Oportunidad para escapar

§Capítulo: 5§

Ingresó al auto y sin pensarlo mucho dijo con un eje de miedo –Estamos en problemas – no nos movimos, no respondimos al instante, obvio algo había pasado solo que estuvimos guardando la esperanza de que no fuese tan malo.

Al no recibir respuesta alguna dedujo que estábamos esperando una explicación, trato de hablar de sacar las palabras adecuadas pero no podía.

–Papá debes decirnos, cálmate un poco y lo podremos solucionar– anuncie de forma segura.

–Si papá, además todo en la vida tiene solución, menos la muerte – Cloe Repitió la frase que siempre decía mamá cuando algo sucedía.

Carlos nos miró a ambas y notamos como pasaba su semblante de preocupado y temeroso a serio y un poco relajado.

–Niñas prometan una cosa, que sin importar lo que pase no se olvidarán la una de la otra y no dejarán de ser ustedes sin importar los sucesos que ocurran.

–Papá te lo prometo.

–Te lo prometo, pero ¿qué sucede?

Nuevamente tomó aire para responder – Hace unos meses llegó un hombre a casa dijo que debíamos pagarle todos los préstamos que habíamos hecho como empresa– su voz se cortó y empezó a sonar un poco quebrada – Selene le dijo que el negocio pronto volvería a ser como antes y solo era un mal momento, nos dio unos días más para tratar de pagar la mitad o por lo menos un cuarto de la deuda, pero… – hizo una pausa mientras que un par de lágrimas escaparon de sus ojos y no dudo en tapar su rostro para limpiarlas, me rompió el corazón ver a mi padre llorando pero solo aguante las ganas de llorar.

–Después de ese día solo conseguimos un pequeño préstamo del banco, no alcanzamos a cubrir ni el 30% de lo que debíamos así que todos los días iban sus hombres a tratar de presionar, cada vez que salíamos estaban afuera esperándonos, cuando llegábamos de trabajar o cuando íbamos por ustedes al colegio e institutos, estaban en todos lados, no paraban de seguirnos – hizo una pausa mientras nos miraba a los ojos y siguió hablando– No conseguimos más dinero y ningún otro banco quería prestarnos, estábamos en bancarrota, las ventas también estaban malas, y tuvimos que sacar a mucho personal, poco a poco vendimos los pisos del edificio y nos quedamos con tres de ellos, alcanzamos a pagarle el 45%, pero Selene se dio cuenta de algo, mientras yo me concentraba en tratar de vender más productos ella analizaba a nuestro prestamista –se recostó en el asiento mientras masajeaba sus sienes, mi hermana y yo nos miramos algo intrigadas y preocupadas por lo que pudo haber descubierto mamá, ¿sera que eso tuvo algo que ver con su muerte?

–¿Qué descubrió mamá?– preguntó Cloe haciéndolo caer en cuenta de que debe terminar de hablar.

–Se enteró que todos las personas que compraron los pisos del edificio se encontraban bajo los nombres de sus guardias, sus amigos e incluso a sus hijos– quedamos impresionadas ¿como pudo una persona que diseñaba vestidos y que de vez en cuando salía de su taller, descubrir algo de semejante amplitud?.

–Pero papá, ¿como mamá lo descubrió?– pregunte antes de que pudiese seguir hablando.

Me miró con algo de orgullo en sus ojos y prosiguió a decir – No lo sé, Selene tenía muchas cartas bajo la manga.

–Y tú le creíste? Así sin más preguntas – preguntó Cloe con voz cantarína.

–Por supuesto mi niña, era mi esposa, la mujer que amé con todo mi corazón, con la que hice lo imposible para que se cumpliera su sueño y el mío, y con quien quería pasar el resto de mis días – nuevamente sus ojos se aguaron y dejó caer otro par de lágrimas.

–¿Qué pasó después de que descubrió el hecho? – pregunté quería llegar hasta el final de esta historia por más dolorosa que pueda llegar a ser, debíamos saberlo todo.

–Su mamá después de decirme lo que había descubierto decidió ir hasta las oficinas del señor Larsen, trate de detenerla, trate de convencerla que podría llegar a ser una casualidad, que tal vez no a todas las personas que le vendimos serían compinches del señor Larsen, su madre era una mujer decidida y muy – dio una pequeña risa gelida –Terca – nuevamente lágrimas salieron de sus ojos, a este punto los tres andábamos en la cuerda floja del sentimentalismo.

