Capítulo 22: El Ascenso de los Evolucionados

La infiltración en la base de 'Evolución' comenzó esa misma noche. Torres y la mujer, armados con la información proporcionada por Morales, se dirigieron a un complejo científico al norte de la ciudad, oculto en lo profundo de la zona industrial de Valgrís. El edificio, rodeado por enormes muros y vallas electrificadas, parecía una fortaleza inexpugnable. Pero Torres había aprendido a no subestimar ningún obstáculo.

"¿Estás listo?", preguntó la mujer mientras se preparaban para pasar desapercibidos entre las sombras.

"Lo estaremos cuando lleguemos a la sala de control", respondió Torres, observando la entrada principal del complejo. Sabían que el tiempo era esencial, y que cada paso que daban era un riesgo calculado. Pero no tenían opción.

Con un sigiloso movimiento, entraron por una puerta lateral, evitando las cámaras de seguridad. Torres, gracias a su entrenamiento y las mejoras en su cuerpo, pudo detectar y desactivar las alarmas con facilidad. La mujer, por su parte, seguía de cerca, vigilando cualquier movimiento en el exterior.

Al llegar al área central del complejo, encontraron lo que buscaban: una gran sala llena de pantallas y equipos de alta tecnología. Sin embargo, lo que más les llamó la atención fueron las cápsulas en las que los "Evolucionados" se encontraban, suspendidos en un estado de hibernación. Torres sintió una punzada de inquietud al verlos. Eran humanos, pero no completamente humanos. Los ojos de cada uno brillaban con una intensidad metálica, una característica de su transformación en máquinas.

"Esto es peor de lo que imaginábamos", murmuró la mujer, observando las cápsulas. "Están creando soldados que no tienen voluntad propia."

Torres miró a su alrededor. "Vamos a destruir todo esto."

Justo cuando estaban a punto de avanzar, una alarma resonó por todo el complejo. "¡Intrusos detectados!", gritó una voz por los altavoces. "Activar protocolo de defensa."

Antes de que pudieran reaccionar, las puertas se cerraron, sellándolos dentro de la sala. Torres y la mujer se miraron, sabían que lo peor acababa de comenzar.