Nos encontrábamos de camino hacia la facultad. Habíamos regresado de la casa de Janine a primera hora de la mañana, para poder preparar los útiles de la universidad, por lo que nuestra estadía fue precoz.
Durante la despedida con la familia Rudd, logré divisar como Mackenzie y Brandon se despedían.
Y sería hipócrita al decir que, al verlos besarse delante de mí, mi pecho no dolió.
Porque lo hizo.
Mas, sin embargo, me di valor y proseguí con las despedidas y luego, solo subir en el taxi para alejarme de allí.
Era lo mejor, por el momento.
—Deja de pensar en ello—Desvié la mirada de la ventanilla del taxi y la posé en Gloria—Por ahora enfócate en tu carrera y luego tomarás cartas en el asunto, que un chico no se convierta en un problema para tu cursado ¿Está bien?
Sonreí—¿Qué haría sin ti?
—Probablemente hubieras huido de todo—Apreté mis labios—Y lo sabes.
Suspiré—Tú tienes la valentía que tanto anhelo—Mojé mis labios—Quisiera no ser tan cobarde.
—Anel, no muchos harían lo que tu hiciste, al irte con una mujer que ni siquiera conocías y no solo eso, una mujer que estaba implicada con el narcotráfico—Sacudió su cabeza—Ambas sabemos lo malo que eso puede ser y, sin embargo, decidiste exponer tu seguridad por los tuyos—Sonrió acariciando mi mano—Si eso no es valentía ¿Entonces qué es?
Volví mi vista hacia el cristal, observando los finos copos de nieve caer y cubriendo la vegetación, las calles y las casas con su blanca, brillante y fría manta.
—Señoritas, hemos llegado—Sonrió el canoso hombre, de no menos de 50 años. Tomé mi billetera y cogí un par de billetes, al igual que Gloria, ambas los unimos y se lo entregamos, para luego bajar del vehículo y tomar camino hacia el edificio.
—No llevamos ni cuatro días aquí y los exámenes están ahogándome…—Gruñó Gloria mientras ingresábamos completamente y caminábamos por los pasillos—Anatomía, Fisiopatología, Fisiología, Química ¿¡Qué más!? —Chilló molesta—Odio Anatomía, sus órganos, el peritoneo y todo lo que se incluye ¡Lo detesto!
Sonreí burlesca—Bienvenida al mundo de la medicina, amiga—Palmeé con suficiencia su hombro, ganándome una fulminante mirada.
Mis ojos divisaron el curso en donde se llevaría a cabo mi clase y después de despedirme de una enfadada Gloria, me encaminé hacia allí y suspiré al encontrarla vacía.
Tomé asiento en un banco situado en medio del lugar y acomodé mis cosas, para luego sacar mis apuntes junto a mi lapicero y esperar al que el profesor llegara a dictar la clase.
—¿Puedo tomar asiento? —Quité la mirada de mi cuaderno, para posarla en un chico de alrededor de veintitrés años, cabello castaño claro, ojos mieles y facciones serias y marcadas. Medía aproximadamente un metro setenta y vestía un chaquetón marrón, sus manos estaban recubiertas por guantes negros e inferiormente usaba unos jeanes azules oscuros y unos botines del mismo color que sus guantes.
Era guapo.
Carraspeé—Claro que sí—Quité mi chaqueta del banco junto a mí y la posé en el respaldar de mi silla.
—Gracias—Sonrió dejando su bolso en el suelo y tomando asiento—Soy Larry Hudson, un placer—Extendió su mano y yo con rapidez la tomé.
—Anel Redcliffe—Mojé mis labios—Y el placer es todo mío.
Larry cruzó sus brazos y se acomodó sobre su banco, observándome detalladamente.
¿Mmm?
—¿Desde hace mucho asistes a esta universidad? —Cuestionó neutro y sin detener su escrutinio.
Negué—No, he llegado hace un par de días—Asintió— Y por lo que veo, este es tu primer día.
Asintió—Acertaste, es una universidad de prestigio y la escogí para asegurar una completa formación en la profesión—Presté total atención a él—¿Y conoces a alguien de aquí?
—Solo mi amiga—Sonreí apenada.
—Por lo visto, no somos de hacer muchos amigos—Encogí mis hombros.
—¿Tu vienes solo? —Negó nervioso—¿Estás bien? No quise sonar entrometida.
Larry carraspeó—No te preocupes—Hizo una mueca—Y no, no vengo solo—Rascó su cabello—He venido con mi pareja, ambos estudiamos lo mismo.
Asentí comprendiendo—Oh.
Instantáneamente mis ojos volaron hacia la puerta del curso, por donde entraba otro chico, pero este era rubio, con unos enormes ojos verdes. Vestía una chaqueta azul marino y sus pantalones eran negros al igual que sus zapatillas.