Han pasado varios días de aquel café, y he de admitir que esos ojos me han robado el sueño.
Hoy por fin me dieron vacaciones, podre descansar un poco. Sin embargo, extrañare a los niños.
Salgo del trabajo temprano, son solo las 2:30 de la tarde y yo, descuidada, no he comido nada. Se me pasó la hora de colación por estar contándole una historia a los chicos, estoy hambrienta.
No quiero cocinar así que me voy a un café cercano, al que viene con John y Oliver.
Me siento en una mesa junto a la ventana y la camarera se me acerca.
- ¿Que desea servirse?- pregunta
- Deme un café cortado y trozo de pie de limón, por favor- le doy mi orden
Mientras espero, saco de mi bolso el libro "Cuando el viento desapareció" que he empezado a leer esta mañana cuando desayunaba.
Escucho el tintineo de la campana de la puerta anunciando un cliente. No le doy mayor importancia y continuó mi lectura. La chica de antes llega con mi orden y se agradezco.
Disfruto de un sorbo de café mientras leo, y no me percato de nada más. Me sumerjo en el libro y a ratos como del pie de limón, que esta delicioso.
Iba a beber más de mi café cuando escucho la voz de un niño, lo que me hace apartar un poco la taza de mis labios y mirar en su dirección.
- Papá, ¿no es la mujer del hospital?- dice
educadamente
Es Oliver, y su lado está John. Ambos tan apuesto como los recuerdo.
Al notarme, se acercan.
- Catherine, buenas tardes. Es un placer volver a verte- dice educadamente
- Buenas tardes John, el placer es mío- respondo anonadada- Hola Oliver.
- Hola- me saluda el chico- Hoy no estas vestida como en el hospital, ¿Por qué?
- Oliver...- lo interrumpo
- Tranquilo no me molesta. Pueden tomar asiento si gustan- le digo
John y Oliver toman asiento. El pequeño a mi lado, mirando el libro de mis manos y su padre frente a mi.
- Hoy me han dado vacaciones así que me cambié de ropa en el hospital- respondo la pregunta
- Pues estas muy guapa- dice Oliver, yo me sonrojo- ¿Me prestas tu libro? Por favor.
Yo le doy el libro y él comienza a leerlo. Miro a John que nos mira a ambos con una sonrisa.
- Concuerdo con mi hijo, estás muy guapa- dice él sonriendo de lado
Me sonrojo aún más. Que vergüenza.
- Gracias se hace lo que se puede a esta edad- digo bromeando
- Si no mal recuerdo, me contaste que aun no cumplías los 38 años, y a mi parecer, eres muy joven- dice serio
- Pues aveces actúo como si fuera mayor, pero guardame el secreto- digo guiñándole un ojo
Él ríe ante mi comentario- Te seré sincero, y por favor no pienses mal de mí. Te encuentro una mujer sumamente hermosa, encantadora y divertida, debo decir que me encanta tu compañía.
- Te confieso que no me esperaba eso. Si hablamos de cualidades, no estoy de acuerdo contigo. No te diré que me considero fea, pero estoy lejos de ser hermosa- le respondo
- Creo que tienes el autoestima muy bajo- dice serio- Yo veo una mujer muy bella y decidida.
- Talvés, bueno ahora es mi turno. El encantador eres tú, y con todo respeto, eres el hombre más guapo que he conocido- confieso
John es directo, algo que valoro en un hombre, me tiene fascinada. Solo nos vimos una vez y hablamos de muchas cosas que me hicieron darme cuenta de que es un hombre bueno, honesto y respetuoso. Sus gustos, su manera de actuar, sus palabras hacen que me divierta y me exprese como nunca lo había hecho.
- Te confesaré otra cosa- dice- No he dejado de pensar en ti desde que te vi, me tienes cautivado Catherine.
#46981 en Novela romántica
#7603 en Chick lit
#30942 en Otros
#9838 en Relatos cortos
Editado: 07.12.2018