Orden del Iris [romance]

Conocimiento

Soldado: ¡Búsquenla! No puede escapar… 
La noche era tormentosa y la nieve no paraba de caer imposibilitando la visión, el grupo de soldados cazaba con antorchas furiosamente, un rastro de sangre los guiaba, al final del rastro huía la presa, una chica que apenas vestía unos harapos y una flecha clavada en el hombro derecho, no cualquier chica, ella era una demonio, su cola se arrastraba por el suelo y dos pequeños cuernos rojizos salían de su frente, su cabello rojo como la sangre, y ojos del mismo color, había sido encontrada por unos aldeanos cerca de una granja y la orden del iris comenzó su cacería. 
Soldado: Creo que la vi… ¡Vamos! 
La chica miró el fuego atrás de ella y apresuró el paso, el frío comenzaba a afectarle y el dolor de sus heridas empezaba a superarla, sin darse cuenta chocó violentamente contra un árbol y cayó al suelo. 
Demonio: Grrr… 
Sintió las voces de sus perseguidores, se levantó y comenzó a correr en sus cuatro extremidades, sus pies hasta las rodillas eran rojos como un ladrillo y sus manos hasta sus codos igualmente, corría desesperada hasta que zas… Una flecha se clavó en su pierna derribándola, un alarido soltó antes de caer rodando por una ladera, lo último que vio fue una figura acercarse a ella. 
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Nicholas era un ex granjero, caminaba por el bosque de noche en su travesía, llevaba dos días de viaje y aún le faltaban algunos para su destino, la nieve comenzaba a imposibilitar su caminata así que buscaba un lugar dónde descansar, una cueva, de pronto algo llamó su atención, unos gritos como de cacería lo sacaron de su concentración, ignorando esto decidió seguir en su búsqueda y continuó su caminata, pero no alcanzó a dar cinco pasos cuando vio un bulto caer rodando por una ladera cercana, dudando mucho se acercó para ver a una extraña joven malherida tirada en el suelo, la chica lo miró como suplicando ayuda, este iba a auxiliarla cuando entendió lo que era, la cola era inconfundible. 
Nick: Un demonio, la deben estar cazando los de la orden. 
Nicholas se giro para retirarse, pero antes de hacerlo miró a la chica. 
Nick: Es mejor que me vaya. 
Nicholas iba a dar un paso, pero algo lo detenía, las voces de los perseguidores se escucharon más cerca y Nicholas se empezó a impacientar. 
Nick: Vamos… Lleguen luego. 
Nick miró a la chica tendida y suspiró, rápidamente se arrodilló junto a ella y la levantó en sus brazos. 
Nick: Espero que no me encuentren… 
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La chica se movió desesperada y despertó, miró a todos lados para darse cuenta de que estaba en una cueva, se intentó levantar, pero se dio cuenta de que estaba desnuda, sus ropas estaban algo aparte y sus heridas vendadas, miró alrededor para notar una fogata y una olla con algo cocinándose, lentamente se sentó en la cama improvisada en la que se encontraba, miró hacia todos lados hasta que algo le llamó su atención, entrando venía una figura, rápidamente descubrió que era un hombre, sin pensarlo mucho de escabulló hasta un lugar oscuro y se escondió, el hombre dejó la madera que traía en el suelo y revisó la sopa que cocinaba, la chica miraba atentamente cada movimiento que este hacía desde la oscuridad, el hombre sacó algo de una mochila y se acercó a la sopa, en un cuenco echó algo de esta y se acercó a la cama de la chica. 
Nick: Ten, te hará sentir mejor… Y evitará que te mueras… Vuelve tranquila. 
La chica no se movió, pero el olor de la sopa caliente llegó a su nariz haciendo que su estómago sonara. 
Nick: ¿Me entiendes? Si hubiera querido que murieras te habría dejado tirada allá fuera… 
Unos segundos de duda se apoderaron de la chica, pero el olor de la sopa se hizo más intenso y rápidamente se lanzó por el cuenco, desesperada comenzó a beber la sopa como si fuese agua. 
Nick: Wow. 
Al terminar la chica dejó el cuenco en el suelo y miró a Nick con desconfianza. 
Nick: Deberías cubrirte, no tienes ropa… 
Nick se centró en su sopa y la chica miró a todos lados, junto al hombre algo llamó su atención, un brillo particular, una espada y un escudo, la chica gruñó molesta y miró al hombre. 
Nick: ¿Te estaban cazando? 
La chica no dijo nada y se mantuvo mirándolo, el hombre se encogió de hombros y continuó con su sopa, la chica se iba a acomodar, pero un movimiento repentino del hombre la volvió a poner en alerta, Nick se levantó mirando a la entrada de la cueva. 
