Only you

Capítulo 21

La época de finales había hecho su acto de presencia y conllevaba consigo la pesada carga de los exámenes, inmensas frustraciones, cero salidas, quejas de Gloria y por supuesto la imposibilidad de ver a los chicos.

Sinceramente muchas veces me planteé la idea de dejarlo todo por la borda, pero luego al recordar el objetivo planteado en mi meta, decidí que esto valía los insomnios que de seguro sufriría.

Además, no solo estaba molesta por ello, sino por una situación en particular. Resulta que un día normal y frio de estos, me hallaba caminando por los pasillos de la universidad y ¡Vaya sorpresa! me llevé al ver al pajarito charlando con Mackenzie. Si bien, solo eso hacían, la desconfianza aún persistía.

Desconfianza de ella, no de él.

Y esta aumentaba al ser testigo de cómo los ojos de Mackenzie brillaban y como sus dientes mordían su labio inferior con deseo al observar a Brandon reacomodar su castaño cabello.

¡Condenado! ¿¡Tenía que hacerlo de esa manera tan… sensual!?

Lo admito, mi situación no era tan diferente a la de mi Némesis-Catalogada así por Gloria- ya que estaba a punto de resbalar en el suelo, a causa de mis amibas.

Pero ¡No es mi culpa!

¡Él chico está como quiere!

Luego de eso, no he vuelto a hablar con Brandon personalmente y nuestra comunicación se había reducido a mensajes de textos y con cierto ápice de hostilidad de mi parte.

Aún estaba enfadada, no como cuando lo arribé en el momento exacto en que Mackenzie penetraba la burbuja personal de Brandon, pero sí como para responder de manera cortante. Brandon explicó que ella al estudiar pediatría, sus materias, mayoritariamente, se compartían.

¡Vaya! Qué casualidad.

—Necesitaba apoyo en alguna de las asignaturas y como soy bueno en ellas, nuestros profesores escogieron a varios de mi clase, para dar consultas—Explicó con seriedad—Te aseguro que no fue mi iniciativa, pero tampoco podía negarme…—Apretó sus labios—Así que sí, soy el profesor particular de Mackenzie.

Eso había dicho o al menos algo parecido. Segundos después recuerdo haber visto llamaradas crecientes en mis ojos y haber sentido como la sangre dejaba de circular por mis puños, debido a la presión ejercida en ellos.

¿¡En serio!? ¿¡Justo con ella!? —Brandon me fulminó con la mirada—¡Pues claro! Tú estás tranquilo porque no hay nadie que compita contigo por ganar terreno, pero en mi caso particularmente, hay una larva con malas intenciones, intentado ingresar de forma trillada y tú se lo permites.

—¡Demonios, Anel! —Bramó furioso y con sus mejillas rojas de la rabia.

Ay, dios.

Me había llamado por mi nombre.

¿Qué sucedió con el mote? ¿Con mi mote?

—¡Solo son clases! ¡Clases! —Chilló roncamente—¡No es como si fuera a acostarme con ella!

—Puff eso ya lo hiciste, idiota.

Gruñó furioso—¿¡En serio!? —Puse mis ojos en blanco—Ya ha pasado un mes de eso y estás comportándote como una chiquilla celosa e inmadura.

—¡Y tú como un cavernícola hormonado, que no ve la hora en meterse nuevamente entre las piernas de esa arpía y utiliza tácticas que hasta un mono descubriría!

—¡Estoy harto! —Cogió con brusquedad su mochila—¡Me tienes hasta la coronilla con ese tema! ¿¡Tan difícil es para ti, entender que no me sucede nada con ella!? —Rodé los ojos y él suspiró—¿Sabes qué? Tú, tus celos y tu desconfianza, se pueden ir a cosechar mierda—Se alejó hasta la puerta— Suerte con ello y por si no es obvio, no quiero saber de ti.

—¡Pues vete! —Chillé molesta—¡Vete con tu zorra pediatra y no vuelvas! —Oí el azote que la puerta dio contra el marco, sobresaltándome—¡Ten más cuidado! ¡Idiota subdesarrollado!

~Cinco minutos más tarde~

—Oh, vamos bruja ábreme la puerta—Rogó el imbécil desde el otro lado—Lo siento ¿Bien? Entiendo que te moleste todo esto y también acepto que ambos reaccionamos mal, pero ¿Podemos intentar discutirlo de manera racional?

—Ve a razonar con Mackenzie…—Me oí decir orgullosa—De seguro ambos se entenderán muy bien—Lo oí gruñir con molestia.

—Ábreme—Ordenó.

Rodé los ojos—No estoy—Tomé un cup cake con crema de frutilla que Gloria había dejado antes de irse a la biblioteca en busca de sus libros faltantes para preparar la materia—¿Recuerdas que ordenaste que fuera a cosechar mierda? Pues, me vi en la imperiosa necesidad de obedecerte y eso es lo que estoy haciendo ahora.

—Bruja—Insistió—Ábreme o echaré la puerta abajo.




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