"Cuando era un niño, dios sabe hace cuánto tiempo, mi madre me llevo de viaje en la carretera, fuimos al gran cañón y comimos perros calientes; fue un día que nunca podré olvidar."
"porque fue el último día que vi a mi madre."
—Douglas T. Butcher
El océano origen de toda la vida, Nadie hubiese pensado que llegaría el día en que los millones de especies que residen en el fondo de estas oscuras y profundas aguas, simplemente desaparecerían, a veces la gente encuentra cadáveres carcomidos de peces en la costa, pero, aun así, un pez no ha mordido las redes de pesca en años.
En algún punto del océano Pacifico, año 2067...
Ya habían pasado varias horas desde que zarparon, la habilidad del médium Sharkie de verdad era tan útil como lo presumían; la mujer ya relajada por dejar la ciudad se recuesta a un costado del barco para tratar de descansar, cuando su teléfono celular suena repentinamente, despertándola.
Al ver quien llamaba ella elige rechazar, al levantarse nota los sarnosos ojos del hombre observándola.
—¿No deberías estar mirando hacia el otro lado? —reclama al hombre quien aparentaba no haber visto nada.
—Perdón, es solo que no sabía que aún hubieran Riders —espeta Sharkie al verla.
—Somos muchos, es solo que ahora preferimos trabajar en bajo perfil —responde.
—¿Sabes? Una vez vi uno... a un Rider —señala
—Ah, ¿sí?, qué bien por ti...
—El maldito entró a una estación de policía y mató a todo el mundo buscando a una persona —exclama el hombre.
—Gajes del oficio —responde —Solo agradece que viviste otro día.
—¿Y lo has visto? —pregunta
—¿A quién…?
—Al Order —pregunta el hombre.
—Sí, lo he visto —responde —En mi vida he visto a dos Orders.
—¿En serio?, algunos no viven para ver ni siquiera a uno ¿y cómo son?
—Uno era un maldito haragán que dejó que otros tomaran decisiones en su nombre... —exclama.
—¿Y el otro…? —pregunta.
El tema a discutir cambia repentinamente, cuando una luz en el cielo llama la atención de ambos, una bengala desplegando un S.O.S en código morse, era cerca de su ubicación.
Estaban en mar abierto de noche, no había ninguna oportunidad de que otras embarcaciones estuviesen cerca.
—Un S.O.S, parece estar cerca de aquí —Señala Sharkie al ver la señal —¿Deberíamos...?
—¿Ayudarlos? Mira donde estamos, los únicos barcos que pasan por aquí son los de la alianza, en cuanto los ayudes te ejecutarán —exclama la mujer.
—Pero eres una Rider ¿Qué no eres una especie de heroína? —pregunta.
—Héroe…
Héroe era una palabra que no había escuchado en bastante tiempo, y mucho menos siendo usada para describirla, hubo una época en la que ella hubiese pensado en saltar sin miedo a ayudarlos, pero esa chica murió sola, en el frío y con miedo.
Hace 10 años...
En una parada de combustible a la mitad de la nada, un mecánico terminaba su turno en el trabajo; recientemente había llegado un nuevo cargamento de piezas de recambio y este había pasado los últimos días inventariando, pero por fin había terminado.
Pero él no veía el sentido, puesto a que no se había visto un alma pasar por esa gasolinera en meses; únicamente eran visitados por alpinistas o camiones de auto conducción que reabastecen gasolina, pero nunca buscando reparaciones.
El mecánico saliendo de su taller avanza hacia la tienda de 24 horas junto a la estación, para cambiar su ropa y salir a su hogar para descansar y retomar su labor el día siguiente.
—¿Vas saliendo, Arnold? —dice el cajero, al verlo entrar a la tienda.
—Sí, Mike, esta noche parece que va a nevar, debo asegurar las ventanas de mi cabaña —responde al cajero —Quizás también deberías ir a casa.
—No puedo, el objetivo de una parada de 24 horas es que haya alguien las 24 horas, y mi relevo no va a venir hoy —aclama el cajero.
—Por favor, Mike —espetó con desdén —No ha venido una sola persona en diez meses, es más, ni siquiera has sacado los productos de sus cajas, y te puedo asegurar, que nadie va a venir aquí hoy ni en los próximos diez meses... —expuso cuando es interrumpido, por el sonido de un camión estacionándose afuera.
—¿Aun quieres irte temprano? —señala con gracia por la ironía.
Al ver al exterior, contemplan una casa rodante de color beige y una franja roja, pero por alguna razón toda la pintura del lado derecho estaba desecha; había agujeros en el chasis y el parabrisas, además de marcas de balas y humedad.
Del vehículo salió un joven, de cabello negro y corto, con una gaza cubriendo su mano.
—Bienvenido a la estación y taller "el Carámbano de Verano" ¿puedo ayudarles en algo? —pregunta Arnold recibiendo al visitante.
—Hola, dijiste que este lugar es un taller, ¿no? —pregunta AJ amablemente —Mi vehículo ha mostrado fallas, y me serviría que lo revisara rápidamente.
—Por supuesto, abra el capó y le echaré un vistazo —espeta, cuando nota que el vendaje en su mano está empezando a sangrar —Disculpe, señor, su mano...
—Oh, perdóneme —aclama mientras asegura sus vendas.
—Sus vendajes se ven algo viejos, puede reemplazarlos en la tienda mientras lo reviso —señala el mecánico.
AJ entra en la tienda y compra el juego de vendajes, después de seleccionarlos y pagarlos, él ingresó al baño de la estación para cambiarlos; mientras que en el exterior la situación se volvía más curiosa.
El motor del camión estaba quemado, aunque es un vehículo bastante viejo, muchas de sus piezas eran de los últimos meses, en un estado óptimo debió ser capaz de completar un viaje alrededor del país sin problemas.
Además, estaban las curiosas marcas que cubrían al camión, y como si no fuera suficiente habían balas dentro del motor, antes de hacer otro diagnóstico AJ llega tras de él y lo sorprende.
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Editado: 25.06.2022