Oportunidad

4 ✯ John

Estaba en shock, poco supe del camino al hospital. Solo pensaba en que mi hijo estaba herido.

Esa mujer actuó muy rápido. No me paré ni a mirar quién era, ella sabía lo que hacía. Pero cuando dijo aquella frase me quedé congelado.

Al hablar con un poco más de calma, me fije bien en ella. Tenía el cabello castaño oscuro recogido, sus ojos cafés hacían contraste con su uniforme.
Era muy bonita la verdad.

¡Pero que demonios estoy pensando!

Ayudó a mi hijo, nada más. Solo eso.

Me dijeron que Oliver estaba bien. Lo dejarían en observaciones unas horas más, para estar seguros de que no había ningún otro daño.

Fui a casa a buscar un cambio de ropa para Oliver, a pesar de que no me quería separar de él.

Cuando iba saliendo del área de pediatría vi a la mujer de antes jugar con unos niños. Esa imagen me acompaño todo el camino.

Ya bastante tarde, el médico nos dijo a Oliver y a mí, que no había ningún problema y que nos podíamos ir. Dio indicaciones para la pierna de mi hijo y se despidió.

Decidimos pasar a ver a la mujer de antes, para agradecerle. Yo con todo lo sucedido no le había preguntado ni el nombre.

Pasamos por la sala donde la había visto antes, y efectivamente, se encontraba ahí. Aunque no esperaba encontrarla con una nariz roja de payaso.

Estaba muy animada contándole una historia a los niños y tenía toda su atención.

No me di cuanta de que Oliver se había acercado a ellos y sentado frente a la mujer. Ella solo siguió su relato sonriendole a mi hijo.

Al ver al mi pequeño seguro, me tome un tiempo para ver a la de nariz de payaso. De verdad era muy bonita. No tenía rastro de maquillaje, lo que es raro. De nariz respingada y labios delgados.

Cuando terminó de contar la historia, los niños hablaban sobre lo que habían escuchado, historia que yo no escuche por dármelas de curioso y estarla mirando. Entonces, ella se acercó a mí.

- ¿Desea algo señor?- se saco la nariz roja

- Solo queríamos agradecerle por su ayuda- digo algo cohibido frente a sus ojos

¡Vamos John, reacciona! Solo es una mujer.

- Oh no se preocupe. Además de ser mi trabajo, me alegra ser de ayuda- dice

- También, le pido disculpas. No nos hemos presentado. Soy John Keller, un gusto- le tiendo la mano

- Catherine Vermor, el gusto es mío- me contesta

Cuando nuestras manos se tocaron, solo puedo decir que fue electrizante.

Ella también noto eso, llevo su mirada a nuestras manos. Luego de unos segundos sacudió su cabeza y soltó mi mano.

Mentiría si dijera que no hubiese deseado estar así un poco más. El porque no lo se.

- ¿Me aceptaría un café como agradecimiento?- mi boca se movió más rápido que mi mente

Catherine se sorprende.

Catherine... Que bonito nombre...

- Me temo, Señor Keller, que debo rechazar su invitación. Pero le agradezco el gesto- su respuesta me decepciona.



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En el texto hay: tristeza, romance, amor

Editado: 07.12.2018

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