Operación Renacer

Capítulo 23: El Último Bastión

La sala se llenó de un zumbido metálico mientras las puertas se cerraban con un estruendo. Torres y la mujer estaban atrapados, sin escape visible. Un grupo de soldados apareció a través de las puertas opuestas, sus miradas fijas en los intrusos. Sabían que su misión acababa de volverse mucho más peligrosa.

"Rápido, a las cápsulas", ordenó Torres, señalando las filas de máquinas de las que colgaban los "Evolucionados". Necesitaban encontrar un modo de hackear el sistema y desactivar los protocolos de seguridad antes de que fuera demasiado tarde.

La mujer asintió, y ambos comenzaron a moverse con rapidez. Torres cargó contra los soldados que avanzaban hacia ellos, usando sus habilidades mejoradas para neutralizarlos con una eficiencia mortal. Cada golpe era una promesa de justicia, cada caída una victoria silenciosa en una guerra mucho mayor de lo que podían imaginar.

Pero más allá de los soldados, el verdadero enemigo estaba en las cápsulas. Los "Evolucionados" despertaban lentamente, y Torres sentía el peligro inmediato de enfrentarse a ellos.

"¡Muévete!", gritó la mujer, apuntando hacia un panel de control cercano. "Si no lo hackeamos ahora, estamos perdidos."

Torres cubrió su avance mientras ella se acercaba al panel y comenzaba a trabajar en las terminales. Sabía que no había tiempo para errores. Las alarmas sonaban en su cabeza, una constante amenaza que no podían ignorar.

"¡Están despertando!", gritó la mujer con un tono urgente.

Torres miró hacia atrás, viendo cómo las cápsulas se abrían, revelando a los primeros "Evolucionados". Su aspecto era aterrador: piel cubierta de implantes metálicos, ojos brillando con una intensidad sobrenatural. Cada uno de ellos era un monstruo, un híbrido entre hombre y máquina. Su fuerza, su velocidad, superaba la de cualquier humano común.

Uno de ellos se acercó rápidamente, sus movimientos tan veloces que apenas pudo ser visto. Torres se lanzó hacia él, pero el "Evolucionado" lo esquivó con facilidad y lo derribó al suelo. La fuerza del golpe fue brutal, como si un tren de alta velocidad hubiera pasado sobre él. Torres gruñó, pero se levantó rápidamente, reconociendo la amenaza inmediata.

"¡Necesito un segundo más!", gritó la mujer mientras luchaba contra las complicadas líneas de código en el sistema de seguridad.

Torres, ahora con su cuerpo lleno de pequeñas abolladuras tras el impacto, tomó una decisión. Activó su sistema de combate mejorado, desatando una fuerza aún mayor. Se lanzó hacia el "Evolucionado" con toda la furia que tenía guardada, y con un brutal golpe, logró derribarlo.

Pero no fue suficiente. El "Evolucionado" se levantó rápidamente, sin rastro de dolor en su rostro. Torres sabía que solo tenía una oportunidad: derribarlos todos antes de que los refuerzos llegaran.

"¡Lo tengo!", exclamó la mujer, con una sonrisa de satisfacción. "¡El sistema está vulnerable ahora!"

Antes de que pudiera decir algo más, el sonido de pasos pesados los interrumpió. Un segundo "Evolucionado" avanzaba, esta vez con una presencia mucho más imponente. Era el líder de la unidad, el más fuerte, el más rápido.

"Es ahora o nunca", murmuró Torres, preparándose para enfrentar a la verdadera amenaza.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.