Reaccioné inmediatamente después de ver como David tomaba a Brandon por la parte trasera de su camiseta y tiraba de él hacia atrás. El pajarito se quejó al no poder estampar el puño en la mejilla de Lúxon, más no opuso resistencia y de esa manera se dejó arrastrar por su amigo atreves de los pasillos.
Con desesperación corrimos hacia Lúxon quién estaba a punto de estallar en risas.
¿Qué demonios?
—¡Dios, santo! ¿¡Te ha hecho daño!? —Cuestioné preocupada—Lamento todo esto, jamás quise que salieras herido.
Lúxon volvió a reír—¡Eso estuvo de pelos! —Lo observé boquiabierta.
—¿Qué? —Hice una mueca—Casi terminas con el rostro deformado.
—¿Y qué con eso? —Tomó mi mano poniéndose de pie—Nunca había presenciado tanta acción.
Rodé los ojos y palmeé mi cien—No puedo creerlo.
—Oh, vamos estuvo de lujo, además logré que ese bizcocho me tocara…
—Con su puño y no sutilmente—Interrumpió Larry apareciendo a nuestro lado—¿Estás bien?
Lúxon asintió—Como decía, logré que al menos estuviera encima de mí ¡Jamás lavaré esta ropa!
Elevé una ceja y observé a Gloria quien rodaba sus ojos y negaba incrédula ante las palabras que salían de la boca de nuestro reciente amigo.
—No se trata de ningún famoso—Replicó Gloria.
—No, pero está como los dioses y no te atrevas a negarlo.
Bufé.
(…)
Dejé el último libro en mi cama y suspiré al sentirme liberada y con los contenidos, que entrarían en el examen, en mi cerebro.
Tomé un puñado de palomitas de Maíz y me recosté observando el techo.
—You I'll tell you what I want, what I really, really want, So tell me what you want, what you really, really want I wanna, (ha) I wanna, (ha) I wanna, (ha) I wanna, (ha), I wanna really, really, really wanna zigazig ah…—Me ví interrumpida por el sonido de la puerta siendo cerrada estrepitosamente. Fruncí el ceño aun masticando y mis ojos enfocaron a una desesperada Gloria—¿Qué te ocurrió?
Observó toda la habitación—¿Ordenado?, Listo—Mojó sus labios y caminó por alrededor—¿Ambiente?, agradable ¿Ropa interior?, en sus gavetas—Sonrió—Excelente.
—¿Qué tipo de droga consumiste?
Bufó—Hay que tener la habitación ordenada.
Entrecerré los ojos—¿Y eso por qué?
—Debes arreglarte—¿Eh? —Ahora—Salió de la habitación ignorándome y claramente dejándome confundida.
¿Qué se traía entre manos?
(…)
Como es obvio, ignoré la orden de Gloria y me negué a arreglarme, quedándome en pijamas. De vez en cuando, veía a Gloria caminar de un lado hacia otro, nerviosa y ansiosa.
Tosí—¿Puedes dejar de colocarte loción? —Volví a toser—Estoy segura que espantarás hasta a los zorrillos y que la persona cerca de los cien kilómetros de distancia de nuestro hotel, podrá olerte.
Gloria bufó—¿No piensas arreglarte?
Volví a recostarme tomando un puñado de palomitas—No, hasta que me digas la razón.
—No lo hare, porque estoy segura que luego de oírlo, no querrás salir de la cama.
—Como sea—Rodé los ojos y me puse de pie—Iré a recepción a notificar que nuestra estadía en el hotel será constante—Tomé la tarjeta que la abogada Pillato me había entregado y puse en mis pies las pantuflas.
—¿Saldrás así?
Me encogí de hombros—Estoy segura de que Brad Pitt no está aquí, así qué ¿Por qué querer impresionar a alguien más? —Sin más que decir, caminé hacia la puerta de salida de la habitación—¡Ay, joder! —Chillé al ver quienes estaban a punto de tocar la puerta.
¿¡Qué carajos hacen aquí!?
Cerré la puerta sin dejar que articularan palabra alguna y procedí a analizar mi aspecto. Mis mejillas se colorearon de un rojo fuerte y mis piernas flaquearon completamente.
—¡Hazlos pasar! —Chilló Gloria empujándome y tomando el pomo de la puerta.
¡Detenla!
—¡No! —Chillé alejando su mano—¡No te atrevas!
—¡Quítate! —Me empujó, logrando alejarme y obteniendo el tiempo necesario para abrir la puerta—¡David, Brandon! —Saludó felizmente—Adelante.
Apreté mis labios al ver como los ojos del pajarito se clavaban en mí y elevaba una ceja ante mi vestuario.
—Bonita—David me abrazó, elevándome unos centímetros del suelo.
—Ey—Sonreí nerviosa. Este me liberó y se acercó para besar lentamente la mejilla de Gloria, tornándola colorada.