la tarde y parte de la mañana había ocasionado que por la madrugada el sueño se ausentara.
—¡T/N! Despierta —mi madre comenzó a abrir las cortinas para que entrara la poca luz que permitían las nubes a estas horas —Ya son casi las diez, no puedes seguir dormida cariño.
—Tengo mucho sueño, no me quiero levantar, además tengo frio —me tape completamente con la manta, acto que hizo reír a mi madre, le causaba gracia que a pesar de mi edad me siguiera comportando como una niña pequeña.
—¿Te despertaste en la madrugada cierto? Por eso no te quieres levantar —un débil sí salió de mi boca haciendo que mi madre negara, no tenía opción, debía levantarme antes de que se enojara —te espero en el comedor, vamos a desayunar.
—Sí, en un momento voy —mi madre salió de la habitación dejándome ahí tratando de despertar, si no me levantaba me volvería a quedar dormida.
La primera semana de vacaciones, la familia de Solar vino de visita un par de veces antes de quedarse para las festividades de navidad y año nuevo. Esperaba con ansias esas fechas cada año, aunque parezca infantil, es mi época favorita del año, además de ser un despeje de lo que hago día a día, era una pequeña salida de mi rutina, casi siempre tenía todo planeado, pero deje de hacerlo todo tan calculado, seguía siendo buena en clases, memorizando y olvidando. Pero me he dado cuenta de que la visa es más que solo estudiar, no puedo dejar de lado mis obligaciones como hija, pero creo que me he cerrado bastante, tal como lo dicen mis padres.
La vida es más que ser una máquina de estudio, también es estar en contacto con el mundo, aunque es aún difícil para mí, podría ser diferente, pero algunos aspectos de mi vida los prefiero así, no cambiaría a mi mejor amiga, aunque algunos de los sucesos ocurridos en estos últimos meses sí. Un corazón roto no es algo que se pueda evitar, a fin de cuentas, es algo tan viejo como el tiempo.
—¿En qué piensas primita? —Solar se sentó a mi lado frente al lago ahora congelado, pasando un suéter más calentito sobre mis hombros.
—Gracias, pensaba en cómo han sido las cosas —gire a verla con una sonrisa —estoy despejando mi mente.
—Me alegro, entonces ¿Cómo han ido las cosas con esos dos chicos?
Un suspiro largo escapo de mí, hace un par de días le había contado todo a mi prima, quien escuchaba con atención cada palabra, a veces me miraba con pena o compasión. Pues sabia al igual que yo que, los sentimientos no se cambian así, no puedes obligarte a querer a alguien, no de tal manera cuando el sentimiento es unilateral, de esa manera solo la persona que realmente quiere saldrá lastimada si se le siguen dando alas. Había confundido por un instante a mi mente, haciéndole creer que por Jimin lograría sentir algo con el pasar del tiempo.
—Hablare con Jimin esta tarde, es mi amigo y no puedo verlo como algo más.
—Sé que tomaras la mejor decisión. Él encontrara a alguien que corresponda a sus sentimientos.