Operación Eclipse

**Capítulo 1: La noche que cambio todo(Ⅰ)**

**10 de junio del año 2050, Hokkaidō, Instituto ShadowTech 19 horas del inicio de la operación Eclipse**

—Aquí el agente 007, respondan. Cambio. Agente 757, responda. Cambio.

El eco de la comunicación rota resonaba en los pasillos metálicos del Instituto ShadowTech. Las luces intermitentes parpadeaban, iluminando brevemente las sombras de los soldados que se movían sigilosamente. Los pasillos eran estrechos, con paredes de acero reforzado y puertas de seguridad selladas electrónicamente.

—Es inútil, nadie responde —murmuraba Ryo mientras él y su compañera eran acribillados por todos lados por soldados y mercenarios.

Una de esas balas dio justo en el pecho de nuestro querido protagonista. Ryo cayó al suelo, sintiendo un dolor ardiente que se extendía por su pecho. La sangre empezaba a manchar su uniforme.

—Pew-pew, pew-pew. ¡Rápido, están heridos! —gritó el soldado que disparó la bala. En ese momento, hubo un cese al fuego.

El sonido de los casquillos vacíos resonando en el suelo metálico era casi ensordecedor.

—¡Rápido, avancen! —ordenó el jefe militar. Los soldados se acercaban, moviéndose en formación táctica.

Mientras tanto, una voz no dejaba de repetir:

—Ryo, Ryo, despierta, tenemos que irnos. No hay tiempo. La voz pertenecía a su compañera, Yumi, que trataba desesperadamente de mantenerlo consciente. Sus ojos estaban llenos de preocupación y determinación mientras intentaba levantarlo.

Seguro se están preguntando quién es Ryo, por qué se infiltraron en el laboratorio más seguro de todo Japón, o quiénes eran las personas que lo acompañaban. Bueno, déjenme decirles que estas preguntas serán resueltas una por una. Pero antes, dejemos esta historia aquí y volvamos a donde todo empezó. ¿Les parece?

**25 de Febrero del año 2050, Instituto Shinjuku, Japón Meses antes del inicio de la operación Eclipse**

—Bueno, vamos a comenzar la clase. Necesito que todos abran su libro de química en la página 65 —decía la maestra a sus estudiantes.

La luz del sol se filtraba por las ventanas, bañando el aula en un cálido resplandor. Los estudiantes, en su mayoría desinteresados, obedecieron con desgana, y el murmullo constante llenaba el aire.

"Química, en serio, es lo más fácil del mundo," pensó nuestro querido protagonista, Ryo. Pero antes de avanzar con la historia, revisemos un poco de su expediente.

Nombre: Ryo Ishikawa

Edad: 16 años

Fecha de Nacimiento: 3 de octubre de 2034, en Kioto, Japón

Origen: Familia de estatus económico muy alto

Residencia actual: Tokio, Japón

Educación: Escuela pública (por elección propia)

Grado: Primer año de secundaria

Pasatiempos: Estudiar*Ver anime (favoritos: Sword Art Online y No Game No Life)

*Leer mangas

*Jugar videojuegos (especialmente shooters y MMORPGs)

Habilidades: Prodigio en deportes, matemáticas, química, física, lectura, y más

Ganador de varios torneos nacionales

Historia Personal: Ryo nació en una familia adinerada en la hermosa ciudad de Kioto, pero eligió estudiar en una escuela pública para tener una experiencia más auténtica. Desde pequeño, mostró habilidades excepcionales en casi cualquier área que se propusiera, desde deportes hasta ciencias. Sin embargo, su vida personal ha estado marcada por la tragedia. A los 6 años, perdió a su madre en un accidente de avión, y su padre, sumido en el trabajo, se distanció emocionalmente de él. Esta soledad ha hecho que Ryo no tenga amigos cercanos ni pareja, y no se sabe si tiene otros familiares.

Rin, rin. —Oh, vaya, se acabó la clase —decía la maestra. —Bueno, pueden salir a almorzar.

El aula se convirtió en un mar de movimiento. Los alumnos se levantaban, charlaban y se dirigían al comedor en grupos. Todos excepto uno.

"Amigos, novia, ¿quién los necesita?" pensaba Ryo mientras se levantaba de su asiento. Su cabello oscuro caía desordenado sobre su frente, y sus ojos marrones observaban a su alrededor con indiferencia. Su uniforme estaba perfectamente planchado, reflejando su meticulosidad.

En el comedor, los murmullos no tardaron en aparecer.

—Míralo, es Ryo —

murmuraba un chico a sus amigos.

—Ja, es rico y estudia en una escuela pública —

decía otro con desdén.

—Y lo peor es que no tiene ni un solo amigo —

añadió otro.

Así, mientras Ryo caminaba por los largos pasillos del colegio, sentía las miradas pesadas de sus compañeros sobre él. Los murmullos y cuchicheos llenaban el aire a su alrededor. "Siempre es lo mismo. Como si fuera un bicho raro, me miran y critican," pensaba Ryo, tratando de mantenerse sereno.

Ryo llegó al comedor y pidió su plato habitual: un simple arroz con pollo. Se sentó solo en una mesa, y a su alrededor los comentarios continuaban.

—Míralo, Ryo otra vez va a comer solo —

se oían los susurros malintencionados.Los cuchicheos eran como alfileres en su piel, pero Ryo se concentraba en su comida, masticando lentamente mientras intentaba no escuchar.

Tras terminar su almuerzo, se levantó y caminó de vuelta a su salón de clases, recordando que había olvidado su libro de química. Al entrar, encontró una nota en su mesa que decía: "Vete a casa con cuidado."

Ryo leyó la nota y la arrugó con rabia, convencido de que era una broma cruel. Guardó su libro y se dirigió a la salida del colegio, perdido en sus pensamientos sobre lo que le depararía el futuro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.