La sala estaba iluminada solo por las luces parpadeantes de las computadoras, la pantalla principal ahora mostraba un solo mensaje en rojo: "Sistema comprometido". La mujer no podía ocultar su satisfacción. Habían logrado lo impensable: desactivar la seguridad del complejo, pero sabían que esto solo había sido una pequeña victoria. El verdadero desafío aún estaba por llegar.
"Lo tenemos. El núcleo de 'Evolución' está justo abajo", dijo la mujer, señalando un mapa que había descargado del sistema. "Pero no será fácil llegar hasta allí."
Torres observó el mapa rápidamente. Había una ruta que los llevaría hasta el centro del complejo, pero también había algo que no podían ignorar: las cámaras de seguridad seguían funcionando. Y aún quedaban soldados y "Evolucionados" dispuestos a detenerlos.
"¿Crees que puedes hackear las cámaras?", preguntó Torres, mirando alrededor, calculando cada movimiento.
"Ya lo he hecho", respondió la mujer con confianza. "Pero no mucho más. Los sistemas de seguridad serán solo una molestia ahora."
Torres asintió y, antes de que pudiera dar otro paso, escucharon el sonido de pasos acercándose a gran velocidad. Rápidamente, se ocultaron detrás de las máquinas y esperaron. Un equipo de soldados de élite entró en la sala, armados hasta los dientes, su entrenamiento impecable. Pero Torres y la mujer ya estaban preparados.
"Es ahora", susurró Torres.
La mujer lanzó una granada de aturdimiento hacia el grupo de soldados. La explosión fue inmediata, y los hombres cayeron al suelo, aturdidos y desorientados. Torres no perdió el tiempo. Se lanzó al frente, derribando a los soldados con rapidez, mientras la mujer se encargaba de cubrir su espalda.
"¡Vamos!", gritó Torres, avanzando con determinación hacia la sala de control final, donde se encontraba el núcleo de 'Evolución'. La mujer lo siguió, con la pistola en la mano y una expresión de pura concentración.
Cuando llegaron a la puerta del núcleo, Torres se detuvo un momento, consciente de que lo que estaban a punto de hacer cambiaría todo. "¿Estás lista?", preguntó, mirando a la mujer.
"Lo estaré cuando destruyamos esto", respondió ella, su rostro decidido.
Torres asintió y, con un rápido movimiento, abrió la puerta del núcleo. Lo que encontraron al otro lado no era lo que esperaban. En lugar de una sala llena de máquinas y servidores, encontraron algo mucho más inquietante: un ser humano, suspendido en una cápsula, conectado a todo el sistema de 'Evolución'. La persona dentro era la clave de todo, el cerebro detrás de la creación de los "Evolucionados".
"¿Quién es?", preguntó la mujer, mirando con sorpresa.
Torres se acercó lentamente a la cápsula, observando a la figura que se encontraba en su interior. Era un hombre joven, aparentemente inconsciente, pero conectado a un sistema que lo mantenía vivo. "Es... él es el origen. El cerebro detrás de todo esto", murmuró Torres, su voz grave. "El gobierno de Valgrís no solo está creando máquinas, están utilizando personas para controlarlas."
La mujer miró la cápsula con una mezcla de horror y rabia. "Tenemos que acabar con esto de una vez por todas."
Torres asintió, su mano ya sobre el botón que destruiría el núcleo. Pero justo cuando estaba a punto de presionarlo, las luces parpadearon, y la pantalla del sistema mostró un mensaje final en rojo: "Protocolo de seguridad activado".
"Demasiado tarde", dijo una voz desde las sombras.
La figura emergió de la oscuridad, y Torres la reconoció al instante: era el comandante Morales. Pero ya no era el mismo hombre que habían conocido. Sus ojos brillaban con una intensidad fría, y su cuerpo parecía estar parcialmente modificado, como si hubiera sido mejorado por la misma tecnología que los "Evolucionados".
"Morales... ¿qué has hecho?", dijo Torres, su voz llena de incredulidad.
Morales sonrió con una frialdad inhumana. "Lo que tenía que hacer. 'Evolución' no es solo un proyecto, Torres. Es el futuro de Valgrís. Y tú estás a punto de ser parte de él."