Ya, lo dije. Ninguna de mis palabras es mentira.
Estos días, mis propias acciones y pensamientos me han desconcertado de sobremanera.
La busco a ella mientras camino con Oliver, pienso en ella gran parte del día, y si esto ocurre con tan solo una vez haberla visto, quiero averiguar que pasará si nos conocemos mejor.
Otra cosa desconcertante, han sido mis sueños. Hay menos pesadillas.
No se como explicarlo. Siento como si fuera ella la causante de esto, pero me extraña que pase sin conocerla bien.
- John, creo que estas equivocado- dice confundida
- Te aseguro, Catherine, que no lo estoy- mis palabras son seguras
- John no se que decir- esta algo sonrojada
Yo no puedo apartar la mirada de ella. Todo esto es muy desconcertante.
- Ten en cuenta mis palabras, por favor. No te pido nada a cambio, solo me gustaría conocerte más, si estas de acuerdo- digo
Estoy seguro de mis palabras, pero igualmente tengo un poco de miedo, al rechazo. Fijarme en una mujer luego de años, estar casi prendado de su compañía y no ser correspondido, seria deprimente.
- Sabes, acepto. Me estas proponiendo conocernos, y en un arranque de valentía, lo acepto. Pero ya que tu eres sincero, yo lo seré también. Corro gran peligro de que me gustes más de lo que ya, sin saberlo, lo haces. Sé que no soy una mujer perfecta, pero no puedo decirte que no me gustaría ver que ocurre más adelante con nosotros- está sonrojada, pero no aparta sus ojos de los míos
Mi miedo se va. Le gusto, eso ya es mucho considerando lo poco que sabemos de nuestras vidas.
- Gracias- digo feliz, ahora necesito hablar de un tema muy importante- Catherine, se que todo va muy rápido y es por eso que tengo que dejar algo bien en claro. Yo no estoy solo. Oliver siempre será parte de mi vida, lo amo y no lo cambiaría por nada.
- John, tengo muy claro eso. Y no esperaba menos de ti. Estoy consiente de Oliver y te digo con total sinceridad, que también me gustaría conocerlo. Una intrusa estará en su vida y me gustaría ser su amiga y que nos llevemos bien- mira a mi hijo que sigue leyendo
Me siento más aliviado al escucharla. Es enserio una mujer poco común. Sé que hay mujeres que quieren a los niños, pero los sentimientos que veo sus ojos van más allá de lo que he visto. Confianza y seguridad, sobretodo hay amor.
Ahora entiendo porqué trabaja en pediatría, sus palabras son verdaderas y me trasmiten tranquilidad.
- ¿Catherine?- habla Oliver
- ¿Si cariño?- responde
- ¿Me darías un trozo de tu pie? Es que es mi dulce favorito- mi pequeño esta nervioso
Catherine y yo nos reímos, ella lo ve con ternura y le sede el pie de limón.
Pasamos el resto de la tarde hablando. La invito un helado y ella acepta.
Junto con Oliver, vamos a una heladería cercana y compramos grandes copas de helado que disfrutamos en una banca del parque cercano.
Cuando llega la hora de despedirnos, intercambiamos números y para así comunicarnos para quedar otro día.
Nos despedimos con la promesa de volver a vernos y darle una oportunidad a lo que sea que surja.
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Editado: 07.12.2018