Mi amado, te pido un decreto en los cielos para que se ejerza en la tierra, firmado por ti, por Jesús y tu Santo Espíritu.
Padre, hay leyes espirituales y si he violado alguna por el motivo que fuese te pido perdón y que saques de mi toda maldición. Por medio de tu perdón y mi arrepentimiento anulo toda carta de poder de Satanás sobre mi vida y mi familia. Anulo maldición en mi contra y los míos.
Te pido perdón si viole cualquier ley del enemigo, aunque haya sido por orden de un líder espiritual, y de mis ancestros (como ir a la guerra sin tu autorización o territorial, etc.)
Padre, en el nombre que es sobre todo nombre, anulo toda maldición infernal por esta cusa o por el motivo que fuera. Tomo autoridad de las entidades detrás de las maldiciones para que se activen y ejecutarlas. Las ato, las suprimo a ellos, sus subordinados y raíces en toda su potencia, autoridad y dominio, les ordeno irse para siempre de mi vida y generaciones en el nombre de Jesús.
Santo, te pido que se ejerza tu ley en los pactos y decretos establecidos que fueron violados por los hechiceros, por tu pueblo cegado por las tinieblas o por su propia carne. Con esta carta de poder y la oración de tu sierva en el 2012, ORDENO que el principado, gobernador, potestad y hueste de maldad se vayan para siempre de mi país, sus contornos, tanto ellos, como sus subordinados y raíces. Que jamás regresen.
Padre, con todo el acoso recibido (tanto espiritual como físico, en todas las áreas de mi vida) No pude concentrarme, que tomara mi autoridad en Cristo, se me suprimió al punto de casi morir espiritualmente. También me robaron, se jactaron de ello y de violar los pactos, decretos y leyes, tanto en el mundo espiritual como físico. Por lo tanto, te pido que se me conceda lo escrito en dichos pactos por las violaciones y ordeno a las tinieblas que se me indemnice por cada violación que hicieron de esos sellos, decretos, pactos y leyes.
Aprovecho también en este decreto de ordenarle a Satanás que me retorne todo lo que me robo desde el vientre de mi madre hasta ahora, todo lo que me robo de mi autoridad en Cristo (haciéndome pasar con ello a nuevos niveles), lo que le robo a mis ancestros antes y después de Adán, y de mi legado de sojuzgar y enseñorear la creación...En el dulce nombre de Jesús, amén.