Nick: Cúbrete… 
La chica gruñó, pero Nick no le dio importancia, caminó hacia la entrada cuando varios soldados aparecían entre la tormenta, la chica los reconoció inmediatamente, eran sus perseguidores, Nick se paró frente a ellos y el líder le habló. 
Soldado: Buena noche viajero. 
Nick: Buena noche, ¿Sucede algo?  
Soldado: Somos la orden del iris, estamos buscando una peligrosa demonio y queremos saber si ha visto algo.  
La chica al ver aparecer más soldados se escondió dentro de la cama rápidamente.  
Nick: ¿Peligrosa? ¿Qué hizo?  
Soldado: Ha estado robando animales de granja y desaparecieron algunos granjeros luego de su aparición.  
Nick: Oh vaya… Es peligrosa. 
Nick miró hacia dentro dudando durante unos segundos. 
Nick: Sería un agrado ayudarlos… Sin embargo, no sé nada, mi esposa y yo vamos de camino al este y bueno paramos por la tormenta, ella está durmiendo… Pero… 
Nick revisó sus bolsillos y mostró algo a los soldados. 
Nick: Si veo algo les juro que avisaré. 
Los soldados se miraron y asintieron antes de retirarse, Nick suspiró y volvió a su asiento, tomó su cuenco y volvió a tomar su sopa. 
Nick: Eres peligrosa ¿Eh? 
La chica se destapó y se sentó mirando a Nick. 
Nick: No sé qué esperaba… 
La chica gruñó, Nick se levantó y tomó el cuenco de la chica. 
Nick: ¿Quieres más? 
La chica sólo lo miró atenta. 
Nick: No sé para qué me sigo esforzando, no me entiendes nada. 
Nick volvió a la olla y empezó a rellenar el cuenco con sopa. 
Voz: ¿P-Por qué? 
La voz era suave, tímida y nerviosa, Nick miró rápidamente a la chica, sus mejillas estaban enrojecidas. 
Nick: ¿Tú hablaste? 
La chica lo miró y asintió. 
Nick: Creí que no… 
Chica: ¿Por qué me salvaste? 
Nick la miró y encogió los hombros. 
Nick: No lo sé. 
Chica: Podrías haberme entregado, incluso ahora… ¿Qué quieres? ¿Riquezas? ¿Mis cuernos? ¿Aparearte? 
Nick no reaccionó de ninguna manera en particular, sólo negó con la cabeza. 
Nick: No quiero nada. 
La chica reaccionó molesta. 
Chica: Mentira, todos los hombres desean algo, no importa lo que sea pagaré mi deuda y te… 
Nick se paró frente a ella con el cuenco lleno de sopa. 
Nick: Descansa… La tormenta seguirá ahí fuera. 
La chica gruñó y tomó el cuenco, Nick volvió a su asiento y tomó su espada y comenzó a afilarla con una piedra. 
Chica: Humano… ¿Para qué las armas? 
Nick: Para matar… 
Chica: ¿Qué cosa? 
Nick: Un demonio. 
La chica gruñó molesta. 
Chica: Ustedes humanos, siempre pensando en matarnos… Llamándonos monstruos, cuando ustedes son los verdaderos monstruos… 
Nick: Yo sólo quiero la cabeza de uno en especifico, lo que hagan con los demás no me interesa. 
Chica: Humano estúpido. 
Nick: Nicholas, ese es mi nombre, mis amigos me llaman Nick… Yo no te he llamado “demonio” 
Chica: ¿Por qué me salvaste Nick? 
Nick: Te dije que así me llaman los amigos y no tengo por qué darte explicaciones de por qué te salvé, deberías conformarte con estar viva. 
Chica: ¿Por qué en cacería de demonios? 
Nick: Ya te dije que es sólo uno. 
Chica: ¿A quién? 
Nick sonrió. 
Nick: El rey… 
La chica lo miró incrédula, pero luego de unos incómodos segundos se dio cuenta de que era verdad. 
Chica: Debes estar bromeando humano Nick. 
Nick: No… Él es mi objetivo. 
Chica: ¿Por qué? 
Nick: Porque cómo dijiste, soy un humano estúpido que sólo piensa en cazar demonios… 
La chica gruñó. 
Nick: Tus gruñidos son adorables… Me recuerdas a mi hija cuando se molestaba. 
La chica lo miró atenta. 
Chica: ¿Cuántos años tiene? 
Nick la miró y volvió a afilar su espada. 
Nick: Tenía nueve cuando murió. 
La chica lo miró, este estaba serio. 
Chica: Lo siento… ¿Cómo pasó? 
Nick se detuvo recordando algo, sus ojos lentamente se llenaron de ira. 
Nick: De una manera que ningún padre debería ver morir a su hija… 
La chica lo miró, este titubeó un segundo y luego continuó afilando la espada. 
