Order Volumen 2

V: La línea que no se puede superar

"una vez amé a una mujer, ella era terca y testaruda como ninguna otra, se enojaba en los momentos más inesperados y estallaba en llanto cuando nadie más lo hacía, era una mujer tan insufrible, que una vena se marcó en mi frente el día que la conocí, pero a pesar de todo terminé bailando en sus manos"

"Aún me sigo preguntando hoy en día, por qué al final me rechazó"

—Douglas T. Butcher

Ciudad de Metz Francia, Año 2035, 22 años atrás...

Desde siempre un lugar tranquilo, lleno de ríos cubriendo toda la ciudad y cede de varios puestos administrativos del ejército francés; como era costumbre a la edad de 18 años, jóvenes de todas partes de Francia aspiraban a unirse a la fuerza aérea.

El entrenamiento era duro y no muchos se quedaban hasta el final, pero junto con las brisas de otoño cada año llegaba el día de la graduación de los nuevos reclutas.

Al terminar la ceremonia, se realizaba por tradición una fiesta para celebrar a los graduados, en aquella festividad se veían a muchos reclutas riendo junto con sus familiares, así como a miembros del ejército quienes solo pasaban tranquilamente la ocasión.

Entre ellos un hombre destacaba, un oficial de alto rango de cabellos canosos y ojos color maple, todos los nuevos reclutas cruzaban junto a el dando sus agradecimientos y respetos a aquel hombre que los había formado he inspirado.

Pero el oficial no estaba para nada tranquilo, observando desde la distancia se podían ver a dos personas una mujer vistiendo una sudadera negra, quien ocasionalmente cruzaba miradas con un hombre de traje negro junto a ella.

—¿Es ese el sujeto? —pregunta el hombre de negro.

—Según nuestra información lo es —responde la mujer —Si no elige cooperar debemos eliminarlo, esas fueron las órdenes del patriarca.

—¿Qué hay de esa persona? —pregunta el hombre.

—No debe andar lejos, ya la conoces, tratara de salvar a quienes pueda…

Paralelamente en el interior del edificio se podían escuchar voces de personas haciendo tenues ecos en el pasillo.

Es de suponerse que todos los reclutas debían estar en el lugar de la fiesta en ese momento, lamentablemente no era el caso.

En el interior de uno de los salones en lo más profundo de la academia, se escuchaba cierto sonido húmedo y oscilante.

En el interior del armario del salón se encontraban dos jóvenes de 19 y 18 años, un joven de cabello rubios castaños y ojos azules y una joven de cabellos y ojos negros y piel pálida, besándose al borde de saltar a la siguiente base.

—Oye ¿de verdad estas segura de que no hay nadie? —pregunta el joven —¿De verdad quieres hacer esto aquí Piper?

—Tu padre estará ocupado con la fiesta de los graduados, no va a notar que no estás ahí Arthur —responde la joven.

—Eso dijiste la última vez y te retractaste —responde Arthur.

—Te dije que pude escuchar a alguien acercándose en ese momento —Reclama Piper un poco ofendida.

—De verdad no te creo que pudieras oír el auto de mi padre desde 5 calles de distancia —señala ante su afirmación —Solo admite que tuviste suerte.

—Es verdad, pero ahora no hay nadie en las cercanías —espeta con un tono incisivo.

—Solo espero que no te retractes como la última vez —aclama justo antes de besarla.

Pero antes de poder llegar a hacer otra cosa, Piper se detiene de imprevisto, a sus oídos empezó a llegar un extraño sonido, un sonido oscilante como un motor de avión.

—Parece que trajeron aviones a la ceremonia, ¿quieres ir a verlos después? —pregunta Piper.

—¿Aviones?, no van a traer aviones a la fiesta —responde.

—Entonces ¿qué es este…? —Un nuevo sonido llega, un sonido de un objeto cayendo el cual aumenta gradualmente —En serio estoy escuchando algo.

—Piper… Espera, yo también lo escucho —exclama Arthur en un tono más serio.

Una fuerte explosión se escucha en las lejanías de la academia, los dos jóvenes rápidamente se recomponen y salen del armario, observando por la ventana, solo para apreciar cómo pilares de humo se yerguen en el horizonte y un grupo de aviones arrasan con la ciudad.

—Nos están atacando —Aclama Arthur ante la situación —¿Pero quién?

—Arthur... —Piper empieza a flaquear mientras un fuerte dolor inunda su cabeza.

A la cabeza de Piper empezó a ingresar una gran cantidad de ruido, aplacando todas su ideas y funciones motrices y de su boca empezó a brotar espuma, mientras Arthur hacia cuanto podía para ayudarle a recuperar el sentido.

Desesperado el joven corrió hacia la enfermería, ignorando como a través de la ventana de aquel salón una persona ingresaba, siguiendo el ruido de suplicio de aquella joven.

Arthur corrió rápidamente hacia la enfermería que se encontraba al otro extremo de ese piso, sabia lo que debía buscar, pero en el fondo temía lo que podría suceder.

Repentinamente una poderosa explosión hiso estremecer todo el edificio, y el origen, era el jardín donde estaban los graduados, donde estaba el padre de Arthur.

El joven trato de abrir una de las ventanas para ver lo que estaba pasando, pero esta estaba empañada y su seguro estaba congelado.

El frio empezó a propagarse por toda la planta, el joven debía retroceder, pero todavía tenia algo que hacer; antes de que el hielo llegase a ella, el joven se aproximo a la enfermería.

Rompiendo la vitrina y tomando cuantos medicamentos conocía que podría tratar, contusiones, convulsiones o envenenamientos ya sean químicos o por radiación.

Lamentablemente para el joven, cuando por fin pudo hacerse de todos los insumos que necesitaba, el hielo había cubierto la puerta, cortando su única ruta de escape.

Paralelamente dentro de aquel salón, el dolor que azotaba a la joven, gradualmente empezó a desvanecerse, su respiración se normalizó y lentamente pudo enfocar la mirada y lo primero que notó, fue a la persona junto a ella.




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