La mañana siguiente todo pasó muy rápido papá nos levantó muy temprano, nos hizo hacer nuestras maletas e irnos con él, Cloe había intentado preguntarle varias veces mientras salíamos de casa pero lo único que recibió de él fue una mirada llena de irritación e ira, algo que jamás había hecho con Cloe, pero lo hizo.
Pasamos todo el viaje dentro del auto en silencio, nadie habla, ninguno se atrevía a pronunciar palabra alguna, aunque lo intentemos teníamos dos opciones; una, que Carlos se apiade de nosotras y nos diga a dónde nos dirigimos y la segunda, que nos diga que nos callamos y que no hiciéramos más ruido. Al final optamos por una respuesta que no se dijo con palabras pero se entendió con acciones, cada cierto tiempo Carlos nos miraba por el retrovisor, aunque su semblante era serio podía ver más allá de sus facciones, sus ojos, su mirada era distinta, aunque nos mirara con severidad veía algo de miedo en ellos, frecuentemente miraba a su alrededor con frenesí, sudaba y poco a poco aflojó su corbata. Nosotras al ver sus acciones nos sentimos preocupadas y asustadas, no sabíamos lo que pasaba y a pesar de eso tratábamos de no hacerlo notar tanto.
Agarré la mano de Cloe y respire profundo mientras miraba por la ventana, sentía ganas de llorar, de saber que pasaba, tenía miedo e ira al mismo tiempo y ocultarlo para que Carlos no nos fuese a regañar se siente horrible, jamás había tenido la necesidad de ocultar mis sentimientos tenía a mamá, papá y Cloe, tengo a mi hermana justo al lado y esta es la primera vez que siento la necesidad de no expresarme.
Cole correspondió a mi agarre y apretando un poco más fuerte hizo que volteara mi rostro a verla, señaló unas gafas que había dentro de su bolso, desvíe mi mirada hacia Carlos no estaba mirándonos y asentí un poco, Cloe me entregó las gafas y antes de entregársela músico con sus labios “no llores”, sé a lo que se refiere que tengo los ojos rojos, las gafas no son para poder llorar a gusto, son para que no se note que quiero llorar y poder relajarme un poco para que pase el sentimiento, lo sé porque ella al contrario de mi a veces si oculta sus sentimientos; Ella puede ser una niña mimada y “malcriada”, pero en realidad solo conmigo sacaba sus verdaderos sentimientos, nunca había llegado a llorar frente a Carlos o Selene para que le diese algo, solo con palabras obtenía lo que quería. Siempre llorábamos juntas o nos desahogamos juntas, la mayoría de las veces ambas tomábamos posiciones neutrales y esto hacía que la otra pueda ver diferentes opiniones o puntos de vista de las situación y obviamente somos hermanas también hay veces que nos ponemos de acuerdo con la otra solo porque queremos, a pesar de esto considero que mi hermana es muy fuerte, es echada pa lante, no se rinde fácilmente y siempre sabe como convencer a las personas, en este sentido lo único que tenemos en común es que no nos rendimos a la primera Carlos nos enseñó que si no logramos algo a la primera debemos hacerlo una y otra y otra vez hasta que lo logremos y eso se nos quedó grabado en la mente ahora nos hemos convertido en dos pequeños seres que a pesar de su adolescencia sabe cómo persistir y sabe cuando parar.
Dos horas… llevamos dos horas de trayectoria de las cuales Carlos no ha parado ni una sola vez, ¿A dónde vamos? No lo se, estamos cansadas de estar sentadas y no hemos podido dormir por miedo, solo nos queda esperar cuando Carlos se digna a parar o por lo menos a descansar o ir a algún baño, hablando de baño necesito uno.
–Tengo hambre – Dijo Cloe un poco temerosa aunque armada de valor. «La entiendo salimos recién levantadas, apuradas, y sin haber desayunado. En el poco tiempo que nos dio papá no sé cómo logramos bañarnos, vestirnos y empacar dos maletas con lo necesario, hablando de lo necesario creo que olvidé mi cepillo y mi cargador »
Carlos miró por el retrovisor y yo moví mi cabeza de arriba abajo dando a entender que estaba de acuerdo con Cloe.
Volvió a colocar sus ojos en la carretera y no dijo nada, Cloe me miró furiosa y yo solo le hice señas de que se calmara un poco, me acerque un poco a ella y le hable al oído –Tal vez debemos esperar un poco más– se cruzó de brazos y se dispuso a ver por la ventana.
Diez minutos después el carro empezó a disminuir su velocidad Cloe y yo nos alegramos, esperábamos que pudiésemos parar y comer algo.
Estábamos en lo correcto, paramos en una gasolinera que tenía una pequeña tienda, Carlos bajando del auto dijo – Vayan al baño y busquen algo para comer– Me entregó un poco de dinero y salió del auto, entramos al baño rápidamente teníamos miedo que nos dejara aquí votadas, luego entramos a la pequeña tienda donde tenía sólo dulces y papas, así que optamos por comer papas de pollo, mayonesa y unas de limón y sin olvidarnos de una botella de gaseosa, luego de pagar salimos corriendo de la tienda, ya afuera vimos el auto estacionado a un lado, papá no estaba por ningún lado, así que entramos en este dejando las ventanas un poco bajas.
Mientras esperábamos comíamos papás, cuando llegó le ofrecimos un poco pero aun seguía sudando y con ojos locos esto hizo que nos asustáramos aún más de lo que ya veníamos en todó el viaje, y sin pensarlo dos veces le dije – Hiciste algo.
Él se quedó mirándome por el retrovisor para excusarse – ¿Qué? No, nada, no he hecho nada, ¿que hubiera podido hacer este pobre hombre?.
–No es una pregunta, es una afirmación– se quedó callado mirando nervioso, así que seguí hablando –Papá hiciste algo y nos has involucrado.
–¿Papá qué has hecho?– preguntó Cloe decepcionada.
Nuestro semblante serio hizo que él se saliera del auto, golpeó varias veces la llantas delantera, reposó sus brazos en el capó y levantó la vista, nos miró decidido y entró al auto nuevamente.
______________________________________________________________________________
¡Holaaa, personitas lindas!
¿Como han estado? espero se encuentren bien, pasaba a preguntarles una cosita jsjsjs