Only you

Capitulo 11

Suspiré una vez que había llegado al final del pasillo y desganada me dejé caer hacia la fría pared color crema. Cubrí mi rostro e intenté que la tensión abandonara mi cuerpo, mis manos sudaban y mis piernas flaqueaban.

Santo Dios.

Aún podía oír sus voces, murmurar confundidos, del otro lado del pasillo y eso incrementaban mis nervios y los escalofríos en mi piel.

¿Y ahora qué?

—¿Anel? —Chillé alarmada y como un huracán volteé a ver a la persona que casi provocaba un infarto.

—¡Joder, Gloria! ¡Casi me matas! —Sostuve mi pecho—¿Qué haces aquí?

Ella frunció el ceño—El profesor James de Inmunología Humana no asistió a la clase…—Se encogió de hombros—Todos decidieron irse…—Acomodó su chaqueta—¿Y tú? Te noto algo exaltada ¿Estás bien?

Asentí velozmente—Si…—Tragué saliva nerviosa—Necesito informarte de algo—Gloria me observó curiosa—Ven, necesito comer algo—Caminé hacia el buffet con ella detrás.

Luego de llegar al espacio en donde uno podía relajarse y saciar su hambre, sin dudarlo, me encaminé hacia la vendedora mientras que Gloria se ubicaba en una de las mesas a su alrededor.

—Vaya—Elevó sus cejas—Morías de hambre—Comentó al ver una bandeja entre mis manos con una taza de chocolate, un jugo de naranja, una rosquilla bañada en miel y una ensalada de frutas—Vas a empacharte—Cogió la rosquilla y le dio una mordida, ganándose una fulminante mirada de mi parte—Dime que es lo que debías informarme—Hice una mueca al ver parte del alimento ser triturado en su boca.

—He dado comienzo al plan—Lo siguiente que oí fue su exagerada tos. Rasqué mi ceja esperando a que terminara con su show, hasta que tomó una de las servilletas de papel y escupió el resto de la rosquilla que se hallaba en su boca—¡Dios! ¡Eres un puerco! —Hice un gesto de asco—¡Ni se te ocurra posar eso en la mesa! —Chillé asqueada logrando que riera con lágrimas en los ojos.

—Tranquila—Sonrió e hizo una bola con la servilleta y lo arrojó a la canasta de basura—¡Y encesta! —Rodé los ojos molesta.

—¿Has terminado? —Asintió aun riendo—Me topé con Brandon y Mackenzie en los pasillos.

—¿Qué has hecho?

Me encogí de hombros—Pues lo planeado, le fui indiferente.

Frunció su ceño—¿Estando sola con él?

Negué—¿Has oído lo que dije? —Bufé—Estaba con Mackenzie.

Sus ojos se abrieron como platos—¿Es broma? —Negué y ella palmeó su frente—Joder, Anel…—¿Y ahora qué? —Debías hacerlo, estando a solas con él.

¿Eh?

Gloria suspiró—Ahora Mackenzie creerá que tiene las de ganar—Rodó sus ojos preocupada.

¡Oh, demonios!

—¡Nunca mencionaste eso! —Exclamé nerviosa—¿Qué haremos ahora? ¿Ya la cagué?

Negó rápidamente, reacomodándose en su asiento—Debemos pasar a la siguiente etapa, pero ya...—Rascó su mejilla—Hay que empezar a ganar terreno.

—Bien—La analicé meticulosamente—Etapa Dos ¿Celos?

—Celos—Confirmó—Pero aún hay un problema…—La observé confundida.

¿De qué habla?

—No tenemos a nuestro eslabón.

Oh.

Apoyé mis codos sobre la mesa y cogí el cogí la taza de chocolate, bebiendo un sorbo de ella.

Tanto Gloria como yo, nos encontrábamos en silencio pensando en quién podría ser el mejor partidario y que cumpliera con las características impuestas por ambas. De pronto, mis pupilas se desviaron de la anatomía de Gloria y se posaron en dos personas, que caminaban charlando entre sí, soltando leves y sonoras risas.

—Un minuto…—Mis engranajes se unieron y luego de obtener la conclusión en mi cabeza, la sonrisa en mi rostro se hizo inmensa—Tengo una idea—Me puse de pie, dejando a Gloria confundida—¡Oigan! —Llamé su atención—¡Tomen asiento aquí! —Sus sonrisas se ensancharon al reconocerme y se encaminaron hasta nosotras.




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