Operación Renacer

Capítulo 19: La Batalla en las Sombras

Los soldados avanzaban rápidamente, sus pasos resonando en los túneles con un eco metálico. Torres y la mujer se mantuvieron firmes, observando cada movimiento con la misma concentración que si estuvieran en un campo de batalla. Sabían que cualquier error podría costarles la vida, y no podían permitirse perder.

"¿Qué hacemos?", susurró la mujer, su voz baja pero cargada de tensión.

Torres no respondió de inmediato. Analizó la situación, su mente calculando las posibles rutas de escape, los ángulos de ataque. Sabía que su mejor opción era mantener la calma y esperar el momento adecuado.

"Vamos a enfrentarlos", dijo finalmente, su tono decidido. "No podemos perder tiempo."

El primer soldado se acercó rápidamente, levantando su arma. Torres se movió en un instante, aprovechando la velocidad de su cuerpo mejorado por la tecnología. Con un golpe rápido, desarmó al soldado y lo derribó al suelo. La mujer, por su parte, se adelantó y con un movimiento ágil desvió el arma de otro soldado, tomando el control de su cuerpo y empujándolo hacia la pared.

Los soldados restantes no tardaron en reaccionar. Uno de ellos, más alto que los demás, se acercó con una amenaza en su mirada. Torres se preparó para un combate más difícil. Este soldado era diferente, más fuerte, con una presencia intimidante.

"Están cometiendo un error", dijo el soldado, su voz grave y metálica. "No hay forma de que escapen."

"Ya veremos", respondió Torres con determinación. Sin esperar más, se lanzó hacia él. El choque fue brutal. El soldado no era fácil de derribar, pero Torres tenía algo que él no: la fuerza y la agilidad de un hombre convertido en máquina.

La lucha continuó en los pasillos del túnel, cada uno de los soldados tratando de someter a Torres y a la mujer. Pero a pesar de su desventaja numérica, los dos luchaban con una furia incontrolable. Torres, en particular, parecía moverse con una rapidez y precisión sobrehumana, como si cada movimiento estuviera predestinado a derrotar a sus enemigos.

La mujer no se quedó atrás. Su habilidad para moverse en silencio y su agudeza para leer a sus oponentes le dieron la ventaja. Con un rápido giro, derribó a otro soldado y lo dejó fuera de combate con un golpe certero.

Cuando finalmente los soldados fueron neutralizados, el túnel volvió a sumirse en el silencio. Torres y la mujer se miraron, exhaustos pero determinados.

"Vamos", dijo Torres, su respiración agitada. "No podemos perder más tiempo. El comandante Morales nos está esperando."

Avanzaron rápidamente, sabiendo que cada segundo contaba. El objetivo estaba cerca, y el peligro aún acechaba en cada rincón.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.