–Sin pensarlo para que no fuese sola la acompañe, yo mismo la lleve, el señor Larsen no se encontraba en sus oficinas asi que nos dirijomos hasta su casa, en todo el camino no dejo de decir una y otra vez, “nos quieren quitar nuestros tesoros, están quitando nuestros logros y haciendo que no podamos más para hundirnos y quedarse con nuestros tesoros” al inicio no comprendía a que se refería con “nuestros tesoros” luego explicó que todo lo hacian por una venganza, el señor Larsen vivía a una hora de la ciudad por lo que alcanzó a decirme muchas cosas, dijo que su esposa estaba contra ella desde que eran jóvenes y él haría todo por ella, Selene parecía psicociada miraba por el retrovisor y por las ventanas, dijo que sentía que alguien nos seguía, luego le recordé que desde hace mucho nos seguían y era obvio que en ese momento también lo estaban haciendo, no se relajo pero se calmo un poco, en el silencio de la carretera me miró y dijo, “Te amo Carlos, cuida siempre nuestro tesoro” el resto del camino no dijo nada más– mirando un punto fijo frente a el se quedo con la mirada perdida, no parpadeaba y estaba absorto en sus pensamientos.

Mire a Cloe y le hice señas de que lo tocara, toco su hombro y movió su mano frente a sus ojos sacándolo de su trance –Lo siento Niñas, ¿en que estaba?.

–Iban a casa de Larsen– respondió Cloe.

–Cierto – carraspeo su garganta para continuar hablando –Cuando llegamos ya nos estaban esperando, Selene entró como si no tuviera miedo pero al ver al señor Larsen con semblante enojado, nuevamente le entró un terror inmenso, yo no sabia porque tenía tanto miedo, Larsen era un tipo alto y fuerte pero aunque estuviera enojado era un ser humano y no creí que se atreviera a hacerle daño a otra persona.

–El ambiente se puso más tenso cuando entró a la habitación su esposa, no se como se llamaba pero su madre le dijo "Chris" ella apenas la vio le grito, le dijo que era una zorra descarada, que sin importar lo que hiciera nunca dejaría de serlo que la había lastimado y que solo la quería ver agonizando, Selene le pregunto si por eso habia hecho que toda su carrera cayera y saboteado todos sus vienes, Chris respondio que esa era su venganza por haberla lastimado, esa mujer no tenia remordimiento en decir aquellas palabras, decía y miraba con ira y sin importarle quien se encontrará a su alrededor, cuando llegaron unos guardaespaldas nos sujetaron, el señor Larsen me golpeó una, otra y otra vez, no tenía problema con ello, pero escuchar las suplicas de Selene fue una sensación muy debilitante para mi, les juro Niñas que me dolió tanto en el alma ver a su madre suplicar y pedir perdón de esa manera, de un momento a otro la señora Larsen le dijo a su esposo que parara, mi boca empezaba a saber a metal producto de la tencion mandibular, sentía el estómago revuelto y palpitante por la cantidad de golpes que había recibido, hizo una seña para que golpease a Selene, abrí los ojos de par en par al entender aquella señal, la golpeó, la golpeó en el rostro y luego le dio un puñetazo en su estómago, traté de safarme, mi corazón se hizo chiquitico y solo pude sentir rabia, no podía moverme me tenían sujetado fuertemente, no soportaría que le volviese a golpear, le dio un tercer golpe nuevamente en su estómago esta vez ella sacó un poco de sangre por su boca, esa fue la gota que derramó el vaso, no se como pero me logré safar del guarda espaldas, empuje al señor Larsen y golpee su rostro, cuando cayó había roto una pequeña mesa de vidrio, su esposa agarro un trozo y se acercó a mi mujer, cuando me di cuenta ya era demasiado tarde, se lo enterró en el estómago y lo retorcio allí dentro, vi todo como si fuese cámara lenta mi cuerpo reacciono tardíamente, la mire cuando le dijo a Chris “Jones solo fue un beso, y yo no se lo di, eras mi amiga” me levanté y empuje a la señora Larsen a un lado el guardaespaldas que la tenía sujeta se esfumó, la agarré entre mis brazos antes de caer, le rogué que no me dejara, que no nos dejara solos, pero solo me dedico una sonrisa y con la poca fuerza que le quedaba tocó mi mejilla y pronunció débilmente “Te amo” y sin decir más dejó este plano terrenal entre mis brazos.– Carlos estaba llorando, y si antes estábamos al borde del llanto ahora estamos chillando a moco tendido.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.