Orbeia, El Origen de una Alianza

En un lejano tiempo en el Sistema Solar

Primer Capítulo: "En un lejano tiempo en el Sistema Solar"

 

No hay duda que en la historia actual de nuestro Sistema Solar existen vacíos que llenar e inicios que modificar, la historia es así de variable e inexacta en el tiempo, sobre todo si no se cuenta con registros de determinados hechos que sucedieron en un pasado muy remoto. 

Al igual que en la historia de nuestro Sistema Solar, en el planeta Tierra ha sucedido que las leyendas que han llegado hasta nuestros días —muchas de ellas trasmitidas vía oral—, tal vez son alteraciones de sucesos que realmente ocurrieron en tiempos inmemoriales y antiquísimos. 

Es así que la historia que se desarrolla en este libro tuvo su desenlace hace aproximadamente quinientos mil años atrás y tiene como pruebas varias huellas e indicios dejados en el planeta tierra y en todo el Sistema Solar, solo hace falta abrir bien los ojos para encontrarlas. 

Hace unos millones de años atrás nuestro Sistema Solar era muy diferente al que conocemos ahora, no solo existía vida en el planeta Orbeia sino también en el planeta Atlanta y en las dos grandes lunas del planeta gaseoso Faetón. 

Orbeia era el tercer planeta del Sistema Solar, que en tiempos actuales se le conoce como Tierra. En aquellos tiempos existía en Orbeia una raza inteligente de seres reptiloides con una fisionomía parecida a los humanos actuales. Estos seres reptiloides eran originarios de Orbeia, su planeta natal, el cual era capaz de albergar muchas clases de vida oriundas de otros mundos. 

El planeta Atlanta, lo que ahora es Marte, lucía totalmente distinto. Casi todo el planeta estaba cubierto por un gran océano, del cual emergían dos pequeños continentes donde vivían los atlantes, una raza de seres inteligentes que desarrollaron una cultura próspera durante miles de años. Estos seres utilizaban mucho una clase particular de cristales que solo existían en el planeta Atlanta, en ellos guardaban todos sus conocimientos y también los utilizaban como dispositivos para todo tipo de funciones. 

Respecto a Faetón, era un planeta gigante gaseoso de color rosado con un tamaño muy similar al planeta Júpiter. Faetón —que se encontraba entre lo que ahora es Marte y Júpiter— tenía dos lunas: Lemuria y Nordia. Lemuria era una luna forestal con un solo gran océano interno e innumerables cadenas montañosas, en ella vivían los lemurianos, seres pacíficos, dedicados a llevar una vida de meditación y de trascendencia. Los lemurianos nunca iniciarían un conflicto en contra de otra civilización, pero si el conflicto llegaba a ellos, no dudarían en defenderse y utilizar para ello su gran poderío. En cuanto a Nordia, era una luna con climas muy extremos donde habitaban los nordianos, seres muy bellos y guerreros formidables. Nordia era el único cuerpo celeste de todo el Sistema Solar donde se podían contemplar las auroras boreales más grandes y espectaculares. 

Estas tres civilizaciones —Atlante, Lemuriana y Nordiana— siempre estuvieron unidas de alguna forma, y ante todo prevaleció la paz y la amistad entre ellas. También se decía que los atlantes, lemurianos y nordianos, venían de un ancestro común, un ser perfecto, creado de forma muy especial por la gran esencia del universo llamado Dios.

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