Nick: Deberías dormir, mañana nos separamos… 
La chica asintió y se cubrió en la cama mirando el techo de la cueva por unos segundos. 
Chica: ¿Cuándo…? 
Nick: El mismo día, murieron las tres, mis dos hijas y mi esposa. 
Chica: Yo… ¿C…? ¿C-C-Co…? 
Nick: ¿Cómo fue? ¿Quieres saber? Puede no gustarte. 
Chica: Sí… 
Nick: Yo era un granjero común, mi pueblo estaba entre el rey demonio y la capital, hubiéramos caído rápido de no ser que a diferencia de los solados teníamos algo por qué luchar, nuestras familias, hicimos frente al ejército del rey demonio sin entrenamiento ni grandes armaduras, días y noches, hasta que él se dio cuenta de que yo era el rey del tablero, y buscó cómo romperme… 
Nick hizo una pausa de silencio. 
Chica: ¿La encontró? 
Nick: Sí, encontró a mi familia, cuando llegué, me golpeó y me amarró, me hizo ver como se tragaba entera a mi bebé, cómo mi hija mayor suplicaba por ayuda mientras la devoraba lentamente, y los ojos de mi esposa al entender que no podría ayudarla y ser partida a la mitad para se comida… 
Nick se mantenía sereno, la chica se horrorizó con cada palabra de este. 
Chica: Lo siento, no quise recordarle… 
Nick: Lo tengo en mente desde que comencé mi viaje… Encontraré al rey demonio… Y pagará por lo que les hizo. 
La chica lo miró y pudo sentir su dolor, sus cuernos pasaron de ser rojos a azules. 
Chica: ¿Por qué ayudarme si soy de la raza de…? 
Nick: Ya te dije, quiero al rey, los demás me dan igual… No te diré por qué te salvé. 
Chica: Yo… Gracias de todas formas. 
Nick la miró algo confundido y luego sonrió. 
Nick: No es nada. 
La chica se acomodó. 
Chica: Y gracias por defenderme de los de la orden… 
Nick: ¿Cuál es tu nombre? 
Chica: Es algo complejo para… 
Nick: Sé que son raros para nosotros, dilo… 
Chica: Nanakase Ak’fegi Enil Azji… 
Nick: Te diré Nana ¿Te vale? 
La chica gruñó y luego miró a Nick. 
Chica: Yo te digo Nick... 
Nick dejó salir una carcajada. 
Nick: Me lo busqué… Vale… Ahora descansa. 
Nana se giró para intentar dormirse, pero sentir que Nick estaba despierto la tenía intranquila, y más, después de haber oído su historia, se puso a pensar en cada vez que un humano la había atacado o se había asustado al verla y cómo sabía que ella no era un monstruo, pero… Haber devorado a su familia, era horrible, y sabía que sí podía haber sucedido, tenía que, ningún hombre sería tan tonto para ir a enfrentar directamente al rey demonio sin un verdadero motivo, ¿Qué hacer? Sabía que decir algo era traicionar a su raza, pero… ¿No es lo que ese humano acababa de hacer? 
Nana: Nick… 
Este la miró, Nana se sentó en la cama mirándolo, Nick se fijo que sus cuernos eran de un rojo más intenso. 
Nick: Preferiría que te cubrieras… Eres un demonio, pero tienes figura humana. 
Nana: No me importa… Yo… Quiero decir algo. 
Nick asintió y empezó a limpiar su escudo. 
Nana: Quiero acompañarte. 
Nick la miró rápidamente sorprendido. 
Nick: Yo… Si es por saldar lo de salvarte te dije que no es ne…. 
Nana: Sí es necesario, traicionaste a tu raza por mí, no es poco después de saber lo que uno de los míos te hizo. 
Nick negó con la cabeza y volvió a limpiar su escudo. 
Nick: ¿Y por qué ayudarme? ¿Crees que no puedo? 
Nana: No, veo motivación en ti, la siento, pero aún con eso no podrías encontrar al rey demonio… Aunque quisieras. 
Nick la miró interesado. 
Nick: ¿Y a qué se debe eso? 
Nana: Él está oculto por magia, sólo un demonio puede encontrar el camino, si quieres encontrarlo necesitas un demonio… Me necesitas. 
Nick meditó un segundo y luego sonrió, revisó su mochila y sacó algo de ropa que le lanzó a Nana, esta lo miró confusa. 
Nick: Te quedará algo grande, luego veremos cómo te conseguimos ropa…. Después de todo, no fue una mala idea salvarte. 
Nana tomó la ropa y sonrió. 
Nana: Gracias… 
Los pequeños cuernos de Nana lentamente cambiaron a un color más verde oscuro, Nick dejó su escudo a un lado y suspiró. 
Nick: No es nada… 
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