No sé cómo le hacen para saber todo lo que pasa en este pueblo, enserio a veces me pregunto si es que nos mantienes espiados o algo sí. Solo fue bajar del auto de Susana para que en segundos nos rodearan y empezasen a hacer preguntas.
Cloe se depositó a mi lado izquierdo y empezamos a caminar. A cada paso que dábamos los demás se acercaban y nos bombardeaban con preguntas «siempre siendo las mismas».
Llegamos sin decir nada al salón cerramos la puerta tas nosotras y dimos un gran suspiro. El salón estaba casi vacío además del profesor y unos cuantos estudiantes que avían entrado antes de nosotras que apenas se estaban acomodando es sus puestos. Saludamos y nos sentamos.
La puerta se abrió de golpe, no pudimos hacer nada ya que la mitad de los estudiantes ya estaban encima de nosotras, con miles de preguntas.
El profesor al ver la algarabía, golpeó varias veces la pizarra haciendo que todos los estudiantes lo voltearan a ver.
-Pueden hacer el favor de retirarse- dice con un tono de voz suave pero aun así dura, los demás estudiantes empezaron a susurrar cosas que no alcance a oír -¡Se van ya o los llevo a todos a dirección! Y no crean que no soy capaz- dijo levantando la voz haciendo que se viera más intimidante de lo que ya es. Todos salieron del salón casi corriendo, quedando solamente los que estaban en mi clase.
-Gracias profe- Dijimos al mismo tiempo Cloe y yo. Dimos vuelta y nos sentamos en nuestros puestos.
El profesor Teo comenzó a llamar a lista. Gire mi cabeza a la izquierda para mirar por la ventana, me recosté en el asiento y me concentre en el árbol que estaba enfrente, era tan calmado ver las hojas moverse con el viento «¿porque la vida no puede ser así de tranquila?».
-Selene...- Escuche una voz a lo lejos pero no preste atención -Selene...- ¿Otra vez? - ¡Selene! - Repitió la voz pero más fuerte «¡Ay Dios el profesor!».
Al darme cuenta de que me llamaban levante mi mano rápidamente - ¡Presente! - Teodoro meneo la cabeza levemente a los lados en signo de desaprobación y siguió pronunciando nombres «la cague».
Toda la mañana la pasamos de clase en clase y rodeadas de puro chismoso «¿Por qué? ¿No tienen algo mejor que hacer o qué? Bueno como decía mi mamá "Lugar que se respete, no falta el chismoso" en este caso "En este lugar del mundo, nos sobran chismosos"».
Cloe y yo llegamos a la casa cansadas de tantas preguntas, «parecía que estuviésemos en una maratón y nos pisaran los talones, es horrible que todos estén pendientes de lo que haces, sientes como si estuvieses haciendo todo mal, aunque no sea así».
-Selene iré a dormir un rato- anuncio Cloe parándose del sofá.
- ¿No almorzaras? -
-Cierto- Dijo dirigiéndose al baño.
-Niñas aquí está la comida- Anuncio Susana saliendo de la cocina con dos platos de sopa de fideos mientras los colocaba en la meza.
-Gracias- Dije y me senté en la mesa, agarre el plato dispuesta a llevarme semejante comidota a la boca.
- ¡Oye! -
Di un brinco por el grito que Cloe me dio «No pues, me pegó».
-Recuerda, "Lávate las manos antes de comer"- Dijo recordándome las palabras que Selene siempre me decía cuando me sentaba a comer «Es un vicio que nunca me lograron quitar, así que... "No se olviden de lavarse las manos"».
Me levanté y me dirigí al baño para lavar mis manos.
Estando en mi habitación, revise mi horario y hoy me toca ballet hasta las 5, así que me bañe y prepare todo lo necesario para irme, Susana me llevo hasta el instituto de danza.
- ¡A qué horas regreso por ti?
-En tres horas.
-Está bien, ¿traes comida o te traigo algo?
-No, así está bien, yo traigo algo algunas frutas y también dinero por si acaso.
- Perfecto, Selene que te valla bien- dijo mientras miraba hacia atrás para poder irse, yo solo sonreí mientras veía como se alejaba.
Se preguntarán ¿por qué una niña luego de que su madre haya muerto, sigue yendo a estudiar y haciendo sus cosas al día siguiente? Porque ya habíamos hablado con mamá del asunto, no hablamos directamente que si ella moría debíamos seguir con nuestros estudios pero si hablamos de algo parecido, además que más pudiésemos estar haciendo, ¿que se nos acumulen las tareas? no gracias, no quiero des-atrasarme.
ᯓ
Recuerdo que ese día nos encontrábamos en el parque, mamá sonreía como siempre y tenía un hermoso vestido verde que hacía juego con su cabello castaño, estuvimos hablando de muchas cosas mientras comíamos un pay de manzana.
–Madre, ¿por qué las personas mantienen una vida tan acelerada y ocupada? – preguntó Cloe mientras veía a las personas pasar.
Mamá miró a su dirección y analizó un rato la situación, cuando por fin encontró las palabras adecuadas dijo – El ser humano por naturaleza siente la necesidad de sentirse útil, que está haciendo algo que le beneficia tanto a sí mismo como a otra persona. –Cloe y yo la mirábamos con mucho entusiasmo y un poco de confusión, así que prosiguió a decir – Pónganse a pensar un momento, las personas que trabajan siempre tienen algo o alguien en mente por eso trabajan y se esfuerzan demasiado, si es una madre soltera estará pensando en trabajar para darle un futuro a su hijo, poderle enseñar y que aprenda de la vida; si es un joven querrá dos cosas la primera, darle a sus padres una retribución para agradecerles y que estos se sientan orgullosos de su hijo o la segunda, quieren viajar y conocer nuevos lugares, en cualquiera de los casos las personas siempre querrán sentirse útiles para sus distintas metas, ya sea un beneficio para ellos o para otros.
–¿Y eso que tiene que ver con que las personas están aceleradas, como si el mundo se fuese a acabar mañana?
–Mi niña cuando crezcas y trabajes entenderás su afán pero por ahora te diré que todo es cuestión de organizar tu tiempo y si tienes alguna responsabilidad la cumples.
ᯓ
Las siguientes dos horas fueron una tormenta, no recordaba gran parte de la coreografía y en el calentamiento y uso de la barra la maestra me hizo varios llamados de atención por no haber hecho las posiciones correctas, poco a poco me estaba sintiendo más frustrada, me sentía como si fuese una novata que no tiene ni la más mínima idea de lo que está haciendo, mi cuerpo estaba aquí podría sentirlo, el sudor que me hacía sentir pegajosa, el dolor muscular que se empezaba a notar por el gran esfuerzo que estaba haciendo el día de hoy y sin faltar el corazón que me latía a mil por hora, estaba cansada sentía que no podía más, la maestra nos dio veinte minutos para descansar más de lo normal, me di cuenta que lo estaba haciendo por mí «aquí viene la charla» mientras mis compañeros salían de la gran habitación la profesora se me acercaban poco a poco, cogí mi termo de agua y espere a que hablara.