Operación: Tráfico de almas (al más allá)
Querido/a leyente. Hoy, una vez más llego a tus manos para volver a invitarte que viajemos juntos por un camino diferente, en el que te contaré algo que me pasó hace algún tiempo atrás, es muy fascinante, ya verás.
Cuando menos pensé, pasé por una situación que jamás creí, una ilusión quebrada, inducido a un sueño falso, aunque mi deseo fue llegar a la cima de un objetivo que vine buscándolo desde hace mucho, en aquellos momentos se ofuscó.
Y fue cuando perdí el don de la vida cotidiana, al borde de llegar a la locura, perdí un ser amado, al final también me perdí yo en la oscuridad. Nadie podrá encontrarme más, destinado a un olvido forzado por quienes me apreciaron cuando en vida me hallaba.
Una obra en la cual se refleja el engaño en que uno puede caer al encontrarse en momentos de desesperación, cuyas páginas al final te llama a la reflexión. Que por más que te encuentres en cruel situación, no debes dejar que se apague la última luz de esperanza en tu corazón.
Te invito a viajar por una aventura quebrada, inducida a un sendero lúgubre, cual te hará pensar que no todo lo que resplandece muchas veces es oro, que a veces en frente a nuestros ojos se dibuja una falsa realidad.
Nos llama a discernir que antes de actuar se debe pensar bien para no caer en lamentos, como cuando me pasó a mí y llegué donde no debí, donde estoy ahora, inducido por dicha esperanza quebrada.
Te comparto estas páginas, como protagonista más que como autor, esperanzado que puedas viajar en dicha experiencia para que al final tomes la decisión por ti mismo qué camino seguir cuando te encuentres en momentos de tribulación.
De antemano, te agradezco porque hayas permitido que llegue a tus manos, descanses bajo sombra de un árbol y disciernas cada palabra, cada acontecimiento de esta —Operación: Tráfico de almas (al más allá)—. y me hayas comprendido el mensaje que quise reflejarte.
Atte.:
El autor