Esto debe tratarse de una broma.
¿Verdad?
¿En serio debo aceptar esto?
Realmente confío en Brandon, pero ¿Confiar en Mackenzie?
Ninguna chica con dos dedos de frente lo haría y por supuesto ni estando demente lo haría yo.
—Qué gracioso—Reí alejándome y caminando hacia la mesa—Eres bueno—Volví a reír y comencé a levantar los vasos que la familia Rudd había ocupado, para posarlos en la alacena.
Brandon carraspeó nervioso—Bruja, no era broma—Hizo una mueca—Hablaba seriamente.
Mi sonrisa se borró—Maldición—Abandoné los vasos y me apoyé sobre la misma base en donde había posado estos últimos.
—Oye, sé que es complicado confiar y más aun con lo ocurrido hace unos días…—Suspiró—Pero debes saber que ella no me atrae en lo absoluto.
Sonreí sarcástica—Pero aun así te acostaste con ella.
Brandon gruñó—¿Siempre que tengas la oportunidad lo mencionarás? —Bufó y yo solo me encogí de hombros—Fui un completo idiota ¿Eso te hace sentir mejor? —Lo miré seria y él suspiró frustrado—¿Un imbécil que no tuvo la capacidad para pensar con su cerebro principal, sino que solo lo hizo con el cerebro subdesarrollado que posee en medio de sus piernas?
Sonreí instantemente—Eso está mucho mejor.
Rodó sus ojos—Escucha, mantendré mis distancias con ella…—Caminó hacia mí—Sé lo que es sentir celos, tú lo has comprobado en mí infinitas veces, pero…
—No estoy celosa.
Rió burlón—Sí, claro—Murmuré molesta diversas palabras incoherentes—Confía en mí ¿Sí?
Suspiré rindiéndome—Bien, pero solo mantente en contacto.
Brandon volvió a reír—No iré a la guerra ni nada parecido, bruja—Negó tomando mis brazos—No será más de una semana, lo prometo—Asentí neutra y sin dejar de ver sus ojos—Perfecto, ahora ponte un abrigo y vamos a patinar con el resto de la familia.
(…)
Gruñí contra la almohada y apreté mis labios debido a la cefalea que sufría en ese momento. Observé por el rabillo del ojo, las hojas desparramadas sobre los pies de mi cama y volví a gruñir hundiendo mi rostro en el colchón.
—¿Qué te ocurre? —Cuestionó Gloria, quitando sus lentes y posándolos junto a los libros y apuntes que se hallaba estudiando.
—No puedo más—Me quejé—¡Es demasiado y es frustrante!
Rodó sus ojos y se acercó a mí—¿Qué estudias? —Cogió una de las hojas y releyó en silencio—“Psicología del desarrollo en infancia y niñez” Wow, menudo nombre…—Sonrió—¿Eso es todo lo que te molesta? O ¿Es el hecho, de que, Brandon no se haya contactado?
Bufé y me senté en la cama de mala gana—¡Es que no puedo creerlo! —Chillé—Solo se contactó dos días y eso es todo ¡No he sabido nada de él por cinco días!
Gloria suspiró—Bueno, tal vez no tenía conexión.
La observé aburrida—¿En serio has dicho eso? Y ¿Cómo explicas que David si se haya mantenido en contacto contigo?
—Olvídalo ¿Cuándo regresan?
Me encogí de hombros—Supongo que hoy.
—¿Y qué harás? —Mojó sus labios—¿Irás a recibirlo?
Rasqué mi cabello—No lo sé…—Un recuerdo llegó a mi mente—¡Demonios! ¿¡Qué hora es?
Gloria velozmente echó un vistazo a su reloj—Las cinco de la tarde ¿Qué ocurre?
—Se suponía que en media hora estaría para recibirlo ¡Joder! —Me puse de pie como una bala—Cuando lo vea, lo asesinaré lo juro—Dije buscando mis zapatillas—Deseará no haber nacido, maldito pájaro mentiroso.
Lo último que oí fue la risa de mi mejor amiga.
(…)
Suspiré moviendo mi pie de derecho de un lado hacia otro. Me encontraba en la estación de autobuses, en donde la gente recibía a sus parientes y he de decir que no es nada entretenido esperar por tanto tiempo.
Fruncí mi ceño, cuando divisé el mismo autobús en el que Brandon se despidió y entrecerré mis ojos al ver que este se detenía y luego los estudiantes comenzaban a bajar con tranquilidad.
Mi pecho vibró al ver que luego de David, Brandon bajaba con una capucha puesta en su cabeza y con los cascos ubicados en ambos lados de su cabeza. Sus castaños ojos estaban recorriendo el lugar, tal vez buscándome, pero me escabullí entre las personas y me situé detrás de él.